VIVIR ES UN ASUNTO PERSONAL, ITINERARIO POÉTICO DE RAFAEL SOLER
El poeta valenciano Rafael Soler ha recogido en un solo volumen de hermoso título (Vivir es un asunto personal) sus seis libros de poesía publicados hasta la fecha, a lo que hay que añadir los poemas publicados en revistas.
Rafael Soler fue Premio de la Crítica Literaria Valenciana con uno de esos libros, editado en 2014: Ácido almíbar. Los títulos de las obras de poesía de este autor son siempre una significativa alusión a su contenido, como en este último citado; expresan una cualidad de la poesía de Soler: la unidad de los contrarios, la superación de la aparente contradicción (u oxímoron) desde una más profunda visión poética de las cosas.
Bien es cierto que dicha “visión” se ancla en unas vivencias, que el poeta desmonta y con las que el poeta alza el vuelo en el poema. Así, el vivir pero también el escribir poesía son los asuntos en los que se desnuda el ser humano de sus disfraces superficiales, de las máscaras sociales y hasta de su propias grandezas y miserias adheridas en el ordinario transcurrir de sus trabajos y sus días. Para que aparezca el ángulo personal escondido detrás de cada uno de sus actos cotidianos. Ganar esa posición, ese ángulo personal es la gran apuesta de esta poesía de Rafael Soler.
Vivir es un asunto personal está publicado por Olé libros. Es una hexalogía poética que sigue a través del orden sucesivo de publicación de sus seis libros el itinerario de la evolución del mundo poético del autor, muy variado en temas y estilos. Como lector, me han emocionado especialmente los poemas de amor. Cito uno de mis favoritos:
En voz muy baja todo
Del cristalino al pubis todo es calma
que se altera cuando vas del mentón a la rodilla
y de allí a la planta descalza de los pies consecutivos
el izquierdo y su zapato
el derecho y sus temores infundados
para volver fémur arriba al ombligo proletario
a la cintura esquiva
a la médula espinal sin coartada
cuerpo anatómico forense
a minuciosa autopsia sometido y consentido
con otra copa la música sonando.
Vivir es un asunto personal. p. 75
El poema pertenece a uno de los libros de la hexalogía: “Maneras de volver” (2009).
La libertad del poeta es casi una rara avis en el nuevo puritanismo a que ha retrocedido el presente. En ese poema la mirada amorosa, a lo Vicente Aleixandre, que se deleita en la visión del cuerpo bello (no precisamente amado pasionalmente, sino bello, y que por tanto es contemplado con mirada amorosa y morosa), va sorpresivamente dejando lugar a una mirada clínica, a una autopsia fría (“cuerpo anatómico forense”), que distancia del cuerpo de amor vivo. Sin embargo, el poema delicadamente deja también, en su verso final, como el eco de una música de evocación abierta a la belleza. Misteriosa nota última en ese poema original y extraño, que quizá pueda volver a leerse desde el título: “En voz muy baja todo” (Ya nos hemos referido a la clave significativa de los títulos de los textos en Rafael Soler).
Otro poema que nos ha llamado la atención en especial, es de muy otra armazón estilística y temática. “Fundación de la hoguera”. Dice:
Fundación de la hoguera
En el atardecer del mundo desterrado
por mi culpa
por mi grandísima culpa
y el pendenciero perdón de los pecados
que puso en mi camino
este desván de piel a oscuras
perdiendo por un tris
la entera vida eterna
y el disfrute celestial
de una palmera.
Vivir es un asunto personal. p. 161
Este poema es el arranque de la sección 6 de Las cartas que debía (2011), quizá el poemario más complejo, por abierto a lo humano, de los recopilados en Vivir…
Por debajo de la metaforización hay también un asunto oscuro, misterioso, como de insatisfacción ante el placer (símbolo de la “palmera”, un signo anfibológico, ambiguo, tanto de ascesis, así en los místicos o en Miguel Hernández -véase el extraordinario poema juvenil “Silbo de afirmación en la aldea”- como de sensualidad y deseo del placer). Lo religioso, pecaminoso, lo tentativo, junto con una vocación de elevación -frustrada: “perdiendo por un tris / la entera vida eterna”- confluyen en esta pieza sencilla y hermosa, que tiene, como es de destacar, metáforas y versos herméticos muy hermosos. “Este desván de piel a oscuras” como signo de la corporalidad o de la existencia; “la entera vida eterna”, expresión que de forma sutil transforma y recrea, eso es lo difícil en poesía, otra expresión tópica: "vida eterna" (solo con anteponerle el poeta el adjetivo “entera”).
Los lectores ya pueden hacerse una idea de la temperatura y la variedad de este poeta y del libro que comento. Quisiera solo dejar constancia de otro tema, la ancianidad, la senectud, tema poco usual en la poesía, sobre todo, en la poesía española actual, pero en el que también Rafael Soler coincide con Vicente Aleixandre, el de los últimos libros como Poemas de la consumación. Sólo citaré un fragmento de una “suite”:
El anciano que ha perdido la paciencia
aparta la urgencia de los tubos
…
final en soledad
que anuncia un negro pozo
el anciano que bien dijo
morir a los veinte pido
ser eterno
Vivir es un asunto personal, p. 442
El poema pertenece a la primera sección (titulada “Ensayo general con vestuario”) del libro Las razones del hombre delgado (2021).
Salen a escena también los temas de la enfermedad, de la soledad última (nos recuerda el título de José Machado, Últimas soledades de Antonio Machado) y la reivindicación (irónica, al menos) de la inmortalidad.
Poesía, en fin, madura y sustancial la de Rafael Soler.
Fulgencio Martínez
editor de Ágora-Papeles de Arte Gramático
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Más información sobre el libro de Rafael Soler Vivir es un asunto personal (Olé Libros, Valencia, 2021):
CUATRO POEMAS DE RAFAEL SOLER, ENTRADA PUBLICADA EN ESTE MISMO BLOG:
https://diariopoliticoyliterario.blogspot.com/2025/03/cuatro-poemas-de-rafael-soler-seleccion.html
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