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sábado, 14 de enero de 2023

Hafez Shirazí, en traducción de Clara Janés y Ahmad Taherí. (Poesía frente a la impostura pseudoartística). Por Fulgencio Martínez/ Ágora-Papeles de Arte Gramático

 

 101 Poemas. Hafez Shirazí

Ed. de Clara Janés y Ahmad Taherí.

Traducción de Clara Janés y Ahmad Taherí.

Prólogo de Ahmad Taherí.

España, 2002

Ed Oriente y Mediterráneo

 

                                                                                                                                por Fulgencio Martínez

A finales del pasado verano, mi hija me obsequió con dos libritos, uno de dibujos de Federico García Lorca y otro de poemas de Hafez de Shiraz. Los adquirió en su visita a la Casa-Museo del genial poeta de Granada, en la Huerta de San Vicente. Por ese medio llegué a leer al poeta y místico persa, símbolo y continuidad de toda una cultura poética que tiene aspectos tan parecidos y tan diversos a la nuestra. El libro que quiero comentar brevemente es una estupenda ocasión para conocer al poeta, una de las referencias universales de la poesía y del sufismo, corriente que tanto tiene que ver con mi tierra murciana, por ser Murcia la patria de Ibn Arabi, y donde aún hoy se encuentran grandes estudiosos de esta poesía mística, como Antonio Parra y Soren Peñalver

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101 Poemas, de Hafez Shirazí cuenta con una excelente introducción del co-traductor del libro, Ahmad Mohammad Taherí, quien nos da noticia de la biografía de Hafez, el memorioso, el custodio: llamado así, como apodo o mot de pluma porque de niño aprendió de memoria El Corán. Cuenta el prologuista también acerca de la difícil relación del  poeta, siempre díscolo, con la dinastía de Tamerlán imperante a mediados de nuestro siglo XIV- Hafez vivíó, según se recoge en varias fuentes, entre 1325 y 1389 de la era cristiana.

La gran poeta española, y traductora, Clara Janés nos dice, por su parte, en unas palabras introductorias a su trabajo de traducción del poeta persa:

 "Comparables a los hermosos alicatados de las mezquitas iraníes, los versos de Hafez están tan llenos de destellos y de movimiento que nos atrapan. Ostentan un dominio técnico, una brillantez de imágenes y una melodía tales que sólo pueden ser el fruto de un creador inspirado y, ante todo, inteligente y lúdico. A través de ellos podemos detectar el goce de su autor al realizar cada una de sus piezas como un orfebre y al construir ese mundo propio singular y deslumbrante, como un mosaico formado de piezas análogas que aparecen en posiciones distintas y cambiando de contexto, de modo que el ojo no tiene reposo y es siempre atrapado por la sorpresa".

Nos felicitamos los lectores de poesía por contar con una traducción al español tan rítmica y consciente, de un poeta universal y arraigado en una cultura tan grande que, como todas las grandes culturas, la española, la china, la rusa, la persa o cualquier otra tradición cultural y poética, supera cualquier circunstancia y sobrevive a pesar de los efímeros gobiernos, tiranías o enterradores de la poesía y la cultura.

Hafez sobrevivirá incluso a algún pseudoartista interesado que en su propio país (ver el suplemento de La lectura de El Mundo, 13 de enero 2023) utiliza unos versos suyos sacados de contexto, para representar paródicamente la justa lucha a favor de los derechos humanos en Irán; la cual, sin duda, merece mejores artistas que con sus grandes obras no necesiten echar estiércol sobre los grandes poetas patrimonio de una gran cultura, como la persa, y patrimonio de la Humanidad.

Es en nombre de esos valores de los grandes poetas como se construye un mundo mejor, no contra ellos.

Es como si cualquier imbécil hubiera pensado, o pensara hoy en día, que cuando en España estaba Franco, la cultura española, San Juan de la Cruz, fuera despreciable, y se pudiera sacar del contexto un término o un verso para desprestigiar toda esa cultura en nombre de un supuesto arte comprometido.

Esa operación de marketing (para recabar la atención mediática) denigra al propio arte contemporáneo, además de ser un índice de frivolidad y desinformación por parte del artista que busca fácil promoción, como por parte del medio periodístico que lo potencia, sin contextualizar críticamente ni informar a sus lectores sobre, en este caso, el poeta "utilizado" para este arte de postureo ético y mentira.

De Hafez, la portada de dicho medio, La lectura, cita este verso (en español) : "Agarra tu cabello y córtalo", que se recoge, en su original, en una imagen artística de Maziar Mokhtari. Si los complejos sentidos, y la belleza polisémica de la poesía la reducimos a palabras de combate, a eslóganes o contraeslóganes, estamos regresando a la barbarie.

El supuesto artista comprometido no demuestra tener más respeto a lo humano, a la poesía y a la cultura que los asesinos que dirigen su país. Poco favor les hace a los suyos, y a las víctimas de la represión del ominoso régimen revolucionario iraní, al desprestigiar a una de las figuras más veneradas de la cultura persa hoy en día, entre el pueblo. 

Quitarle a una persona sus raíces es atentar contra su dignidad. Metafóricamente, equivale a una radical extirpación de los cabellos (estos pueden renacer). Esto es lo que hace el pseudoartista, supuestamente con buenas intenciones, en realidad, para promoción rápida de su escaso talento; como esos "activistas" que manchan el arte, con la idea jesuita y maoísta de que el fin justifica los medios. Igual lo podría decir un terrorista, que su fin justifica cualquier medio, cualquier "activismo" nihilista, hasta el más destructivo, hasta el holocausto incluso.

Es como si para oponerse a Putin se denigrara a Tolstoy y a Dostoyevski, o para oponerse al mercantilismo americano despreciara los versos de Walt Whitman. O si en contra del comunismo chino, sacara un texto del Tao o del mismo Confucio y lo retorciera para desprestigar el régimen chino y la cultura milenaria china. Sería no analfabetismo, sino, peor, cretinismo intelectual. Solo los imbéciles contemporáneos desprecian la cultura y el arte que han dado sentido a lo común humano, desde supuestas posturas de superioridad ética y confundiendo lo criticable de un régimen transitorio con la continuidad de unas raíces.

 

La poesía no está reñida con el humor ni el humor con la poesía. Hafez se ríe a menudo de sí mismo, de sus propios prejuicios culturales y también de otros tipos culturales, como los gitanos, a los que alaba por su belleza. Igual que Cervantes o Quevedo, Hafez escribía con libertad, con la libertad que le permitía su mundo. (Ni de lejos se podían imaginar la inquisición que, hoy, algunos tratan de llevar a las letras del pasado y del presente. Tampoco entenderían que una frase suya o un verso suyo pudiera extraerse de su contexto y utilizarse contra ellos).

Me gustan estos versos de Hafez, sobre la religión de la belleza, el vino y el dios que compartimos desde el interior y que los poetas y otros ministros suyos sacan fuera: "ministros y sacerdotes suyos son bodegueros y poetas". Cuánto nos recuerda eso a otros versos del poeta alemán Hölderlin, del poema "Pan y vino". "¿Para qué poetas, en tiempos de miseria?, dices/. Pero son parecidos a los sacerdotes del dios de las viñas / que en la noche sagrada van de un lugar a otro".

Tiempos de miseria, en efecto, son éstos para la poesía, y en general, para el arte, secuestrado por el marketing artístico-capitalista Woke y el postureo ético (que es distinto a la defensa sincera de posibles valores universales éticos); y son también éstos tiempos terribles para los derechos de las mujeres y de los hombres, en Irán, en Venezuela, en Rusia, en China, en Afganistán, en España con la ley del solo sí es sí que vuelve barato el delito contra niños y contra mujeres, etc.

Dejemos de callar ante los manipuladores de la poesía y el arte. No tiene gracia; solo desde el respeto ético a todas las culturas, y desde luego, a las que han sido grandes culturas que han aportado valores culturales universales, podemos defender los derechos de cada persona racionalmente, artísticamente, inteligentemente y vitalmente.

En Ágora hemos pedido por la vida de las personas que han sido cruelmente asesinadas por el régimen iraní actual, y hemos vaticinado, a sus tristes jueces de la revolución, que serán juzgados por los persas del presente y del futuro, que se sienten solidarios con la tradición de su gran país, la que dio al mundo la poesía Hafez el de Shiraz.
 
 
 REVISTA ÁGORA ENERO 2023

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