SENDAS DE INVIERNO
COMENTARIO DE JOSÉ LUIS MARTÍNEZ VALERO
Sendas de invierno
Fulgencio Martínez
Ed. Ars poética
Oviedo, octubre de 2025
Fulgencio Martínez ha escrito este libro: Sendas de invierno, como si la historia de la tierra que pisa y la sombra de los que sobre ella han pasado constituyesen una unidad, no para exaltar la patria chica, describir el paisaje o contar diversos estados de ánimo, sino para encontrar quién es el que escribe, como si se tratase de alguien lejano y próximo.
Cada poema de Fulgencio es un diálogo consigo mismo, mantiene la constante de una voz que, a veces, duda si es la suya. Así lo han confirmado sus sucesivos alter egos con los que ha firmado libros anteriores. ¿Qué persigue este diálogo? Contrariamente a lo que podría esperar, no se refiere a abarcar mundos distintos, obra de sus diferentes yos. Cada yo es más idéntico al anterior y significa que estamos sujetos al tiempo.
El tiempo no es algo que pasa, que se va de aquí para allá y distrae al ser que somos. Como si fuese uno de esos pescadores de caña que, como excusa para contemplar el mar, lanza una y otra vez, por si los peces lo reconociesen. Claro que, dado que suponemos carecen de memoria, el pez sólo distingue el sabor de la carnada.
¿Qué ha sido de los Acedos y sus compañeros? Todos empeñados en componer ese largo poema cuya voz será reconocida, coro, sin duda, voz nunca estable, sino que sujeta a variaciones, busca en la ruleta del poema el acierto que la convierta en parte de este mundo, fragmento representativo, pieza valiosa.
Para recorrer esta senda, Fulgencio se ha buscado un interlocutor. El camino es más ligero si se hace en compañía, sobre todo si es más experimentada su voz, si su pensar y escribir coinciden, de modo que todas sus palabras aspiran a estar llenas. Fulgencio ha emprendido esta peregrinación con Dionisia García a la que con toda propiedad titula “poeta de la memoria”, cuyo paso cada vez es más sabio. Sabiduría es un decir cuya palabra, como la granada, multiplica sus significados, no para confundir o entretener, sino para delimitar, poner la sintaxis en su punto.
Puede ocurrir que el Bachiller, persona formada en las aulas, le dé cuenta a D. Quijote del estado de sus lectores, momento mágico en el que la fantasía del uno y la declaración del otro, limitan con lo real, tal como si desde la cumbre, los miles de árboles se confirmasen como bosque.
Sendas de invierno forma parte de una serie que corresponde a “Exposición temporal 3” (2022-2023), especie de diario poético que en este último se mantiene a dos voces. El texto inicial, obra de Fulgencio y las anotaciones que, Dionisia García, ha hecho, no con intención de imponer su criterio, sino para orientar a los caminantes. Todo camino presenta sus dificultades, los pasos que se dan con las palabras a menudo tienden a dispersarse, Dionisia se diría que actúa como quien, tras haberlo recorrido, advierte situaciones sintácticas, palabras innecesarias, que podrían desorientar al lector, así como confundir.
Ya se ha dicho lo que pretende este primer lector. Veamos algunas de sus anotaciones. En el texto: “Numancia en invierno”, el verso que cierra el poema decía: “hasta el delirio, a un hijo de España.”. Numancia es uno de esos mitos que se transmitía a los escolares como fundamento del ser que conforma nuestra historia. Refiere la defensa de la ciudad celtíbera frente al cerco de los romanos, tras meses de asedio, prefieren el suicidio antes que sobrevivir a la derrota. Para situar este episodio, sin duda, es más apropiada la sustitución de España por Hispania.
Las notas resultan muy interesantes para mostrar el proceso de escritura. Recordad que Juan Ramón nunca daba por terminada sus obras, de tal modo que lo publicado, podía convertirse en sujeto inicial, fuente de inspiración e iniciar otros textos, sin que por ello se pierda la emoción primera, el instante en sí equivale al punto de partida.
Esta manera de concebir la poesía resulta más amplia, exposición que, siempre puede ser ampliada, modificada. La obra, confirma que autor y lector son dos disposiciones que se dan en uno mismo. Ya advertía Cervantes que el niño, el muchacho, el hombre no leen lo mismo, aunque el yo titular si lo sea. El diálogo entre Fulgencio y Dionisia enriquece nuestra lectura, asistimos a dos versiones, que no se contradicen, sino que se complementan. Finalmente, siempre será el lector quien elija.
“Vencedor sobre los días”, refiere la emoción de la lectura, el poema se convierte en un objeto que convoca múltiples intuiciones. Bajo la traducción de texto, hay una nota que dice: “Poema profano, escrito en árabe clásico, en el siglo XV, decorando la mezquita de Tórtoles (una pedanía y antigua aljama de Tarazona”. El poema comienza:
I
Intento encontrar en el vacío
un rostro para ponerlo
a un nombre que ignoro.
Siento al leerlos –y debería bastarme-,
la emoción, más acá de las palabras,
la felicidad más allá del tiempo,
que inspiró estos versos tan hermosos,
y tan melancólicos, como aquello
que no muere y sigue expresando
el gozo vencedor sobre los días…
Corrección de Dionisia: “como aquello / que no muere…” En la primera versión: “como todo / lo que no muere…” Esta versión primera, obra de Fulgencio, se refiere al todo, impreciso; mientras que, la segunda, con “aquello” concreta, indica algo que, autor y lector, conocen.
El libro conserva al Fulgencio que duda, esencial filósofo, aunque, ahora su interlocutor de carne y hueso, primer lector, tiene respuestas. Este paso que forma parte del camino que conduce al conocimiento, está siempre presente. Conocer es alumbrar.
Amigos lectores, disfrutad con estos diálogos, porque este mundo no es mudo y, constante, espera la voz de vuestra compañía.
José Luis Martínez Valero
José Luis Martínez Valero (Águilas, Murcia) es poeta, narrador, ensayista y pintor. Catedrático emérito de Literatura. Ha publicado el ensayo Antología del Veintisiete en Murcia (Ed. La Fea Burguesía, 2024), también libros de poemas como La puerta falsa (2002), La espalda del fotógrafo (2003), Puerto de Sombra (2017), y de libros en prosa como Sintaxis (2019) y Otoño en Babel (2022, ed. La fea burguesía, Murcia). Ha sido guionista en los documentales Miguel Espinosa y Jorge Guillén en Murcia. Es colaborador y asesor de la revista Ágora-Papeles de Arte Gramático desde su fundación, en 1998.
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Más información sobre el libro Sendas de invierno. Exposición temporal 3 (2022-2023), en la página web de la editorial Ars poetica:
https://www.arspoetica.es/libro/sendas-de-invierno_166300/


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