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domingo, 25 de mayo de 2025

"DIONISIA GARCÍA. POÉTICA PARA LA VIDA". UN ENSAYO DE ANA CÁRCELES ALEMÁN, PUBLICADO EN RENACIMIENTO. ARTÍCULO DE FULGENCIO MARTÍNEZ. Revista Ágora-Papeles de Arte Gramático N. 33. Nueva Col. Verano 2025

 


DIONISIA GARCÍA. POÉTICA PARA LA VIDA. UN ENSAYO DE ANA CÁRCELES ALEMÁN, PUBLICADO EN RENACIMIENTO 

 

 
                                   
              Ana Cárceles Alemán

 

 

La filóloga y ensayista Ana Cárceles Alemán ha publicado recientemente en la Colección Iluminaciones de la editorial sevillana Renacimiento un estudio de la obra compleja y múltiple genéricamente de Dionisia García, la poeta y filósofa albaceteña (bien que afincada en Murcia desde su juventud).

    El título del estudio, al que también me referiré como ensayo, ya que defiende unas líneas de interpretación interesantes de la obra estudiada, es de por sí revelador: Dionisia García. Poética para la vida. Desde él, desde el título mismo, el libro de Ana Cárceles nos entrega claves que nos iluminan para seguir el itinerario de una escritora tan singular, en su generación (la de la posguerra) como, diría, única en la literatura española de cualquier época. 

    Estamos ante una autora que, como Minerva, nació "formada" literariamente habiendo cumplido ya los cuarenta y siete años de edad pero aún no nel mezzo del cammin della sua vita. El vaho en los espejos (Diputación Provincial de Murcia), su primer libro de poemas publicado, de 1976, nos la muestra ya armada con las mejores cualidades de un futuro genio (las del pensamiento, la sensibilidad, el oficio, la formación en lecturas selectas, la comunión con autores clave para la poética elegida y afín al carácter de la autora: la de la palabra contenida y sugerente; la guerrera confianza en sí, tan importante como todo lo anterior, unida al afán de aprender y la curiosidad por lo bueno de los otros). No hay que desechar evolución, diacronía, pero casi puede afirmarse que en aquella voz, en aquel rostro y en aquella mano que escribe en aquel primer libro está in nuce toda la obra tan genuina y tensa interiormente, a la vez que multigenérica, desarrollada en variedad de géneros literarios (ensayo, poesía, epístolario, diario, novela lírica, relato breve, aforismos, crítica literaria, hasta géneros periodísticos como la entrevista o el reportaje), y hasta casi hoy mismo. Su último libro, una entrega diarística, se publica en otoño de 2024. Ecos. Diario de 1999 (MurciaLibro).

    El libro de Ana Cárceles Alemán se subtitula: Poesía, Crítica y Ensayo, Narrativa y Aforismos, lo que nos ayuda a visualizar las múltiples facetas creativas de esta mujer de la estirpe de escritores como Borges, o aún más, en sintonía con genios españoles como Unamuno, Teresa de Ávila, San Juan de la Cruz o Quevedo que abarcaron casi todo lo que el ser humano puede proponerse en Literatura. "¡Los españoles!, ese pueblo que ha querido demasiado", según sentencia oral de Nietzsche (recogida por Fernando de los Ríos y casi en los mismos términos por la hermana del filósofo, Elisabeth Förster-Nietzsche). Claro, que aquellos eran, esencialmente, los españoles del "Siglo de Oro". La voluntad como roca para escribir y para enfrentarse a la vida, quizá no esté hoy de moda. Dionisia García (nacida en Fuente Álamo de Albacete, en marzo de 1929) desmiente cualquier "degeneración" de la raza- para decirlo con una pizca de humor contra tanto "espíritu serio" de hoy. 

    Pero su formación humana, literaria y, como abarcando a ambas paideias, su formación espiritual, resultado también de una auformación filosófica a través de intensas lecturas pausadas de autores esenciales, han dotado a Dionisia García de un temple de mármol vivo, clásico, y de una humanidad honda, machadiana, si se puede decir así, empleando este adjetivo al modo de otros referidos a grandes escritores (este, obviamente, a Antonio Machado) como sinónimo de esa síntesis de profundidad, gravedad, sencillez y empatía con lo humano y también de constancia maciza que se da en el poeta de Soledades y Campos de Castilla y también en Dionisia García. No es casualidad que en el primer libro de Dionisia García, el citado El vaho en los espejos, encontremos ya la huella y la afinidad de Antonio Machado, en un espléndido soneto. Quien lea este libro, a posteriori, conociendo la producción posterior de la poeta Dionisia García y más aún, tras leer las magníficas y provechosas páginas que la profesora Ana Cárceles Alemán dedica a la comunicación y afinidad mutua entre el gran poeta vallisoletano Jorge Guillén y Dionisia García, cuando ella se encontraba en fase de formación poética y ya en el camino de la madurez propia; bien, pues quizá le ocurrirá como a este lector: que encuentre el "campo" descrito por los versos de Dionisia García más castellano que andaluz; y más escueto, casi abstracto, que el mismo paisaje de meseta que describe Antonio Machado mirando el paisaje alto de Soria. Esos versos dedicados a A. Machado son una maravilla, y aún puede el lector encontrar en la poesía primera de Dionisia García, como en los poemas descriptivos de A. Machado, un tono de emoción humana, pasada por la visión nítida, pura, de las cosas en la cual la poeta albaceteña y Guillén concuerdan. No hay en Dionisia García otra reflexión o anécdota, hay pura belleza como en el vallisoletano; pero hay también un toque de emoción humana que es más propia del poeta andaluz. 

    He de confesar, con cierto rubor, esta anécdota, que en su día conté a la propia Dionisia: cuando, a poco de salir El vaho en los espejos, por los años 76 o 77, un adolescente lo leía en la biblioteca de su pueblo creía que su autora, de cuyo nombre no había oído hablar, no estaba viva, que era una escritora clásica, como otros poetas que estaban en el mismo estante: Juan Ramón Jiménez, Salinas, Guillén, Clara Janés (!), Amado Nervo, Goethe, etc, lecturas obsesivas e inolvidables de aquel primerizo lector de poesía que poco sabía o se interesaba por currículos. He tenido, con el tiempo, el honor de conocer a la "propietaria" de esa voz, de esa poesía. Quizá, junto a la amistad, que es lo máximo, nunca puedas agradecer bastante a un escritor, al que has admirado "en libro", el hecho de que en persona no solo no te defraude sino que te potencie aún más la idea que tenías de su grandeza, a la par que de la grandeza de la causa que te llevó a venerar a ese hombre o a esa mujer en este caso, su entrega a la más alta poesía.

 

Aquellos cinco apartados del libro de Ana Cárceles merecerían por separado una extensa noticia aquí. Pero, empezaremos por los epistolarios, apartado que casi a modo de apéndice se sitúa en el libro (pero no es de menor importancia). En efecto, el apartado 6. Epistolario es esencial para releer la poética de Dionisia García, y establecer similitudes y a la vez diferencias, entre Guillén, referencia primera, y la poeta. Este apartado es una aportación interesantísima, y decisiva, si se lee a fondo la comunión o diálogo de poéticas a través de la correspondencia de ambos escritores. Fue en Málaga donde coincidieron, pero la correspondencia se continuó viviendo ya Dionisia García en Murcia. Hay edición del epistolario que abarca de 1977 a 1983. (1)

     Guillén lee, valora los primeros libros recién publicados por la autora. Por ejemplo: De Antífonas (segundo libro de Dionisia García, de 1978), dice el maestro:  "La expresión limpia, la palabra justa, el tono mesurado." Y se sorprende el propio Guillén, se pregunta por el título: Antífonas, si tiene que ver con un tono mayor, litúrgico. "No, no es eso". (2) Y de algún modo sí, diríamos nosotros, con visión retrospectiva de la voz desarrollada por la autora, donde predomina (en una parte de su poesía) un tono impersonal a la vez que ético, de comunidad humana que se expresa por su poeta. La poesía de Dionisia García no es monolítica ni monocorde, y junto a ese tono, incorpora otros más cerca de lo humilde, lo familiar, lo cotidiano y es expresión del dolor y la vulnerabilidad desde abajo de los seres; pero no podemos obviar ese tono elevado, de gran consuelo y aliento, que se encuentra en muchos de sus poemas y también en sus relatos y novelas, especialmente en personajes fuertes y entrañables, como Abuela Teresa.

     Jorge Guillén colabora en la revista Tránsito, que Dionisia García y otros amigos poetas y pintores de Murcia crean a finales de los 70. (1979). Participa el autor de Cántico en el Homenaje a Ramón Gaya, en 1980. En el número 5 de la revista, hay un homenaje a los 5 poetas sobrevivientes de la Generación del 27: el propio Guillén, Gerardo Diego, Vicente Aleixandre, Dámaso Alonso y Rafael Alberti. Los retratos de los cinco grandes poetas realizados por el ciezano Pepe Lucas son enviados, con su ejemplar, a Jorge Guillén, que los recibe emocionado. Representa ese cartel mucho: una España reunida, abrazada, democrática (si alguna vez lo fue, es ahora). El profesor Francisco Javier Díez de Revenga comenta en aquel número "e" de Tránsito: "Son cinco poetas del 27 que ahora, cuando han transcurrido tantos años -más de medio siglo- habitan en una España distinta". (3) 

     En fin, más allá de otros interesantes datos sobre la relación entre Guillén y Dionisia García que aporta la autora del libro que comento, imprescindibles, a nuestro entender, para iluminar  el proyecto de la poesía de Dionisia García, lo más interesante es constatar que Dionisia García tuvo, principalmente como poeta, un referente esencial en la figura de un poeta ya mayor, don Jorge Guillén, tan dotado para la poesía como para la crítica y el magisterio literario generoso, no en vano fue catedrático de Literatura en las Universidades de Murcia y Sevilla, antes de la guerra española, y luego en Estados Unidos. Pero, sin duda, la afinidad humana entre ambos, Dionisia y Jorge Guillén, es lo que prevalece, así como también la amistad de Dionisia e Irene Mochi-Sismondi, la mujer de Jorge Guillén desde 1961, quien tras morir don Jorge, el 6 de febrero de 1984, escribe con sentimiento casi familiar a la poeta de Murcia: "Ha muerto tranquilo, sin sufrir, con nosotros, sus más queridos, alrededor.".

    Un libro, he manifestado en alguna ocasión, es grande también por lo que no dice pero sugiere -no solo por lo que alberga en sus páginas (y aquí en este de Cárceles Alemán hay mucho y de lo mejor para un apetito filológico, luego diremos alguna cosilla más sobre esto), sino también por lo que mueve a investigar. Sin duda, el análisis de la poesía de ambos autores (no digo solo de Dionisia García) se enriquecerá en su detallado cotejo. Guillén...y Dionisia García, un punto si cabe más allá, en lo humano, en lo emocional, pero dos palabras templadas con la misma inteligencia.

                                            

Por último (aunque este comentario pretendía limitarse a la extensión de un artículo), no puedo dejar de referirme a algunas de las cualidades del libro de Ana Cárceles. El cual es, sin duda, un ordenado, detallado, y ya imprescindible estudio de la obra de Dionisia García en sus múltiples facetas, ninguna de ellas desdeñable sino al contrario, engendradoras de obras excepcionales, no solo la más conspicua o brillante, la poética, también la ensayística, la diarística, la aforística, la obra narradora en novela lírica o en relatos, etc.

    Pero también el libro de Cárceles Alemán aporta hermenéutica, tiene vocación de ensayo que puede dirigirse tanto a darnos pistas sobre la implicación entre vida y poesía como sobre las técnicas poemáticas que utiliza Dionisia García y valen para el análisis también de otros poetas: Magistral, así, su estudio de la figura de la elipsis en los poemas de Dionisia García -Confiesa este lector que (aunque había apreciado antes esa supresión y a la vez costura interna en los espacios poéticos de Dionisia García, efecto que potencia la calidad poética y el efecto de impresión y de extrañeza o pregunta en el lector, quien a la vez que sabe que hay una noción estrecha entre las palabras, queda también colgado del no saber por qué) no le había puesto nombre a esa cualidad tan sutil como evidente en la poesía de la autora de Señales y Clamor en la memoria hasta leer el libro de Ana Cárceles.

 

Fulgencio Martínez

Huesca, 25 de mayo 2025

__________

(1) Dionisia García y Jorge Guillén: Historia de una amistad. Epistolario 1977-1983. Edición a cargo de  Pedro Luis Ladrón de Guevara. Prólogo del profesor Francisco Javier Díez de Revenga. Editum. Ediciones de la Univ. de Murcia, 2023.

(2). Cito literal del libro de Ana Cárceles Alemán, Dionisia García. Poética para la vida,  p. 292: "La expresión limpia, la palabra justa, el tono mesurado. (Sorprende el título: Antífonas. Tono mayor, litúrgico. No, no es eso.)  "...Y se respira mejor" -como decía don Juan."

Merece ser evocada la respuesta de Dionisia García:  op. cit. p. 293:

"Murcia, 5 de enero de 1979

Querido y admirado maestro: Sus cartas son para mí un aliento. Agradezco mucho cuanto me dice de Antífonas. Leo una y otra vez sus palabras, para aprehender el sentido exacto y profundo que hay en ellas."

(3) Texto citado de Dionisia García. Poética para la vida, de Ana Cárceles Alemán (Renacimiento, 2025). p. 295. La frase pertenece al artículo "Permanencia de los poetas del 27", del profesor Díez de Revenga, en el número e (o sea, 5) de Tránsito, 1980. La revista identificaba cada uno de sus números consecutivos con una letra, siguiendo el orden del abecedario.

 



_______

Más información editorial sobre el libro Dionisia García. Poética para la vida, y sobre su autora Ana Cárceles Alemán:

 https://www.editorialrenacimiento.com/iluminaciones/3212-dionisia-garcia-poetica-para-la-vida.html

miércoles, 19 de marzo de 2025

Presentación de "Dionisia García: poética para la vida" (Ed. Renacimiento), de Ana Cárceles. Jueves, 20 de Marzo, 2025, Murcia, Hemiciclo de la Facultad de Letras, 19.h. / Notas de actualidad literaria /Ágora

 


 

Se presenta el jueves 20 de Marzo el libro de Ana Cárceles Alemán: "Dionisia: poética para la vida", editado por Renacimiento.

El acto tendrá lugar a las 19. h. en el Hemiciclo de la Facultad de Letras de la Universidad de Murcia.

Presentan: la autora, la profesora Ana Cárceles,

el profesor Francisco Javier Díez de Revenga

y la poeta Dionisia García.

 

 Ver más información en:

 https://www.editorialrenacimiento.com/blog/presentacion-de-dionisia-garcia-poetica-para-la-vida-en-murcia-n1006

jueves, 13 de marzo de 2025

Recomendaciones de lecturas: "Dionisia García: Poética para la vida", de Ana Cárceles Alemán (ed. Renacimiento, marzo, 2025) / Actualidad literaria / Novedades de libros/ Revista Ágora-papeles de arte gramático


 

 

Recomendaciones de lecturas: Dionisia García: Poética para la vida

 

Ana Cárceles Alemán ha publicado hace pocas fechas el libro Dionisia García: Poética para la vida en la editorial sevillana Renacimiento. La catedrática de Universidad Ana Cárceles es una profunda conocedora de la extensa y jugosa literatura de la poeta de Fuente-Álamo, Dionisia García, quien ha cultivado con riqueza y talento incansable los más variados géneros de la prosa (ensayo, diario, aforística, cuento, novela, epistolario, biografía), además de estar realizando -en presente hay que hablar- una de las obras poéticas más consistentes de los últimos cincuenta años en la poesía escrita en cualquier idioma.

Dionisia García es de la especie de Miguel de Unamuno o de María Zambrano, superan cualquier encasillamiento. Entre las virtudes del libro de Ana Cárceles está la de unir, a la exegética de la obra de Dionisia, el conocimiento personal de la autora, que le permite establecer vínculos entre el pensamiento, la vida y el texto o los textos producidos por esta mujer cuya vida (90 años cumplidos) se funde con la Literatura, con mayúsculas.

 

Fulgencio Martínez

13 de marzo 2025

domingo, 2 de febrero de 2025

17 AFORISMOS DE DIONISIA GARCÍA, SEGUIDOS DE UNA NOTA SOBRE SU OBRA AFORÍSTICA. DIONISIA GARCÍA (Selección y nota de Fulgencio Martínez). Avance de Ágora-Papeles de Arte Gramático N. 30. Nueva Col. Homenaje a los Machado. Retrato de una convivencia entre distintos

 


 

 

17 AFORISMOS DE DIONISIA GARCÍA, SEGUIDOS DE UNA NOTA SOBRE SU OBRA AFORÍSTICA

 

17 AFORISMOS DE DIONISIA GARCÍA

                                                                          ….

 

Con el paso del tiempo, a las celebridades hay que quitarles el polvo para que resurjan.  (1)

 

Mirar a los anteriores no es desandar el camino, sino saber por dónde andamos.  (2)

 

Qué somos sino memoria.  (3)

 

Me gusta leer a los poetas del Sur, porque casi mastico sus palabras. (4)

 

Convivimos” con quienes partieron de este mundo; el olvido nos llevaría a menospreciar parte de nuestra vida, de esa vida que va siendo equipaje.      (5)

 

Lo inesperado en el poema, lo inesperado en el amor y en la amistad. El encanto de las cosas que no han sido y llegan sin llamar.  (6)

 

El mar como la primera mirada de Dios antes de hacer otra cosa. (7)

 

Inventemos cómo ser libres. Nunca es tarde.  (8)

 

Con los años se amontonan los papeles, las palabras, los objetos, las dudas e inseguridades. De buena salud sería dejar de gobernar lo ingobernable, y sentarse, sin obligaciones, a la sombra de un olivo como Anaxímenes, si es que se sentaba.  (9)

 

Las diosas blancas, las diosas negras, las diosas. Manía de ponernos juntas; ellos sabrán por qué.”   (10)

 

Un libro puede ser nuestro yo multiplicado.  (11)

 

La poesía es también esa tarea sin fin que nos convierte en sus deudores de por vida. (12)

 

Si el poema no es capaz de asumir lo inesperado, ¿para qué se pone?  (13)

 

A Empédocles se le desconoce en Agrigento, y pretendemos los recién llegados que se nos califique.  (14)

 

Escribir bien es muy difícil, porque se puede llevar a cabo de diferentes maneras” (Miguel Espinosa)  (15)

 

Cada poema es un comienzo.  (16)

 

En el otro mundo, me gustaría caer en el apartado de aprender, por tantas cosas como van a quedar pendientes. (17)

 

 

                                                           DIONISIA GARCÍA

 

 

Bibliografía aforística de Dionisia García:

Vuelo hacia dentro.  Ed. Libros del Aire. Cantabria, 2022. Pról. Consuelo Ruiz Montero.

El pensamiento escondido. Renacimiento. Sevilla, 2022. Incluye los tres primeros libros de aforismos publicados por Dionisia García por el orden de su primera publicación separada: Ideario de Otoño (1987), Voces detenidas (2004), El caracol dorado (2011). Prólogo de Carmen Canet.

 

Procedencia de los aforismos:

(1) Vuelo hacia dentro.  p. 71.  Ed. Libros del Aire. Cantabria, 2022. Pról. Consuelo Ruiz Montero.

(2) Aforismo 109 – De Voces detenidas. En  El pensamiento escondido.  p. 158.  Renacimiento. Sevilla, 2022. Pról. Carmen Canet.

(3) Aforismo 187 – De Ideario de otoño. En  El pensamiento escondido. p. 50. (op. cit).

(4) Aforismo 189 – De Ideario de otoño. En El pensamiento escondido. p. 51.

(5) Aforismo 34 – De Voces detenidas. En El pensamiento escondido. p. 149

(6) Aforismo 137– De Voces detenidas. En El pensamiento escondido. p. 161

(7) Aforismo 124 – De Voces detenidas. En El pensamiento escondido. p. 160

(8) Aforismo 154 – De Voces detenidas. En El pensamiento escondido. p. 163

(9) Aforismo 153 – De Voces detenidas. En El pensamiento escondido. p. 163

(10) Aforismo 247 – De Ideario de otoño. En El pensamiento escondido. p. 58

(11) Aforismo 27 – De Voces detenidas. En torno a la escritura. En El pensamiento escondido. p. 179

(12) Aforismo 40 – De Voces detenidas. En torno a la escritura. En El pensamiento escondido. p. 181

(13) Aforismo 41 – De Voces detenidas. En torno a la escritura. En El pensamiento escondido. p. 181

(14) Aforismo 47 – De Voces detenidas. En torno a la escritura. En El pensamiento escondido. p. 181

(15) Aforismo 175 – De El caracol dorado. En El pensamiento escondido. p. 238

(16) Aforismo 185 – De El caracol dorado. En El pensamiento escondido. p. 239

(17) Aforismo 481 – De El caracol dorado. En El pensamiento escondido. p. 300.

 

*Salvo el primer aforismo, que pertenece a un nuevo libro, Vuelo hacia dentro, la selección ha sido realizada de El pensamiento escondido, que recoge la obra aforística de Dionisia García publicada entre 1987 y 2011.

Selección de Fulgencio Martínez.

 

 

OBRA AFORÍSTICA DE DIONISIA GARCÍA

(NOTA A LA SELECCIÓN)

 

La obra de la poeta Dionisia García -autora nacida en Fuente Álamo (Albacete) y afincada en Murcia- incluye cuatro libros de aforismos; además de sus publicaciones dedicadas a la poesía, la narrativa, el diario o el ensayo.

Los tres primeros libros aforísticos de Dionisia García conforman un ciclo que va de 1987 a 2011: periodo en que se publican Ideario de otoño (1987 en su primera edición, y 1994, en su segunda edición aumentada); Voces detenidas (2004), y El caracol dorado (2011).

El azar quiso que el mismo año, 2022, en que se editaría la recopilación de su “aforística completa” por Renacimiento en el volumen titulado El pensamiento escondido, Dionisia García publicara en Libros del Aire un nuevo libro de aforismos: Vuelo hacia dentro.

            Con este hemos querido iniciar la selección. La hemos pautado a modo de variaciones de un tema; pretendemos rendir tributo de recuerdo a los poetas que nos precedieron (en esta ocasión, especialmente a Manuel Machado y Antonio Machado, que no olvidaron escribir coplas y proverbios, parientes de la aforística); impulsar a las nuevas vocaciones de filósofos, poetas y escritores; y, no menos importante que esos dos propósitos precedentes, acercar aquellos grandes textos breves a los lectores, tanto a los gustosos del aforismo como a los que se asomen por primera vez a este género literario.

            ¿Género o estilo?

            Dionisia García, en las “notas” que antepone a la edición de El pensamiento escondido, dice unas palabras sobre el aforismo: 1, en su modo de surgir, en cuanto arranque de la escritura, se acerca al poema, una irrupción instantánea para la cual se debe estar “alerta”; 2, en cuanto a su acabado y presentación (exactos), tiene parecido con la medicina, con la ciencia (subraya Dionisia, sorprendentemente). Se ha dicho que con la sabiduría; o que su estilo va más lejos de lo que sería un género literario, que está en parte en otros géneros, allí donde se asoman un precepto, sugerencia poética o, incluso, consejo práctico. Se ha dicho que, en definitiva, el aforismo es un arte de la memoria, para la memoria, y en eso coincide con el poema, también con la paremia, los refranes, los dichos de sabiduría popular, o las sentencias de los Sabios y filósofos, como los presocráticos, que nos iniciaron en el arte de pensar y escribir: una tradición que conforma un corpus mínimo, creado con la finalidad de ser transmitido y recordado. Así que el aforismo es en un cincuenta por ciento tradición, en un veinticinco creación (poema) y en otro veinticinco, lo “inesperado”.

“Dionisia García es la primera mujer aforista española porque es la única que comenzó a publicar aforismos en 1987 y ha continuado haciéndolo hasta nuestros días. Ahora que el género está recuperando el prestigio y la difusión que merece como parte importante de la historia de la literatura, no podemos olvidar a quienes nos precedieron, ni dejar de celebrar que autoras como ella sigan aportando libro a libro su profundo conocimiento y abriendo nuevos caminos a las mujeres aforistas.”

Suscribimos las sabias palabras de Carmen Canet, autora del prólogo de El pensamiento escondido; y añadiríamos: “A cualquier escritor futuro”.

 

Fulgencio Martínez

Huesca, 2 de febrero 2025

jueves, 28 de noviembre de 2024

ECOS. DIARIO DE 1999. LA VOZ LIBRE DE DIONISIA GARCÍA. Comentario de Fulgencio Martínez. Avance de Ágora 31. Nueva Col. Bibliotheca Grammatica /Diarios


 



ECOS. DIARIO DE 1999.  LA VOZ LIBRE DE DIONISIA GARCÍA [1]

 

 

Para abordar un comentario de Ecos, de la poeta Dionisia García, puede ser interesante ensayar el análisis del carácter conflictivo que esta escritura diarística tiene para la autora. Bajo la forma suave y la serenidad y concisión clásicas de la sintaxis, Dionisia García nos confidencia al menos tres conflictos. Esta condición de confesión y apunte de drama no es ajena a los diarios desde el siglo XVIII; más aún, de algún modo el género “diario” se prestaba a la apuesta por la exposición desnuda de los conflictos e inquietudes del yo del escritor.

¿Cuáles son esos tres “conflictos” de los que la habilidad literaria de Dionisia García nos hace partícipes, hasta el punto de que, tras su lectura, los tomamos como propios? En primer lugar, se trata de señalar tres hitos o nudos, cada uno de los cuales lleva tras de sí sus zonas conflictivas peculiares y finalmente desembocan en problemas filosóficos, poéticos o metapoéticos, antropológicos, morales y religiosos. Son estos problemas últimos -también como en muchos de los grandes “diarios” clásicos- elementos esenciales de este tipo de escritura diarística, junto con ese fondo de confidencialidad y discreción y, sobre todo, el ya señalado carácter conflictivo de todo diario que se precie, elemento este afín en cierto modo a la tragedia o a veces a la comedia, o ambas modalidades dramáticas.

Resumiendo, estaríamos ante los conflictos del yo de la escritora ante su vocación y su obra; de ese yo ante su medio familiar y por extensión su mundo, su Dasein o ser ahí, tanto como circunstancia en sentido de Ortega y Gasset y de Karl Jaspers, como en sentido heideggeriano, más originario, de estar arrojado en el mundo, expuesto como ser finito o ser para la muerte: este último sentido casi ya entra en el tercer y más interesante conflicto del diario: la relación con Dios, con el misterio y lo trascendente.

 

Ecos es como un pastel apetitoso que nos provoca el ansia de devorarlo pero también de saborearlo en sus diferentes gustos y matices. Y nos obliga a elegir por dónde empezar. Quizá anoto los tres conflictos apuntados arriba tienen un hilo de oro que los enhebra; sería la conciencia lúcida de la autora y su sensibilidad y su sentido agudo hacia la condición temporal del ser humano: hacia su propia vida que fluye cumpliendo años, pero sabiendo que el tiempo no solo es una cuña dispuesta a deshacernos el cuerpo y a disolver en bruma de ansiedad el ánimo, sino que a veces se convierte en nuestra fortaleza, nos vuelve señores, o señoras, almas tensas y fuertes, y ricos aun en la espera….

 

 

                    8 de marzo de 1999

Valoro cada día. Horas de ocupación no siempre en aquello que más importa: la escritura. Viviría retirada de todo y dedicada a esa pasión que alumbra cada instante, pero perdería otras cosas: mis amores, mis afectos, y no estoy dispuesta.

 

 

                      25 de mayo de 1999

He de tomar una decisión: no escribir cartas, prescindir de salidas, actos culturales. Necesito tiempo para terminar Correo interior y otros textos iniciados. Tras escribir las líneas precedentes advierto que no seré capaz, de momento, por compromisos adquiridos. Tampoco dejaré de escribir cartas. Las primeras las escribí a los 12 años.

 

            26 de mayo de 1999

 Descuidar mis afectos, no. Es lo mejor que tengo.

 

                         20 de octubre de 1999

Trato de recuperar la disciplina para escribir; que el poema me encuentre bien dispuesta. Espero. Es posible que las palabras se escondan, y abandone el lugar con sensación de vacío. Sé, sin embargo, que el tiempo de la espera no es tiempo vano, y volveré a esperar.

                       

                     26 de noviembre de 1999

Escribir es mi pasión y la vida se interpone. ¿Será que la vida manda más? La respuesta es afirmativa. De cualquier modo vida y literatura se confunden. La vida no se interpone, está.

               

 El diario es un género aún más complejo y mestizo que la novela, cuando se trata de un diario en sí, no de una novela en forma de diario.

En Ecos hay también espacio para la evocación. Pero, a diferencia de un apunte o de un poema, la obsesión por las fechas, por el asiento del acontecimiento evocado en el tiempo, es decisiva en esta escritura del diario. Así, en la primera anotación, donde la autora evoca su juventud y la figura de su abuela, en la que de alguna manera se proyecta. El texto es una delicia, lo reproducimos en sus dos párrafos (el primero de ellos nos excusa de explicar el sentido del diario como representación última del conflicto existencial y, obviamente, del valor de la literatura para la autora).

           

            2 de enero de 1999

 Ayer comencé el año 1999. Sigue pareciéndome sueño la vida que pasa, y misterio mi presencia en este mundo. No encuentro razón para ser y no ser. La literatura, el arte es el bálsamo que puede ayudarnos en la aceptación de nuestra finitud. Deseo familiarizarme con la muerte, pensar que un día ha de faltarme el aire para que al llegar ese día sepa abandonar el mundo con dignidad.

Aquellos tiempos primerísimos de juventud cuando el sol traspasaba los umbrales, y mi abuela con sus noventa años disfrutaba de ese esplendor sobre su rostro, sobre sus manos manchadas por el tiempo. Gozaba del tibio acopio hasta que la sombra marcaba el mediodía. Era una forma de medir las horas. La abuela, vencida la mañana, se debatía entre el goce presente y el futuro marcado por su desaparición. “A nada temo sino a la muerte”, comentaba.

 

Términos y síntomas de los conflictos señalados en el diario de Dionisia García

 

Todo ser humano, por tal, tiene ante sí la sombra del temor a la muerte, y de la culpa, que es una especie de deuda, pero una deuda que en principio no cubre el tiempo. Dionisia la afronta en esta anotación (fijémonos, de paso, en la forma similar a la aforística de las apuntaciones del diario. La primera, citada arriba, es casi excepción; en general, constan de un único párrafo, a veces de una sola frase o de varias, sin apenas subordinación).

                     

                    8 de enero de 1999

Convivimos con nuestro pasado, con aquellos comportamientos que dicen de la faz menos digna de nosotros. Sentimientos de culpa inevitables nos cercan cuando traemos al presente pasajes que lo ensombrecen, y cuya rectificación no es posible. El recuerdo de quienes “nos sufrieron” alivia nuestro espíritu. Ya no están. El homenaje a su memoria mitiga los momentos de desasosiego.

 

El poeta, el artista tienen, además, el compromiso con llevar a cabo su obra. (También, creo que los padres y las madres, incluso algunos “profes” de la antigua escuela). Tienen como un deber interno de cuidarla, antes y después de su vida, incluso tanto o más que esta vida suya, que, por otro lado, es tan importante para cada uno, y de la cual también tenemos una obligación de cuidar, como nos recuerda Sócrates en Fedón, como lo que es quizá, un bien que nos han dado a custodiar durante un tiempo.

Ese conflicto de la vocación es esencial y cruza todos los conflictos existenciales, personales y religiosos en Ecos.

 

                    22 de noviembre de 1999

Si supiera que uno de mis versos merecía la pena, daría por bien empleadas las miles de palabras escritas.

 

Lo anecdótico cómo no cabe también en un diario, escritura mixta donde las haya. Pero a veces la anécdota, como en este caso, cobra valor de símbolo, de la temperatura conflictiva: varias entradas narran la reacción ante el seísmo notado en la provincia murciana, algo menos en el centro de la ciudad donde vive Dionisia García.

 

                        15 de febrero de 1999

El suelo continúa con leves temblores en el lugar del epicentro, no en la ciudad (la moneda colocada junto a la cama no se ha caído). Esta tierra acogedora y bella tiene los pies de barro. No es lo mismo tratar de acomodarse a la idea de un posible infortunio, que padecerlo. Por tanto, rechazo las teorías para espantar el miedo.

 

 

¿Cuál es tu conclusión tras la lectura?

 

Un diario nos invita, más que la novela, a reconstruir nuestra propia lectura. A diferencia de una novela -la novela tradicional que nos proporciona información sobre una historia inventada o mixta de ficción y realidad-, el diario nos transmite el ser en el tiempo. Es más parecido a una fotografía, en particular a esa fotografía en blanco y negro, que nos da lo esencial del acontecer en el tiempo. Cuando leemos este “diario de 1999”, con sus entradas día a día, mes a mes, desde el 2 de enero de 1999 hasta el 31 de diciembre de 1999, uno, como lector, si ha vivido en ese lapsus no deja de proyectarse; y para los lectores más jóvenes, o para aquellos venideros, este libro les servirá de puerta, guía y espejo de ese tiempo y esas fechas concretas. Maravilla y misterio de lo concreto, de lo aquí y ahora fijados por la palabra literaria.

Pero, todo diario, al final, es hermano del tratado o del ensayo, o del debate y el teatro, cuando este era texto, espectáculo también, y debate. Los asuntos “vitales” que trata el libro hemos ya sugerido que surgen o tienen relación con los conflictos.

¿Habría también una enseñanza, en el diario? No sé, pero cada lector puede escoger sus frases preferidas, aquellos pasajes que le “han tocado” la fibra. Y reflexionar, tal vez aprender.

Diré cuál es mi pasaje:

 

                          2 de abril de 1999

En este viernes sagrado surgen los interrogantes. ¿Nuestras culpas merecían la muerte de Jesús de Nazaret? ¿Por qué la complicada Trilogía? En la película de Zeffirelli, Jesús dice: “Mi padre ya está en paz con la humanidad." Esa deuda, ese compromiso de Dios con el mundo nos lleva a reflexionar, a intentar comprender. El poeta italiano Mario Luzi dice: “La deuda de la iniquidad ha sido pagada a la iniquidad”. ¿Había que pagar?

 

 

La misma perplejidad siento que la autora, a la que agradezco el compartir su intimidad en las páginas de este diario. Al final el lector escribe sus agradecimientos. Le agradezco también que me haya dado el ejemplo de una superación personal, y de un ser dotado, desde sus conflictos creadores, de una energía espiritual que no le aleja, sino al contrario, de ser un humano concreto en busca de su verdad y su destino de poeta. El poeta no es, al fin, sino un destino, una forma de ángel (o demonio), pero solo llega a serlo como un hombre o una mujer concretos.

 

Ecos se presentó en octubre de 2024. Bellísima la edición a cargo de Murcia Libro,  con la artística ilustración de cubierta de José Luis Martínez Valero. El prólogo es de José Luis Borge, especialista en el género literario del diario. El libro está dedicado a los hijos de la autora, y en sus páginas brillan nombres de amigos de la poeta y, sobre todo, de su compañero añorado, Salvador Montesinos.

 

 

Fulgencio Martínez

28 de noviembre 2024



[1] El subtítulo de mi artículo-comentario (“La voz libre de Dionisia García”) me lo ha inspirado este aforismo de la propia autora, que Carmen Canet cita al inicio de su prólogo a El pensamiento escondido (p. 7. Ed. Renacimiento, 2022): “Inventemos cómo ser libres. Nunca es tarde”.