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sábado, 31 de octubre de 2020

ADIÓS A ANDRÉS SALOM: VISITA AL MAESTRO ANDRÉS SALOM, POR FULGENCIO MARTÍNEZ

 Un día es un día ÁGORA de Arte Gramático : Mi visita al maestro Andrés Salom.  Diario político y literario de F.M... / T2/ 8

Nos ha dejado el autor de Los días de más allá del tiempo (Azarbe 2005).

EL POETA ANDRÉS SALOM FALLECIÓ LA SEMANA PASADA, EN MURCIA, A LA EDAD DE 96 AÑOS. FUE EL ALMA DEL TALLER DE ARTE GRAMÁTICO, SU POETA MÁS JUVENIL.

Lo recuerdo en sus últimos años, interno en una residencia de ancianos, enfrentando la vida con el humor inteligente que le caracterizó. Por su santo, en noviembre, siempre aceptaba que le regalara una botella de tequila añejo.

No tengo aún palabras para aquilatar su pérdida. Lo quiero recordar, personalmente, con este artículo que escribí glosando una de las mañanas en que lo visité en su residencia de san Basilio. 

"Ni la cárcel, ni una huelga de hambre de 16 días, ni recientemente el coronavirus, restó calidad humana a este hombre cabal e íntegro que ayer nos dejó a los 96 años sin ningún reproche: Como un bendito", ha dicho Beatriz Montero, una de las personas que mejor han conocido a Andrés en los últimos años y que más cerca han estado de él.

Hago mías esas palabras verdaderas de la periodista Beatriz Montero.

Hasta siempre, amigo. 

 

          FULGENCIO MARTÍNEZ (31/10/2020)


https://www.laopiniondemurcia.es/opinion/2013/09/28/visita-maestro-andres-salom/501167.html

 

 Un día es un día

Visita al maestro Andrés Salom

27.09.2013 | 21:22

Trabajo en el instituto Miguel de Cervantes, muy cerca de este periódico, en la avenida del escritor alcalaíno. Al barrio se ha venido a vivir, desde hace un año, Andrés Salom, el poeta y columnista de La Opinión. Ha hecho creer que está suficientemente mayor para que sea cuidado en una residencia de ancianos, y se las pasa en grande, el tío Andrés, leyendo al sol, por las mañanas, o a la sombra, si es verano, en la terraza de la residencia. Le recordé, la primera vez que fui a visitarlo, que le habría envidiado el mismísimo Pablo Neruda, quien hubiera cambiado el título de su obra Residencia en la tierra por el de Residencia en la edad de oro, y en vez de imágenes cortantes y duras, hubiera escrito de enfermeras con cuerpos dorados, de jóvenes y expertas doctoras de bucles divinos y de alguna jovencita filipina que pasea a su señora impedida por el patio, para que no falte el punto exótico a lo picante y vital del medio ambiente de la residencia.

Ésa deja una estela en popa que raya la mañana, dice el poeta.

De Andrés nunca he sabido su edad geológica; se instaló, desde que lo conozco, en una edad aproximada, fotográfica, de varón maduro. En una ocasión, hace ya quince años, en que asistíamos los dos a una cena donde debíamos pagar cada cual el cubierto, le oí tirar de su habitual ironía y, con su acento mallorquín, que no ha perdido a pesar de estar viviendo en Murcia desde que llegó con el infante Pedro allá en el siglo XIII, dijo a la camarera: «¿Qué, no hacéis una rebaja a los de la tercera edad?». A lo que la joven respondió: «Cuando se te note, Andrés».

Verdad es que otros días en que he ido a visitarlo le he notado algún signo que otro de haber entrado en tercera, pero lo mismo puede haber cambiado a una cuarta o quinta edad, porque este hombre es de raza longuínqua. Mantiene una lucidez de castor saltando por encima de la corriente de tiempo. Mucho tiene que ver con esa juventud perenne su afición constante a leer, porque no para de leer en la residencia, incluso lee en su memoria todo el rato, y te recuerda frases enteras de Rulfo o de García Márquez, o de la Yourcenar, que lee en francés.

Una tarde de Bando de la Huerta fui a visitar a Andrés a su domicilio, en una de las casas bajas del barrio del Infante; por allí empezaba el ronco tropel huertano. Y me lo encontré paseando con un libro por la acera de su calle: estaba leyendo una novelita francesa que le había traído de París Francisco Jarauta.

Mi más reciente visita al poeta y lector ha sido esta semana. Para mi sorpresa, me pidió un cigarrillo y se lo fumó enterito, con el mejor estilo de Bogart, delante de los médicos y enfermeros frente de nosotros en la terraza. Yo, que me estaba reprimiendo de fumar en el recinto, además de darle uno le puse en el bolsillo, con cierta clandestinidad, medio paquete de Pallmall: «Dosifícalos», le dije con cierta culpabilidad, cuando ya Andrés exultaba humo. «¿Qué estás leyendo, ahora, Andrés?», le pregunté, y me dijo que «una novela francesa que he encontrado en la biblioteca de la residencia»; y, como esperaba, también otras de García Márquez y de Juan Rulfo, el mexicano que solo escribió Pedro Páramo. «Cada vez tengo más claro que Gabriel es el escritor de nuestra época. Solo puede haber otro mejor: Juan Rulfo, pero escribió muy poco». Ya. Las novelas francesas las regaló Andrés a la biblioteca de la residencia de ancianos, junto con una buena parte de sus libros.

domingo, 18 de octubre de 2020

ESPACIO CULTURAL COLOMBRE, EN SEVILLA, CELEBRA EL XIII FESTIVAL INTERCUTURAL DE NARRACIONAL ORAL. INAUGURADA LA NUEVA TEMPORADA DE COLOMBRE

EN SEVILLA, ESPACIO CULTURAL COLOMBRE INICIÓ NUEVA TEMPORADA ayer sábado 17 de octubre con la celebración del XIII Festival Intercultural de Narración Oral de Sevilla (FINOS).

 


En esta edición se desarrollarán en ESPACIO CULTURAL Colombre mini-sesiones de cuentos para la familia y para público adulto, y que se desarrollarán a distintas horas, desde las 11:00 de la mañana hasta las 21:00 de la noche. 

 

El aforo de cada sesión estará limitado y como manda ya la nueva tradición estaremos cumpliendo a rajatabla todas las medidas higiénicas y protocolos de seguridad establecidos para mantener el virus a raya.

 

Toda la información sobre esa jornada del Festival FINOS está en su blog y en el portal entradium desde donde se pueden adquirir las entradas:

 

https://entradium.com/es/events/xiii-festival-intercultural-de-narracion-oral-de-sevilla-finos

 

lunes, 12 de octubre de 2020

La cultura judía del Este europeo.Una mirada necesaria. Crítica de Anna Rossell del libro de Israel Y. Singer "De un mundo que ya no está". AGORA DIGITAL OCTUBRE 2020/Bibliotheca Grammatica/La crítica de Anna Rossell

 


 

LA CULTURA JUDÍA DEL ESTE EUROPEO.

UNA MIRADA NECESARIA

 

Israel Yehoshua Singer

De un mundo que ya no está

Traducción del yiddish de Rhoda Henelde y Jacob Abecasís

Acantilado, 2020

 


 

                                                por Anna Rossell

 

Verdaderamente, Israel Yehoshua Singer (*Biłgoraj —Polonia—, 1893; m. Nueva York, 1944), polaco de origen judío, escribe sobre un mundo desaparecido como él lo conoció. Por ello este libro de memorias es un precioso documento, necesario para comprender el presente. Porque ningún presente es el que es sin su pasado.

Este autor de novelas, escritor en yiddish, lengua hablada por los judíos asquenazíes de origen alemán, formada con elementos del hebreo, el francés antiguo, el alto alemán y dialectos del norte de Italia, conoce a la perfección los ambientes y las tradiciones que describe, y nos los lega como un tesoro. Y son un tesoro, en una doble dimensión: porque la lectura de su libro nos permite entender numerosos personajes que han poblado la mejor literatura centroeuropea y también porque nos acerca a las culturas y subculturas judías, que, evolucionadas, aún perviven como reliquia. Sin ir más lejos el yiddish se conserva en las comunidades judías de Rusia, Lituania, Polonia y los EEUU.

Según consta en la Nota de los traductores que precede al texto, el libro formaba parte de un ambicioso proyecto de memorias, que debía ofrecernos una amplia panorámica de la vida y del entorno del autor. Su intención era escribir una trilogía de alrededor de mil quinientas páginas, de las cuales solo alcanzó a redactar los primeros veintidós capítulos, los que abarcan la vida de Singer hasta los trece años (1906), que ahora se publican.

Descendiente de una larga tradición de rabinos, hijo y nieto de rabinos, la infancia de Singer transcurre inmersa en la más pura ortodoxia religiosa. Su familia vive humildemente, si bien pertenece a una clase social de rango considerado superior por el cargo que desempeña su padre en la pequeña ciudad de Lentshin.

Como corresponde a los varones de las familias judías piadosas, Israel Yehoshua es educado en el estudio de la Guemará (segunda sección del Talmud) y de la Torá, una actividad que no se corresponde con su tendencia infantil al juego y a la expansión natural. Si bien ello no se exterioriza en brusca rebeldía manifiesta, sí es evidente la mirada crítica del niño que ve y juzga desde la distancia de quien no se identifica con unas prácticas a menudo rayanas en la superstición. Ello y el enrarecido ambiente provinciano de la pequeña ciudad condicionan la atracción del niño por todo aquel que viene de fuera, sobre todo de ciudades más grandes, o que rompe los clichés clásicos.

El hecho de que tanto el padre como el abuelo sean rabinos, en Lentshin el primero y en Bilgoray el segundo, ciudad esta última que la madre y los niños visitan los veranos durante varios meses, proporciona al narrador un conocimiento amplísimo del espectro de personajes piadosos que acuden a la casa de ambos rabinos en busca de consejo o de solución a litigios. Así el lector conocerá de primera mano sus preocupaciones, sus prejuicios, sus hábitos, su carácter y a sus familias. Sin embargo, dado el talante curioso de Israel Yehoshua y su predisposición al juego al aire libre, participaremos también de ambientes menos religiosos, más humildes, así como del enfrentamiento entre los jasídim (entre los que prima el misticismo sobre el estudio del Talmud) y los mitnagdim (estudiosos del Talmud). Asimismo, a través de ciertas escenas donde se producen encuentros entre judíos y gentiles, percibimos la mirada de los primeros hacia los cristianos de su entorno.

El libro, plagado de términos hebreos y yiddish imposibles de verter al español, viene acompañado de un glosario explicativo de todos ellos y tiene el valor añadido de estar traducido directamente desde el yiddish.

Del autor se han publicado también en España, en español, las novelas Los hermanos Ashkenazi (Ediciones B, 2003; Acantilado, 2017) y La familia Karnowsky (Acantilado, 2019).

 

© Anna Rossell

http://www.annarossell.com/

http://es.wikipedia.org/wiki/Anna_Rossell_Ibern

https://www.facebook.com/annarossellliteratura

 

 ÁGORA DIGITAL OCTUBRE 2020

sábado, 3 de octubre de 2020

ENCUENTROS CON LA POESÍA EN ORIHUELA, PUEBLO NATAL DE MIGUEL HERNÁNDEZ. TODOS LOS MIÉRCOLES DEL 7 DE OCTUBRE AL 2 DE DICIEMBRE DE 2020



Bajo los auspicios de la Fundación cultural Miguel Hernández y la Concejalía de Cultura de Orihuela se han organizado, un año más, los Encuentros con la poesía en la casa natal de Miguel Hernández en esa ciudad alicantina.

Este curso, obligados por la pandemia a encontrar mejores condiciones de aforo, los Encuentros se celebrarán en la Bibilioteca pública María Moliner, según nos informa su coordinador: el poeta José Luis Zerón Huguet.

Los recitales tendrán lugar los miércoles a partir del 7 de octubre, hasta el 2 de diciembre. Participarán 9 autores invitados.

Abre el fuego el poeta Joaquín Juan Penalva, el día 7 de este mes. Al que seguirán, en próximos miércoles, los poetas Mariano Sánchez, Fernando Mañogil, Fernando Pastor, Juana Marín, Fulgencio Martínez, Julián Montesinos, Helena Vilella y José Luis Rico.

 


REVISTA ÁGORA DIGITAL OCTUBRE 2020