Ángela Serna. Foto de Eduardo Blanco
ESA VOZ SILENCIOSA
(in memoriam)
Los escritores hacen la literatura nacional y los traductores hacen la literatura universal.
José Saramago
Con la concesión del Premio Princesa de Asturias a la escritora Ana Blandiana, la literatura rumana, la poesía, está más presente en las librerías de nuestro país. Y me pregunto cuántas veces habré leído a Emil Cioran, a Paul Celan, a Mircea Eliade... sin reparar en la presencia de esa voz silenciosa que ha sido puente entre tantas voces y yo. Estos días, me acerco a esa voz con la inocencia de la niña que, por primera vez, descubre un preciado tesoro.
Llevo años conviviendo con libros de los autores mencionados, o lo que es lo mismo, con quien propició su llegada a mi casa: Joaquín Garrigós Bueno, responsable, con más de cincuenta libros traducidos, de la introducción en España de buena parte de la literatura rumana, pues un traductor, sobre todo el traductor de una lengua de “circulación reducida”, hace algo más que reescribir un libro en otro idioma. Es el encargado de divulgarlo: Camil Petrescu, Mihail Sebastian, Norman Manea, Alexandro Ecovoiu, Max Blecher, Liliana Popescu, Denisa Comănescu son, junto a los nombrados más arriba, algunos de los autores que nos han llegado traducidos por Joaquín Garrigós directamente del rumano. Arduo trabajo el de acercarse a autores con miradas tan distintas y con ideologías tan distantes. De ahí que, como el actor, el traductor precise de la distancia necesaria para no ser devorado por los “personajes”, para no quedar atrapado del otro lado del lenguaje.
Como lectora, agradezco la generosidad de quienes se enfrentan a la compleja tarea de traducir, más si se trata de traducción literaria, concretamente de poesía. Algo así sólo puede hacerse por amor. Con todo, hay quienes, aún hoy, consideran que el traductor es un traidor: traduttore, traditore. Algo que no comparto. Considero que traducir es una vocación que surge, como en el caso de Joaquín Garrigós, “del amor a una cultura y a su literatura.” ¿Cómo puede ser traición entrañarse en aquello que dice un autor, incluso en aquello que el propio autor desconoce? No olvidemos que, como indica Octavio Paz, “el poeta no sabe cómo será su poema.” Y que, como señala Gamoneda, “sólo sabe lo que dice cuando está dicho.” Por lo que el traductor es una suerte de detective que descifra, resuelve misterios (aunque no los desvele del todo) y, como el escritor, también inventa, escribe y crea una obra nueva. Una traducción no es sólo cuestión de palabras, es el vehículo de una lengua y de una cultura, destinadas a ser recibidas en otra lengua y en otra cultura, sabedores de que la última palabra la tiene siempre la persona lectora.
El traductor dialoga con todos los “otros” que
habitan al escritor. El lector de una traducción, por su parte, se enfrentará,
además, a ese “otro” que es el traductor-autor. Y cada texto será para todos
ellos “un lugar en el que uno deja de ser quien pensaba ser.” (Mariano
Peyrou). El lector de un texto traducido entra en la obra (en nuestro caso,
el poema), ese no-lugar de múltiples “voces”, re-creándolo desde la propuesta
del traductor; sabiendo que el poema, como dice Chantal Maillard, “no es
lo que aparece escrito en el papel… Es una huella. Una marca que en cada sujeto
quedará impregnada de manera distinta.” Sabiendo también que el sentido surgirá
en la lectura: un itinerario que va desde el autor, pasando por el traductor,
hasta llegar al lector, configurando así, con-formando, el palimpsesto que
somos.
¡Qué dicha saberme parte de esos universos que Joaquín Garrigós fue creando desde la palabra otra, desde ese lugar de lo no explícito en el que se mueven el autor y el traductor cuando de literatura se trata: un lugar desde donde crear, re-crear, escribir, re-escribir una obra tejida, en primera instancia, por otro.
Desde ahí, y aunque desconozco todo sobre la lengua rumana, no puedo dejar de sentir fascinación por la música que, una vez traducido y recitado por Elisabeta Botan, resuena en uno de mis poemas, el titulado “relojes blandos”, una reflexión sobre el tiempo que hoy quiero dedicar a Joaquín en agradecimiento a su labor.
Juan Ramón Jiménez cantó el definitivo viaje: se quedarán los pájaros cantando. Y tu silenciosa voz, Joaquín, se hará nueva cada año. Gracias. Multumesc, până pentru totdeauna.
Ángela Serna
"RELOJES BLANDOS", POEMA DE ÁNGELA SERNA.
TRADUCCIÓN AL RUMANO POR ELISABETA BOTAN
Ilustración de Francisco Serrano Díaz
Relojes blandos
A Joaquín Garrigós
Se pliega el tiempo a tu paso
frente al horizonte.
Ya no dice las horas.
Quebrado por el aire
sólo espera que alguien
deposite en la arena
un segundo absoluto
de soledad.
Descansa el tiempo; duerme
añorando el camino.
Sólo el cielo
anuncia la llegada
de las horas dormidas,
presentidas junto al mar:
más allá de la roca que separa
su deseo de tu nostalgia.
Ángela Serna
(Otoño en Gasteiz)
Ceasuri moi
Lui Joaquín Garrigós
Timpul se pliază la trecerea ta
prin fața orizontului.
Acum nu mai anunță orele.
Fărâmițat de aer
așteaptă doar ca cineva
să depună în nisip
o secundă absolută
de singurătate.
Timpul se odihnește; doarme
purtând dorul drumului.
Numai cerul
anunță sosirea
orelor adormite,
presimțite lângă mare:
dincolo de stânca ce separă
dorința lui de nostalgia ta.
Traducción al rumano: Elisabeta Botan
Ángela Serna es salmantina de nacimiento y vasca de adopción. Entre sus libros publicados se encuentran: De eternidad en eternidad; Luego será mañana (en otra habitación); Definitivamente polvo; PASOS, el sueño de la piedra / Urrastsak, harriaren loa; La desmesura del círculo / La démesure du cercle; Máscaras para no enloquecer; Cómo salir del palimpsesto (retrato de un poeta); No todo es haiku; Ese lugar llamado Nunca...
En imprenta su libro Ser tierra un día-¿Quién es esa mujer que en tierra escribe?, segundo volumen de la Antología iniciada con Ser palabra desnuda- ¿Quién es esta mujer que pasa?
Elisabeta Boțan (1972, Rumanía) escritora, traductora y gestora cultural. Miembro de la Asociación Colegial de Escritores de España. En el año 2002 se establece en España y en el 2012 gana algunos concursos literarios de poesía y relato breve en español. En 2019 recibe el tercer galardón en la sección de poesía de lenguas extranjeras del Premio Clemente Rebora, Roma.
Ha publicado tres poemarios, Dimensiones, Egometría, Vuelo entre dos mundos, siete libros traducidos por ella y su obra está incluida en numerosas antologías del ámbito nacional e internacional. Desde hace años colabora con importantes revistas culturales, de lengua rumana o española de diversos países. Gran parte de sus poemas han sido traducidos al inglés, francés, italiano, chino, griego, árabe y catalán.
Coordina la antología virtual HORIZONTURI POETICE -HORIZONTES POÉTICOS, que abarca más de 1500 traducciones que ha realizado ella misma. Organiza y coordina el Festival Internacional de Poesía Horizontes Poéticos de Alcalá de Henares y otros eventos culturales.
Francisco Serrano Díaz. Cataluña-Córdoba. Artista multidisciplinar con
especial sensibilidad hacia la plástica en todas sus manifestaciones.
También hacia la música, incluida ahí su capacidad para construir
instrumentos antiguos y modernos de los que consigue el mejor de los
sonidos.
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