Idoia Arbillaga. (Fotografía de Sofía Santaclara)
IDOIA ARBILLAGA
EL PÁJARO Y LA LUZ (y otros poemas)
EL PÁJARO Y LA LUZ
(A Andrés Salom)
Los escombros del alma
ocultan las voces que ya no suenan.
En el barrio sur un pobre pierde piel
y escamas y calcio, cada día
es leche de asfalto de un barrio del norte.
Hoy se ha invertido el trapecio de la noche:
cuchillo de mar abierto
y una voz de hueso
lo regresa al puro humo
de la verdad.
El hambre.
La muerte.
Su muerte.
Y más nada.
¿Cómo, entonces, todavía,
el pájaro de su alma
canta al abismo e inquiere la luz?
(Inédito)
REGRESIÓN
Agua que desanda el camino y asciende el cauce.
Piedra que vuelve a la bóveda inicial.
Llama que se hace brasa y de nuevo madera,
y antes árbol invertido que exhibió sus raíces.
Tierra que desmenuza las cumbres y abre montañas
hasta hacerse arena.
Huracán que es vendaval,
antes mera brisa, aire estanco,
y otra vez vacío.
Resplandor que ama y acoge:
bajo las alas de un pájaro,
pulso del átomo primo.
Explosión que implora, antes de encogerse
hacia lo que era Uno.
Disolución de las formas, de las palabras,
de la mente que mira y la boca que habla.
Soledad del testigo, sin su creación.
Nada.
Entonces, el brillo cenital
entre los pliegues,
cristales de esperanza en el nuevo inicio.
Sólo amor.
Origen.
(Inédito)
VERTICAL EN LA INTEMPERIE
En el erial eterno de la muerte
mi amor será una estaca de madera
clavada vertical en la intemperie.
Cuando la bruma débil la ilumine
el trazo de su sombra alargará,
remoto su reflejo al infinito.
Mi amor te seguirá, una sombra mansa
que abandone la ciudad,
soñando tus tobillos tan livianos.
Por más lejos que vayas en tu muerte
mi sombra será sombra de tus restos,
mis yemas serán cauce de tu alma,
mi piel la senda firme hacia tu cuerpo.
(De Creación y vacío, Huerga & Fierro, 2020)
La muerte es un baño de mercurio
que te unge al nacer.
Funde en nieve tu esqueleto,
llena tu piel de sed azul.
La muerte es irreal
como la vida.
(De Creación y vacío, Huerga & Fierro, 2020)
DESATINO
Si yo hubiese querido ser tu dueña
no hubiera abandonado mi armadura
ni hubiera abierto ya mi sepultura
dejando allí mi fe con mi conciencia.
Si yo hubiese cubierto mi trinchera
cuidando mi razón, tu sin cordura,
no hubiese sido pasto de locura,
víctima de tu beso-enredadera.
Hoy en cambio tendré la puerta estanca,
sembraré con espinas el camino
quiero darte de bruces en mi tapia.
Aunque también me sé en el desatino:
Mi vigilia es un sueño que no acalla
tu regreso a mi piel y mi capricho.
(De Los márgenes del agua, Ediciones Tigres de papel, 2014)
CONFIESO…
Te pedí que no vuelvas, y hoy me llamas;
incendias de huracanes mi velero.
De amores a tus pies, el mundo entero
te colma de bellezas que te aclaman.
Te escribí que tu amor ya no me alcanza,
lo nuestro fue un idilio de un invierno.
Renuncié a hacerte gozo en paralelo,
no puedo hacerte un nido en mis escamas.
Se irá tu corazón apaciguando;
paciencia, si hay dolor nunca premura.
Si sientes que el rencor ya te ha alcanzado
no olvides el sabor de mi cintura;
y aunque sólo tuvimos unos ratos,
confieso, vida, al fin, que sí fui tuya.
(De Los márgenes del agua, Ediciones Tigres de papel, 2014)
ALACRÁN
Como un ancla oxidada en mi jardín de espigas
reposando poderosa sobre mi hierba más fértil,
como un leño prisionero del castor que alimenta,
un perro ciego y perdido, sin correa ni collar,
como un salto que sabe a foso
o una frenada tardía,
tirabuzón indomable
clavado dentro de mí,
así es tu recuerdo.
(De Pecios sin nombre, Pról. Á.L. Prieto de Paula, Amargord, 2012)
INMERSIÓN ATLÁNTICA
No hay un lugar más seguro
que el fondo del mar.
Virilidad exquisita.
Inmersión.
Criatura de vértigo,
y su azul afilado con guiños de la muerte.
Silencio de metal mientras me posees.
Sensual silencio.
Otro pez acaricia mi corazón gastado,
me revela verdades que me quedan muy anchas.
El silencio del mar, en su fondo, apabulla,
te susurra los vértigos que en tu escafandra moran.
-10... -20... -30... -35... -40...
Caes.
Caes.
Caes.
60 pies de océano aprietan mis caderas.
El fondo te aguarda
con su danza que agita las mareas del alma.
Ya estoy abajo, entras en mí.
Soy yo misma y no soy
al fondo del azul.
Un descenso lánguido
en las plumas del silencio.
Animal viscoso entregado a la lujuria,
azotar de olas y acantilados ebrios.
(Pecios sin nombre, Pról. Á.L. Prieto de Paula, Amargord, 2012)
Idoia Arbillaga Guerrero (Cartagena, España) es profesora, crítica de Literatura y Cine, y autora de la novela En el fondo, un crimen (Huerga&Fierro, 2023); de los poemarios Creación y vacío (Huerga&Fierro, 2020), Los márgenes del agua (Tigres de papel, 2014), y Pecios sin nombre, (Amargord, 2012); y de los ensayos Estética y teoría del libro de viaje (Analecta Malacitana, 2005), y La literatura china traducida en España (Univ. Alicante, 2003). Su obra figura en antologías poéticas y otras obras conjuntas. Colaboradora en prensa divulgativa, especializada y en radio.
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