POETAS EN HOMENAJE A ANDRÉS SALOM
CEMENTERIO DE GAUCÍN
1
La calma paz se amansa
de estos cuerpos tendidos,
tan lentos se deshacen
y pudren lentamente
ocultos entre rocas.
Exhalan entre las flores
la llama que recrean,
amortiguada, leve,
tenebrecida el alma,
cuando abatido el día
las desnudas riberas del ocaso
de púrpura se tiñen.
2
A Ti, Señor, boscaje de espesura,
paz interior que al alma llega y canta
desde su misma entraña.
A Ti, Señor, mi súplica,
con devoción tranquila,
mi cuerpo serenado,
esta quietud del alma.
3
Señor, Tú esperas siempre,
y del campo recoges la cosecha
cuando el tiempo es cumplido.
Habla el Amor despacio,
en horas detenidas.
4
¡Dios mío, fulge el fuego
y tu misericordia
se extiende por los montes,
al corazón se ciñe
y leve tiñe un oro
de infinita belleza,
la tenue levedad
que sostiene los seres
desnudos, sin palabras
o signos que los nombren!
5
…Y en la luz amaré
dentro del corazón,
si con dolor al fin
el velo cae y rasga
el alma trasmutada,
el paso, el aire, el verbo…
6
Me entregué a la belleza
con mis manos desnudas.
Habitaba los seres
Dios y la luz que, inmensa,
en su aire los envuelve.
7
No espero más nada
sino la luz tranquila
del día.
Estas piedras
en las que el alma se engrandece
al contemplarla,
y se vuelve, como ella, pura.
Jesús Cánovas Martínez es poeta, filósofo y narrador. Nació en 1956 en Hellín, Albacete. Profesor de filosofía. Entre sus libros de poemas, destacan A la desnuda vida creciente de la nada, Estridularia, Transluminaciones y presencias, Otra vez la luz, palomas, Convocada soledad, Soy de tierra, también de cielo, y canto. Ha publicado las novelas El quinto camino y El baboso, también es autor de una interesante serie de libros de relatos titulados Aires del sur. Premio Nacional Ciudad de Hellín de Cuento, Premio Nacional de Poesía Aurelio Guirao de Cieza (Murcia) y Premio Nacional de Poesía José María Cano de Murcia.
Jesús Cánovas Martínez
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