REALISMO MÁGICO
Publicado en La Opinión de Murcia, sábado 12-4-2014
http://www.laopiniondemurcia.es/opinion/2014/04/12/realismo-magico/551306.html
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“Buda, Yahvé, Mahoma -vaya trío-”, o sea, Carlos Collado, Ramón Luis Valcárcel y Alberto Garre. El marco y la ocasión merecían la reunión de los tres políticos murcianos. Faltó el breve Hernández Ros, sin olvidar a la expresidenta María Antonia Martínez, recordada en los ejemplos escolares del mal uso de la gramática. "Habían" tres varones políticos, pues. Así quedará bien reflejada en la memoria personal y en las hemerotecas la continuidad institucional. Con esa escenificación, a la que se prestó encantado de conocerse el primer Presidente Regional, el profesor Collado, quedaron patentes dos cosas: una, que a falta de legitimación por los votos ciudadanos del nuevo Presidente Alberto Garre bastaba con presentar una “imagen” de continuidad de la institución, y para ello –qué poco originales somos los humanos- era suficiente con escenificar el concepto por medio de una imagen, la que hizo visibles en el mismo lugar las presencias y las figuras de los tres citados; y dos, que dicho juego escénico era más importante, al fin y al cabo, que los discursos que se pronunciaban en la sesión parlamentaria donde el candidato y a la sazón Presidente electo in pectore, conocida por todos su elección a digito, iba desgranando su programa de Gobierno. Por supuesto, también mucho más importante era aquel símbolo de continuidad como remedo de legitimidad democrática que las casi palabras de amor de la oposición socialista y de izquierdas en general, palabras de suave crítica que apenas traslucían un mínimo de la frustración y la rabia que siente el murciano de la calle cuando hablas con él de política, de economía o de la sopa: da igual. La Asamblea Regional, que ocupa un puesto muy alto en el ranking de falta de transparencia de las instituciones, daba cobijo a un relevo de poder con la más oscura, democráticamente, de las ceremonias. Una ceremonia de institucionalismo democrático mágico.
Y allí estaba
Collado, quien con su pasividad hundió el socialismo murciano para los restos.
Allí las sombras de las corruptelas políticas y económicas de unos y otros, de
cualquier signo, no llegaban; porque todo era noche, oscuridad democrática,
cerrado y representación.
Es cabal que el nuevo don Vito mantenga en la falda del
Gobierno a dos imputados por la Judicatura. ¡Qué más da! Duerme bien quien no
tiene conciencia, o la tiene tan ancha como una sera -y me refiero ahora a
cualquier político profesional de estos de los partidos que nos robaron la democracia
desde estos años atrás. No es metáfora: robaron y roban, y no devuelven lo
robado. ¿Usted le dejaría las llaves de su casa a alguien imputado de afanar lo
público? No, al menos, si tiene niños que comen todos los días; supongo que es
más prioritario eso que mantenerle su confianza.
Y en medio, estaba también el saliente Presidente Regional,
camino de Europa, como quien dice, con una maleta hecha para el viaje y otra
que deja en casa, con la deuda más impresionante que haya dejado Presidente
alguno, si exceptuamos, quizá, a varios de club de fútbol.
En fin, todo un documento histórico, el pasado lunes, de los
que verán nuestros nietos cuando estén aún pagando, por nuestros malos votos y
nuestros silencios cómplices, las rajadas y las púas que dejan estas tres
figuras de panteón –donde falta Cristo, por cierto- pero donde está (como diría
Ángel González) “todo lo que en la
sombra manipula,/ compromete, corrompe, traza, borra/ el devenir de la
existencia humana”. O más modestamente (digo yo) donde está la incertidumbre de
nuestra jodida existencia. De nuestra supervivencia los cada vez más largos
treinta días hasta fin de mes, peor llevada y peor cabreada cada día más.
Cómo la magia sustituye a la idea y a la realidad –al límite,
también a las palabras reales, sustituyéndolas por la elocuencia de la imagen,
enmudeciéndolas por tanto- es lo que quiso expresar el poeta Ángel González con aquel verso de su poema "Realismo mágico": “Buda,
Yahvé, Mahoma –vaya trío”: las religiones vienen a corromper una sincera
relación del hombre con el Misterio. Lo mismo ocurre en la política y con los
políticos partidistas; estos han desacreditado el noble y transparente
ejercicio de la política. Confiemos en que vendrán hombres más jóvenes para
barrer la casa.
Fulgencio Martínez
Profesor de Filosofía
y escritor
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