DOS POEMAS INÉDITOS DE JOSÉ LUIS ABRAHAM LÓPEZ
Algo que estuvo en mis manos
lleva hoy el aire esmaltado en su prodigio.
Y parece otro su son.
Tan sencillo gesto no cabe en un papel como este
aunque deje los balcones abiertos.
Este paisaje recortado en la ventana
contiene todo a lo que puede aspirar el alma.
Con él podría retirarme del mundo y su fantasía.
Así, intacto y permanente, para cuando necesite de calma,
o del ritmo imposible de pájaros insomnes.
¡Qué olor a brisa salada,
el sueño de la tarde chapoteando en el óleo terso del cielo
como un tambor silenciado
en las manos de un niño!
Consagra el tiempo que te queda al arte y al misterio;
o al misterio del arte.
Y entrega como una ofrenda tus versos tallados,
tus palabras y actos
a algo más digno que a la podredumbre humana.
José Luis Abraham López (Cartagena, 1973) es doctor en Filología Hispánica. Es autor, entre otros títulos, del ensayo Antonio Oliver Belmás y las Bellas Artes en la prensa de Murcia. Se ha encargado de la edición crítica de Recuerdos del Teatro Circo; Recuerdos del Teatro Principal de José Rodríguez Cánovas; Más allá del silencio; Los ojos de la noche; Viento en la tarde de Mariano Pascual de Riquelme; Infierno y Nadie: antología poética esencial (1978-2014) de Antonio Marín Albalate, etc.
Como poeta ha publicado A ras de suelo, Asuntos impersonales, la plaquette Golpe de dados, Somos la sombra de lo que amanece y Mis días en Abintra. Colaborador de Ideal en clase con artículos de opinión y reseñas de novedades literarias.
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