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miércoles, 2 de octubre de 2024

Ángela Mallén: "Motel Milla Noventa". Por Rosa Lentini. Avance de Ágora N. 29. Nueva Col. Otoño 2024 / Vitrina de libros /Actualidad literaria


           Rosa Lentini y Ángela Mallén. (Presentación de Motel Milla Noventa)

 

La semana pasada fue presentado en Castellón el libro de poemas de Ángela Mallén (Alcolea del Río, Sevilla) Motel Milla Noventa. La poeta y editora Rosa Lentini (Barcelona) fue la presentadora. 

Gracias a las dos poetas por el texto con el que el libro se vuelve a presentar a los lectores de Ágora.

 

                                                               Portada de Motel Milla Noventa, de Ángela Mallén (El Desvelo ediciones, 2024)
 

 

 

 

 ÁNGELA MALLÉN: MOTEL MILLA NOVENTA

 

Por Rosa Lentini

 

 

Este libro es el relato no de un encuentro sino de una ruptura, o mejor, de una despedida cuando la ruptura ya se ha dado, cómo lo viven sus dos personajes Xenia (en griego hospitalidad) y Nostos (la palabra griega para viaje, partida, pero sobre todo retorno. Nóstos, además, es la raíz de nostalgia), esto es la mujer que se queda en tierra y el camionero que parte, que no son sino personajes provenientes de La Odisea, Ulises y Calipso. No sé hasta qué punto Ángela Mallén es consciente de lo que ha hecho con su libro, pero su Calipso no solo me recuerda, sino que me lleva, directamente, a Helena en Egipto de la norteamericana Hilda Doolittle, del que se ha dicho que es la versión “femenina” de los Cantos de Pound, aunque el libro de HD fuera escrito y publicado antes. En él se explica la versión de una Helena de Troya no como causante de la guerra sino como peón de una guerra entre hombres. Por primera vez se trata de un libro completo revisando un mito masculino desde el punto de vista de una mujer.

Motel milla noventa (El Desvelo ediciones, Santander, 2024) también me remite a otro libro de la canadiense Margaret Atwood, me refiero a Los diarios de Susanna Moodie, libro que leen los niños en la escuela de una famosa pionera canadiense, otro mito, este más moderno, de cómo la soledad y la extranjería de una mujer emigrante van haciendo mella en su personalidad.

Ambos libros nos hablan de dos mujeres solas enfrentadas a su destino, la una como supuesta generadora de la guerra de Troya, la otra en la aparente integración en un nuevo mundo a una comunidad de la que no se siente partícipe.

Otro ejemplo más contemporáneo serían los poemas sobre la diosa del inframundo Perséfone y especialmente la suite lírica de Fedra, de la catalana Rosa Leveroni, el mito de una Fedra raptada por Teseo tras abandonar a su hermana Ariadna, que fue la que lo sacó del laberinto de Minotauro.

Así, Ángela Mallén se inscribe dentro de la modernidad, entre las demarcaciones de la poesía moderna escrita por mujeres, en la que los mitos clásicos son revisados desde una nueva óptica de mujer, en este caso el mito de Calipso, una mujer joven, casi una adolescente, que encuentra a Odiseo medio moribundo en la playa de Ogigia. Y aunque Ulises vivirá con la diosa muchos más años que con su propia mujer Penélope, algunos dicen que es la verdadera esposa del viajero impenitente, la abandonará no por una desatención o deslealtad de ella, sino por una necesidad de él de reconquistar lo que era suyo y tenía por asegurado, es decir por honor o simplemente por hábito. En Motel milla noventa es lo segundo, porque el viaje para Nostos es el único amor al que le es verdaderamente fiel. El libro podría llamarse también LAMENTO DE CALIPSO, en una de sus partes, el llanto de una mujer abandonada que se sobrepone, recordemos que el libro se compone de dos partes, anverso y reverso del libro.

Repeticiones, imágenes oníricas, musicalidad, son algunos de los méritos del libro, pero igualmente riqueza de vocabulario, capacidad escénica, sinceridad gracias al uso de la máscara poética, partición de la frase, incluso el poema en prosa. Así como de algo más difícil, capacidad de relacionar imágenes, de concatenarlas en su derivación y causalidad y no tanto en su contigüidad. En todo momento hay un propósito y no un dejarse ir de la frase. Y hay una integración de las imágenes con elementos modernos que es uno de los elementos más arduos en poesía. Nos dice la poeta “tuitear un verso perfecto” y podría quedarse ahí, pero continúa: “hay tanta belleza en la brevedad”, construyendo así una pequeña poética. Ángela Mallén usa la misma cualidad que decían que tenía Picasso con las formas, la de ser una esponja, en este caso, del lenguaje.

En cuanto a la capacidad de atrapar mundos se parece a la poeta judía Gertrude Kolmar, la prima del filósofo Walter Benjamin, una mujer joven que no conoce más mundo que el de su tierra y por tanto se ve atrapada por la imaginación creativa de otros mundos y países, así como Calipso se ve atrapada en el amor del viajero, en este caso, de un camionero, colocando el mito clásico en una realidad temporal de hoy, de ahí que se titule Motel milla noventa, ese alto en el camino de Nostos / Odiseo, el camionero que tras descansar unos días retoma su camino de vuelta a casa.

        ¿Qué destacaría yo ante todo del libro? La capacidad de la poeta de describir una intensidad amorosa, más que erótica, y con palabras y referencias de la modernidad que salen a flote donde otro poeta más avezado fracasaría, Ángela Mallén lo consigue con su juego de antagonismos, de contrastes, decir aquello y su opuesto, como una forma de resaltar la vida en su contradicción, un juego de palabras que encuentran su lugar preciso “llevo colgada al cuello la ventana de esperarte” nos dice Xenia / Calipso, o “la mañana ha encendido su lámpara de led”, un libro, por lo demás, lleno de pequeñas poéticas, que lo hacen precioso para los ya iniciados “Trato de hablar de las cosas que se mueven bajo la lluvia de toda la vida”.

        Ángela Mallén también es poseedora del mundo alucinado de las dos Alicias (la de En el país de las maravillas y la de A través del espejo) “Soy la oruga fumona de la dársena” dice.

      Aunque Calipso se va desdibujando entre la ciudad y el puerto, salta finalmente del barco que la alejaba de su costa para volver a casa, o lo que es lo mismo, para volver a sí misma.

        Si Xenia es el sentimiento, Nostos es el relato de las luces y las sombras de un hombre frágil muy parecido al duque de Mantua de Rigoletto, imágenes rápidas, fílmicas, de posadas, moteles y carreteras, es el relato de un corazón cambiante y por tanto volátil.

        Para acabar destacaría, en un poema que me dedica y que habla acerca de la verdad en poesía y de su cercanía con lo real, lo que dice la poeta de ello: “No hay palabra que valga si no ensarta la estrella que nadie nombra y el barco que nadie espera”, esta es la grandeza de escribir, escribir no lo que el lector espera escuchar, sino lo que no sabe todavía que necesita escuchar.

 

 

 

Rosa Lentini es poeta, traductora, crítica y codirectora de Ediciones Igitur. Autora de más de una docena de títulos de libros de poesía, desde el primero, publicado en 1994: La noche es una voz soñada. Algunas de sus últimas publicaciones poéticas son: Tuvimos (Madrid, 2013), Poesía reunida. 2014-1994 (Barcelona, 2015), Hermosa nada (2019), Fuera del día (2022), Hablando de objetos rotos (Plaquette, de 2023), y Antología inversa (2023). Ha publicado también traducciones literarias y es coautora, junto a Francisco Rico, de la antología Mil años de poesía europea (2009). Más información en Wikipedia:

https://es.wikipedia.org/wiki/Rosa_Lentini

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