Alma Ajmátova, pintada por Olga Della-Vos-Kardovskaïa (1914)
TRES POEMAS INÉDITOS DE JOSÉ LUIS MARTÍNEZ VALERO
LA CERILLA
Se cuenta de Ajmátova, poeta,
de alta figura hermosa y
rostro propio de un Greco.
Retratada por Modigliani
con quien pasaba horas de charla
sobre aquellos bancos del jardín de Luxemburgo.
¡Lejanos años desaparecidos
tras la Gran Guerra!
Cuando los poetas morían fusilados
en las mismas cárceles o bien mientras
respiraban el aire fresco de los barrancos
como si hubiesen ido de excursión
en aquella trágica Granada.
Decía que, años después,
cuando en voz baja leía sus versos,
sordo susurro,
para que los micrófonos
no captasen sus palabras que caían
en aquel pozo como lágrimas.
Se cuenta que siempre tenía a mano una cerilla
con la que, tras la lectura, quemaba
sus textos tristes,
cuyas cenizas conservaban
el oscuro frío de los años.
Quemar palabras era un gesto
de libertad.
Pues mientras ardían, quedaban grabadas
en la memoria para siempre.
En la calle el invierno helado
ocultaba bajo la nieve
entre grises pisadas las cenizas.
LAS PALABRAS
¡Oh las palabras!,
rayan como diamantes,
cortan la piel más fina
también la piel más dura.
Todos las emplean, pero no siempre las conocen.
A menudo caen en un saco roto,
se esparcen como algas sobre la playa
y, hasta que el sol las seca,
huelen a sal, a yodo, a cieno.
Esa palabra que no se dice con palabras
significa más. Esa, nadie la oye.
Por eso escribo,
me gusta el sonido de las palabras,
sordo y mudo, sobre el papel.
MALDITO MARCEL PROUST
Maldito Marcel Proust
tú siempre a vueltas con la memoria,
has creado una escuela de elegíacos
y sentimentales que añoran los años
que pasaron al borde de la posguerra
y piensan que su infancia,
o su infamia,
siempre dorada permanece,
junto al ocaso de sus vidas.
Maldito Marcel Proust
Excelso gustador de magdalenas
Impenitente bebedor de té,
yo te maldigo
por tu constante recordar
que ha infectado de memorias
tristes, de elegías hímnicas,
toda la poesía,
hasta tal punto que hoy nadie
abre su alma o su poema
sin contar lo que comía
o qué cosas olía en su infancia
rancia como tocino,
y espesa como un vino hecho en casa,
argamasa de este olvido
que confunde las cosas que han sido
y su recuerdo que no pasa.
Maldito Marcel Proust,
yo te bendigo, porque
eres el testigo preciso
que cierra este proceso.
Enero, del año dos mil ocho,
centenario de nuestra Independencia.
José Luis Martínez Valero nació en Águilas, en 1941. Es catedrático emérito de Literatura. Poeta, narrador, ensayista. Ha publicado recientemente el ensayo Antología del Veintisiete en Murcia (Ed. La Fea Burguesía, 2024), y con anterioridad, entre otros libros: Poemas (1982), La puerta falsa (2002), La espalda del fotógrafo (2003), Tres actores y un escenario (2006), Tres monólogos (2007), Plaza de Belluga (2009), La isla (2013), El escritor y su paisaje (2009), Libro abierto (2010), Merced 22 (2013), Daniel en Auderghem (2015), Puerto de Sombra (2017), Sintaxis (2019) y Otoño en Babel (2022, ed. La fea burguesía, Murcia). Ha sido guionista en los documentales: Miguel Espinosa y Jorge Guillén en Murcia. También es un notable aguafuertista e ilustrador.
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