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jueves, 13 de junio de 2024

FRANCISCO JAVIER DÍEZ DE REVENGA: GABRIEL MIRÓ, MAESTRO DE LA MODERNIDAD. Artículo de José Luis Martínez Valero. Ágora n. 28 Verano 2024. Bibliotheca Grammatica/ Ensayo

 



FRANCISCO JAVIER DÍEZ DE REVENGA:

GABRIEL MIRÓ, MAESTRO DE LA MODERNIDAD

 

 

Francisco Javier Díez de Revenga

Gabriel Miró, Maestro de la Modernidad

Mirto Academia, Granada, 2023

 

 

            Por José Luis Martínez Valero 


Querido amigo:

Quisiera escribir estas notas a modo de carta, porque todo tu libro se puede concebir como un diálogo con Miró, especie de correspondencia contra el olvido. 

Tras su lectura me he preguntado: ¿cuál es la función de la crítica? Trataré de responder. El libro, que permanecía como un bloque de mármol sobre la mesa, se ha convertido en una porosa, transparente superficie en la que podemos entrar. La verdadera crítica capta lectores, no se trata de una escritura cerrada, que colocamos junto a la obra, sino que se constituye como lente que multiplica.   

La respuesta sería doble, primero se ofrece un hallazgo. Corresponde al buen crítico abrir la puerta, iluminar la escena, nos deja ver, indica un camino, luego descubriremos que él ya no está, aunque no se ha ido. La segunda, corresponde al lector. Ahora, tiene que recorrer ese camino. El crítico permite que, quien lea, prosiga esa luz que despeja las sombras y, el libro aparece como un campo nuevo, que contemplamos desde la altura de un cerro, hasta nosotros llega el olor del trigo recién segado, el murmullo lento del agua que cae en la fuente.

Leído tu estupendo libro, comentarios y notas que sitúan al Miró escritor y el estudio de sus críticos, has reunido textos difíciles de encontrar que aquí recobran su sentido. El primer capítulo, el de los textos olvidados, la partida de Vicente Medina, su exilio económico.  Ese paisaje a la vuelta del Malecón, estamos a principio del siglo XX, septiembre de 1908:

 

De los huertos monásticos y señoriles asoma la afilada lanza de un ciprés, el largo cuello de una palma, y sube hasta el azul el sueño de una torre que tiene gracia y misterio de beldad de leyenda…Tocan las campanas; y cae la vibración, ancha y fuerte, sobre las plazuelas y calles retraídas, y pasa y vuela el sentido dulcificado y melancólico como una lenta ave, como una brisa de religión…

 

Las noticias y correspondencia constituyen un relato que nos introducen en el hacer del crítico, ocurre que el lector se descubre como colaborador de esa pesquisa que aclara y establece conexiones.

Has dotado a los textos de una atmósfera narrativa que elimina la niebla del tedio. Leemos, a través de tu lectura, el texto mismo, sin que  reste libertad interpretativa a tu lector.  

Se contradice al artículo de Ortega y Gasset sobre “El obispo leproso”, cuya ambigüedad entre la perfección de sus textos y su presunto desconocimiento del canon novelístico, como si por gracia divina estuviera en el secreto de  ese dogma que todo escritor guarda y, como quien rechaza un plato en el restaurante, tras elegir otro, relativiza su elección. Si el Señor Cuenca no hubiese muerto quizá habría sonreido y, al poco, olvidado ese ataque, consideraría que sólo era una broma de mal gusto, que casi cierra con estas palabras: Como no hay tiempo, ni espacio, ni paciencia, más vale concluir reconociendo que no he dicho nada sobre Miró.  

El magisterio de Gabriel Miró sobre Carmen Conde y Antonio Oliver queda claro en esas cartas donde se solicita la dedicatoria para su reciente libro: “El obispo leproso”. Los consejos sobre el trabajo posible. El intercambio de estas notas dota al texto de una agilidad casi conversacional. La relación entre escritor y lector se muestra como íntima, próxima, cordial.

El crítico muestra el mejor camino para la lectura, aquellos que admiraron a Miró, no se presentan como una exaltación vacía, entusiasmo transitorio, sino que, con su constante atención, centran la lectura, consolidan, confirman un diálogo fecundo.

El lector recibe las llaves que abren las distintas obras, mientras el crítico se oculta entre las páginas.

 

 

 

José Luis Martínez Valero nació en Águilas, en 1941. Es catedrático emérito de Literatura. Poeta, narrador, ensayista. Ha publicado recientemente el ensayo Antología del Veintisiete en Murcia (Ed. La Fea Burguesía, 2024).

 


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