CRÍTICA DE RUBÉN CASTILLO
Cancionero y rimas burlescas
Publicado el 05 octubre 2014 por Rubencastillo
Del
vigor poético de Fulgencio Martínez (Murcia, 1960) no creo que quepan
dudas razonables, habida cuenta del número de sus publicaciones
recientes. En 2009 publicó León busca gacela; en 2010 hizo lo propio con El cuerpo del día; en 2012 nos entregó Prueba de sabor; en 2013 le tocó el turno a El año de la lentitud; y en 2014, este delicioso, profundo y a veces gamberro Cancionero y rimas burlescas.
El ritmo de publicaciones es tan anonadante como envidiable. Ya desde
uno de los poemas iniciales del volumen (“Un furtivo deseo”), el autor
ya nos deja una muestra del tono irónico y demoledor que imprimirá a
algunas de las composiciones que contiene: “Prescindiré de mis
expectativas, / me bajaré los humos, iré a clases de yoga: / o me haré
católico, amoral, imbécil, poeta lírico; /o (y no es lo último ni más
abyecto que estoy dispuesto a hacer) / me leeré un libro de Prada
creyendo que es buena literatura” (p.17). Pero que no se entienda que
este tipo de pullas las reserva para el mundillo literario. Véase
también el modo en que carga de dinamita las “Letrillas de la crisis
completas”, un bravo poema de larga extensión dedicado a indicar los
aspectos más negativos del antiguo rey Juan Carlos I. Se inicia con dos
versos incendiarios (“¿Quién va de Corona a Corina / y no pierde su
Majestad?”) y contiene estrofas tan incisivas como ésta: “Está España
hecha unos zorros, / (es literal), de zorros llena. / ¿Quién no ve la
patria deshecha / y la Hacienda en camisón? / -El Borbón”. Las burlas
se extenderán también a políticos (Luis Bárcenas, Mariano Rajoy, María
Dolores de Cospedal) y, en general, a la situación que vive España. Un
ejemplo transparente de esto lo podemos detectar en el poema “Noche de
Hispania”, un duro repaso a la actualidad de un país sin cultura, en el
que la envidia y la mezquindad campean; en el que los jóvenes tienen que
irse fuera para lavar “en las cocinas de Europa” (sic); en el que los
políticos prefieren no dedicar su tiempo a la tarea de mejorar las
cosas; en el que domina la más atroz oscuridad... “Aquí nace sin padre /
cada generación”, lamenta el poeta en la página 95. Pero que no
solamente espere amarguras o exabruptos quien abra las hojas de este
magnífico libro: también encontrará un precioso romance escrito en
homenaje a su madre (“Mujer de espaldas, y niño de frente”);
celebraciones del viejo tópico del carpe diem, centradas en la
degustación del vino, un licor que ha cruzado la cultura occidental para
teñir de gozo a sus frecuentadores (“La brevedad de la vida”); un
homenaje a esas muchachas que, morenas y hermosísimas, vuelven de la
playa a la ciudad y perturban la visión de quienes se van cruzando con
ellas, explosión de hermosura (“Septiembre y el síndrome de Stendhal”);
y, como cierre del tomo, una colección de 150 aforismos, que se mueven
entre lo lírico, lo humorístico y lo filosófico. Este Cancionero y rimas burlescas es, simplemente, un libro inteligente para degustar con calma. No se lo pierdan.
RUBÉN CASTILLO
Escritor
REVISTA ÁGORA DIGITAL OCTUBRE 2014
bIBLIOTHECA DE ARTE GRAMMATICO
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