Portada de El temor del auriga
LLANTO POR EL AURIGA AUSENTE [1]
DOS POEMAS EN HOMENAJE a ANTONIO JOSÉ MATEO SAURA, EL AURIGA QUE SE NOS HA ADELANTADO A ENCONTRAR LA PAZ Y EL SILENCIO
1
ELEGÍA AL PRIMER MOTOR
Las telas de las arañas
y los mugidos de los peces en el fondo
de la luz
buscan el centro,
la estación del final,
la estación que no existe,
el río infinito
de los eones quietos.
Mi alma, como un lobo, quiere permanecer
cuando aúlla en medio de la noche, como un lobo.
Dios del rayo y de las batallas,
Dios de la candidez y de las jergas
de lo oscuro, fulgor de mientras, Dios
con una mano en la brasa y la otra en el agua,
aquí estoy entre tú y el abismo,
a rastras por la pared
cuando se me acaban las piernas
y me entristecen los vidrios de colores,
el incienso y la calavera,
la cripta de todas las iglesias
donde yaces, entre cánticos. Si tú,
la unidad de Todo, si tú no existes
¿por qué se mueve el alma y la arena
en el desierto? ¿Por qué se mueve el sol?
Tú eres el convaleciente,
el vecino de cama,
que puede ya dar un corto paseo.
Yo soy el inmovilizado,
al que cambian las piernas
cada veinticuatro horas.
¿Piernas de palo o piernas
de plástico? ¿Pollo o pescado?
Señale con una cruz sus preferencias.
Tú eres el convaleciente,
yo soy el que ya no puede sentir nada.
2
GIRASOL
(Voluntad de reunión)
Como si temieses inminente
una ola de devastaciones
sobre cada palmo de tu almanaque,
vas reuniendo palabras
que te han sido fieles.
Pero
basta
una ligera oscilación del aire
para que tu vida toque a rebato,
y tus más finos sentidos se empujen
como cañas de acequia.
¿Qué divinidad se asusta en ti
de ser criatura echada
sin cerne en el mundo,
decapitado girasol, doblado
a la noche su rostro,
sin recuerdo del niño que jugaba
con las palabras y las cosas;
girasol, poeta, dios tan vulnerable?
3
EL AURIGA AUSENTE
¿Llegaste a ver a tu Príncipe, buen amigo?
Con los ojos de aire ya lo veías
en la página escrita por tu mano,
en la mirada de tu hijo y en
el corazón de tu esposa.
...........................................
Cómo quisiste,
a grandes sorbos, apurar la vida,
el Tiempo mezquino que no deja tiempo
cuando más importa.
........................................
Cuánto faltas,
Antonio, cuánto nos faltas: dos días ya.
FULGENCIO MARTÍNEZ
7-9-2010 [2]
Antonio Mateo Saura, escritor, poeta, historiador. Fue profesor de Instituto. Es autor del poemario El temor del auriga (Ed. Tabularium, Murcia, 2010) y de los libros de arte y de estética: Cuestiones de educación estética (ed. Tabularium, Murcia, 2008), La cartografía como experiencia didáctica en la ESO (Universidad de Murcia, 1996), Estudio iconográfico de la Venus del espejo de Velázquez (y otros estudios) (Imprecom, Murcia, 1987)
Fulgencio Martínez. Poeta, editor de Ágora. Autor de Carta partida (Ars poetica, 2024), y de la antología La escritura plural (Ars poetica, Oviedo, 2019).
[1] El título del homenaje se inspira en el libro de Antonio “El temor de auriga” (2010).
[2] El poema dos (Girasol. Voluntad de reunión) se publica con un par de variantes (en el verso 8: “tu vida” sustituye a “su vida”, y el último verso “poeta, dios tan vulnerable” sustituye a “poeta demasiado serio”). El poema 3 (El auriga ausente) presenta la variación en el primer verso, que pasa a ser una interrogativa. También se corrigen las erratas en tilde: "Cómo quisiste" (v. 6), y "cuánto nos faltas" (v. 9). Los poemas en la anterior versión fueron publicados en Ágora (antigua) el 8 de septiembre de 2010, a poco de fallecer el amigo y compañero de didáctica en el Instituto Francisco Salzillo de Alcantarilla, Antonio José Mateo Saura. Parece que fue ayer… De repente me volvió, en la mañana del jueves 8 de mayo de 2025, este poema con el recuerdo de tan querido amigo, una de las mejores personas que he conocido y a las que he tenido algo así como reverencia cuando vivía, por su excelencia y carisma humanos.
Antonio leía a menudo a su hijo El principito (de Antoine de Saint-Exupéry). El símbolo del príncipe tiene, en su poesía, un doble aspecto, espiritual y paternofilial.
Enlace a anterior versión del tríptico.
https://agoralarevistadeltaller.blogspot.com/2010/09/llanto-por-el-auriga-ausente.html
No hay comentarios:
Publicar un comentario