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viernes, 9 de mayo de 2025

LLanto por el auriga ausente. (Homenaje a Antonio José Mateo Saura). Por Fulgencio Martínez. El hurón y la galería. Ágora 33 / Diario de la Creación

 

                                                                                                    Portada de El temor del auriga

 

 

 

        LLANTO POR EL AURIGA AUSENTE [1]

 

 

DOS POEMAS EN HOMENAJE a ANTONIO JOSÉ MATEO SAURA, EL AURIGA QUE SE NOS HA ADELANTADO A ENCONTRAR LA PAZ Y EL SILENCIO

 

 

                           1

         

ELEGÍA AL PRIMER MOTOR

 

Las telas de las arañas

y los mugidos de los peces en el fondo

de la luz

               buscan el centro,

la estación del final,

la estación que no existe,

el río infinito

de los eones quietos.

 

Mi alma, como un lobo, quiere permanecer

cuando aúlla en medio de la noche, como un lobo.

 

Dios del rayo y de las batallas,

Dios de la candidez y de las jergas

de lo oscuro, fulgor de mientras, Dios

con una mano en la brasa y la otra en el agua,

 

aquí estoy entre tú y el abismo,

a rastras por la pared

cuando se me acaban las piernas

y me entristecen los vidrios de colores,

el incienso y la calavera,

la cripta de todas las iglesias

donde yaces, entre cánticos. Si tú,

la unidad de Todo, si tú no existes

¿por qué se mueve el alma y la arena

en el desierto? ¿Por qué se mueve el sol?

 

Tú eres el convaleciente,

el vecino de cama,

que puede ya dar un corto paseo.

Yo soy el inmovilizado, 

al que cambian las piernas

cada veinticuatro horas.

¿Piernas de palo o piernas

de plástico? ¿Pollo o pescado?

Señale con una cruz sus preferencias. 

Tú eres el convaleciente, 

yo soy el que ya no puede sentir nada.

         

 

 

                      2

 

                GIRASOL

             (Voluntad de reunión)

 

 Como si temieses inminente

 una ola de devastaciones

 sobre cada palmo de tu almanaque,

 vas reuniendo palabras 

que te han sido fieles.                                                             

                             

 Pero

             basta

 una ligera oscilación del aire

 para que tu vida toque a rebato,

 y tus más finos sentidos se empujen

 como cañas de acequia.

                             

 ¿Qué divinidad se asusta en ti

 de ser criatura echada

 sin cerne en el mundo,

 decapitado girasol, doblado

 a la noche su rostro,

 sin recuerdo del niño que jugaba 

 con las palabras y las cosas;

 girasol, poeta, dios tan vulnerable?

 

 

3


 
EL AURIGA AUSENTE


                                           

¿Llegaste a ver a tu Príncipe, buen amigo?

Con los ojos de aire ya lo veías 

en la página escrita por tu mano, 

en la mirada de tu hijo y en 

el corazón de tu esposa.
........................................... 

                                        Cómo quisiste, 

a grandes sorbos, apurar la vida, 

el Tiempo mezquino que no deja tiempo 

cuando más importa.
........................................ 

                                    Cuánto faltas, 

Antonio, cuánto nos faltas: dos días ya.



 

 

                        FULGENCIO MARTÍNEZ

 

                                7-9-2010 [2]

 

 

Antonio Mateo Saura, escritor, poeta, historiador. Fue profesor de Instituto. Es autor del poemario El temor del auriga (Ed. Tabularium, Murcia, 2010) y de los libros de arte y de estética: Cuestiones de educación estética (ed. Tabularium, Murcia, 2008), La cartografía como experiencia didáctica en la ESO (Universidad de Murcia, 1996), Estudio iconográfico de la Venus del espejo de Velázquez (y otros estudios) (Imprecom, Murcia, 1987)

 

Fulgencio Martínez. Poeta, editor de Ágora. Autor de Carta partida (Ars poetica, 2024), y de la antología La escritura plural (Ars poetica, Oviedo, 2019).



[1] El título del homenaje se inspira en el libro de Antonio “El temor de auriga” (2010).

[2] El poema dos (Girasol. Voluntad de reunión) se publica con un par de variantes (en el verso 8: “tu vida” sustituye a “su vida”, y el último verso “poeta, dios tan vulnerable” sustituye a “poeta demasiado serio”). El poema 3 (El auriga ausente) presenta la variación en el primer verso, que pasa a ser una interrogativa. También se corrigen las erratas en tilde: "Cómo quisiste" (v. 6), y "cuánto nos faltas" (v. 9). Los poemas en la anterior versión fueron publicados en Ágora (antigua) el 8 de septiembre de 2010, a poco de fallecer el amigo y compañero de didáctica en el Instituto Francisco Salzillo de Alcantarilla, Antonio José Mateo Saura. Parece que fue ayer… De repente me volvió, en la mañana del jueves 8 de mayo de 2025, este poema con el recuerdo de tan querido amigo, una de las mejores personas que he conocido y a las que he tenido algo así como reverencia cuando vivía, por su excelencia y carisma humanos.

Antonio leía a menudo a su hijo El principito (de Antoine de Saint-Exupéry). El símbolo del príncipe tiene, en su poesía, un doble aspecto, espiritual y paternofilial.

Enlace a anterior versión del tríptico.

https://agoralarevistadeltaller.blogspot.com/2010/09/llanto-por-el-auriga-ausente.html

 

 

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