PARA QUIEN LE PUEDA SERVIR. NOTAS DE LECTURA DE LA NOVELA DE VENANCIO IGLESIAS MARTÍN LA
CIUDAD DE LOS MIL OJOS
La ciudad de los mil ojos
Venancio Iglesias Martín
Prólogo: José Antonio Montesinos
Editorial: Lobo sapiens
CEZANNE
Decía Cezanne: Monet no
es un pintor, es un ojo. ¡Pero qué ojo! Donde ojo es metonimia de la
mirada, o sea, de la pintura. Monet es la pintura. Así, Venancio Iglesias
Martín no es un escritor, es la literatura, y este libro no es un libro, es
un ojo, mil ojos, es la historia de la literatura, la historia de la filosofía,
la vida misma puesta al tablero y ante el espejo del arte, un arte literario de
suma y crítica inteligente, como exigía el canon.
Dice Venancio Iglesias Martín, el autor de la
novela: hacer una historia de la mirada sería comprender el horizonte de la
cultura desde la que los ojos ven. Esa historia le parece el primer paso
para aproximarnos a la lectura de una obra de arte, especialmente cuando esa
obra ha sido creada desde o al contacto con otra cultura.
El libro está escrito desde dentro de dos
culturas, la española y la árabe de Marruecos; y no intenta disfrazar las contradicciones
que pueda haber entre ambas; no es ésta una novelita post-canon, de exaltación
del multiculturalismo. Su condición anfibia en lo cultural es el hilo que deja
asomar una grieta en la mentalidad del narrador, un profesor español de
Literatura, quien constantemente reflexiona sobre el sentido de la vida; de su
propia existencia, de su misma profesión pedagógica, de casi todo.
NENÚFARES
El impresionista Monet siguió pintando
nenúfares ciego. Ninfeas que cultiva en
su jardín de Giverny. Realizó 250 cuadros de nenúfares a lo largo de toda su
vida. Para ser un tema pictórico, ya está bien.
Es emocionante esa fidelidad. Monet es la
pintura. El impresionismo no busca tanto captar lo fugaz como el arquetipo.
Lo mismo la literatura. El lado mítico lo han
buscado los Grandes de la literatura a través de un detalle a veces pequeño y
desapercibido. Un nenúfar. Una piedra basta que pulir. Leopoldo Bloom en su
rutina diaria por Dublín, Fermín del Pas en la Vetusta de Clarín, Tomás en
Alhucemas. Tomás, el protagonista casi anónimo de La ciudad de los mil ojos.
Las novelas contemporáneas, Berlin Alexander
Platz, La muerte de Virgilio, todas recrean a aquel personaje
homérico. Odiseo.
¿Por qué? Quizá sea el momento en que Ulises
responde al ciclope: Soy Nadie.
Arquetipo del alma moderna, ¿qué es nadie?
"¿Y qué quieres decir cuando dices me llamo Tomás?"
Nada, una nada que se cuestiona. el ser para el
cual la nada es cuestión del ser.
Heidegger, tan cerca del decir poético, del caminantenohaycamino.
El Narrador de este libro es mítico, porque, también como Homero, apuesta por el ser, la luz, por la mirada.
Prefería vivir un segundo en la luz, que una eternidad
bajo el no haber nacido.
Homero supera el pesimismo de los poetas líricos
griegos. La aventura, el espacio, la repetición siempre novedosa, el
eterno retorno, la literatura como eterna variación del arquetipo, o
aproximación al mismo.
HEIDEGGER Y MACHADO, ZENÓN Y TÚ
La cuestión de la nada. El poner en claro la nada, o
sea, la vida. Hallar sentido a la vida, pero aun a la muerte.
Caminantenohaycamino. A cierta altura de la vida uno entiende y no resuelve la
aporía de Zenón, o tiene que admitir que la vida la resuelva por uno: Aquiles convertido en Tortuga, al final anulado por su
propio devenir.
Flechado cada uno de nosotros en nuestro talón de
Aquiles.
Solo nos queda un optimismo que estaba en nuestros
genes: evitar la depresión cognitiva a toda costa, huir del deprimido
cognitivo. Eso, nunca.
En fin, la novela, como la vida misma, desde la grieta
que nos invita a explorar, nos da una pequeña razón de vida, nos dice del amor
a la palabra, del valor de la paideia. Para quien le pueda servir.
Como dice el autor, y con esto me quedo: hay que mirar siempre a los matices del gris. “Amor intelectualis” hacia la complejidad del mundo y de cada ser humano, y, junto a eso, un imperativo de lucidez y de honestidad, “La ilustración, pijo”.
FULGENCIO MARTÍNEZ
(El autor de estas notas copresentó el libro comentado, junto con MaríaTeresa Bernal, Marisa López Soria, José Antonio Montesinos y el propio autor, Venancio Iglesias Martín, en el casino de Murcia, el 22 de mayo de 2019. Agradecimientos a Isidoro, por favorecer el encuentro, y a Maria Jesús y a Venancio, por su presencia y figura).
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