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domingo, 18 de septiembre de 2022

ESPAÑOL, SÍ, EN CATALUÑA. Diario político y literario de FM

 

Juan Boscán: biografía y obras

  

ESPAÑOL, SÍ, EN CATALUÑA

  

Hoy, domingo, en las calles de Barcelona, se han manifestado unos españoles por sus derechos. Mejor dicho, por una mínima parte de sus derechos, y de los derechos de sus hijos e hijas, a educarse en pie de igualdad con otros españoles en cualquier parte del Estado. Trabajar en cualquier rincón de España, estudiar una carrera universitaria o iniciar el itinerario escolar no debería suponer el someterse al rito de paso de ser formado a la fuerza en una lengua no mayoritaria del Estado. Si esto sucede es que algo se ha hecho mal hasta ahora y exige una progresiva política antidisgregadora y antinacionalista.

Vergozante es que algunos firmen un manifiesto pidiendo el indulto a viejos políticos corruptos condenados, y cuya sentencia ha sido ratificada por el Tribunal Supremo, aduciendo con cinismo razones de "humanidad". Pero más lo es que en otro tema, que afecta a niños, a adolescentes, al futuro de personas en formación, miren para otro lado, desatendiendo a las familias españolas que residen en una parte de España, como es Cataluña.

Estas familias tan solo piden que, por favor, sus hijas e hijos reciban en español (que es su lengua materna) un 25 % de horas del curriculum escolar. La petición fue amparada en sentencia por el Tribunal Supremo del Estado y obliga a la Generalidad catalana, tanto como al Gobierno de España a que se cumpla.

Pero, ni siquiera esa mínima ración de español y de cultura española es tolerada por el Gobierno de la Generalidad, con la dulce complicidad de Sánchez, el Presidente prófugo de la cultura española, como el antiguo "President" Puigdemont sigue prófugo de la razón y la justicia.

Desde la revista Ágora he manifestado en varias ocasiones mi apoyo a la lengua y a la cultura españolas. Publiqué una antología de poetas españoles actuales en cinco lenguas: español, catalán, gallego, euskera y judeosefardí. No tengo, sin embargo, más mérito personal que otro paisano para pedir, ante quien corresponda, respeto por la lengua castellana y española (entre otras razones, por ser la lengua materna mayoritaria de mi país, y de muchos países hispanos) y por encontrarse esta lengua castellana-española maltratada en España. En algunas de sus Comunidades, como Cataluña, Valencia, País Vasco, Galicia, Baleares, se han hecho desaparecer los topónimos en castellano y se ha impuesto un discurso unilateralmente nacionalista lingüístico que va en contra de cualquier espíritu ilustrado, abierto y plurilingüe.

Nada espero del actual ministro de Cultura, de cuyo nombre no quiero acordarme. Me permito pedir que Luis García Montero, director del Instituto Cervantes, si le deja tiempo su vocación de firmar manifiestos en apoyo a políticos condenados, tome medidas a favor del español en España; para que lo que en las aulas no se puede enseñar ni aprender, no sea también arrasado en la cultura extraescolar y extraacadémica. Pues, si mal está el castellano en las aulas catalanas españolas en Bachillerato, ESO y la Enseñanza Primaria, imagínense en la Universidad. Sé de alumnos, en concreto de medicina o filosofía, a los que se les ha exigido hacer exámenes orales en catalán. Son exámenes "patrióticos", nuevas formas de fascismo nacionalista que se han impuesto en Cataluña y que, por silencio de casi todos, pasan casi como normalidad.


18 de septiembre 2022

Fulgencio Martínez

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