POR LAS CUATRO ESQUINAS SE OYE EL GRITO: ¡HA SALIDO MUNDO OBRERO!
por PATRICIO PEÑALVER
En mi barrio siempre se escuchaba por la radio: coplas, coplas y coplas y muy de vez en cuando flamenco. No estaba muy bien visto el asunto del flamenco, en algunos bares se exhibía el cartel: “Prohibido cantar”. En los bares de mi barrio obrero había más permisibilidad y en aquellas máquinas de discos se encontraban lo mismo Porrinas de Badajoz. Juanito Valderrama, que les cantaba a los emigrantes, o Rafael Farinas, que se mezclaban con Los Sirex, Los Mustang, Los Beatles o Lone Star.
Aunque en esa etapa de la adolescencia yo estuviera por otras músicas más rockeras, ahí estaba la Política y el Flamenco colándose de rondón, en esos años previos a la Transición Española. Ahí estaba el Flamenco entando en la Universidad de Madrid en el famoso “Johnny”, en el colegio Mayor San Juan Evangelista de Madrid, y por esa época Enrique Morente, también le unía la Poesía, cantando a Miguel Hernández en aquel disco de 1971. Y ahí por 1973 Manuel Gerena, que siempre cantó al poeta, grababa su disco: “Cantes del pueblo por el pueblo”. Se encontraba el pueblo con el flamenco y el flamenco con la poesía. Y ahí estaban los comunistas, ahí estaba el PCE.
Y ahí estaba el poeta y flamencólogo Andrés Salom, que también fue durante muchos años responsable de la sección de flamenco de la Revista Campus de la Universidad de Murcia.
Muchos de los jóvenes que entonces se querían acercar al Flamenco leyeron sus libros: Didáctica del Cante jondo y Los Cantes libres y de Levante y Andalucía: perfiles humanos, su paisaje, su cante flamenco, que crearon una cierta polémica y un revulsivo entre aficionados y estudiosos. Si algo tenía Andrés era pasión y así defendía sus propuestas, podías estar de acuerdo o no, porque ya eso era lo menos. Lo más importante era su creencia, su voluntad y su valentía de decir y escribir lo que pensaba. Y así lo recuerdo voceando la salida en “Las Cuatro Esquinas”, el lugar más céntrico de Murcia, del “Mundo Obrero”, cuando el Partido Comunista aún estaba prohibido, ante algunos paseantes, absortos por momentos, aceleraban el paso como si llevaran el diablo en su cuerpo. Andrés Salom tenía ese punto irónico y divertido y pedagógico para aquel que se pararse a conversar.
Patricio Peñalver (Espinardo, Murcia, 1953). Autor de las novelas La muerte del minotauro (Ed. Renacimiento Sevilla, 2017) y la más reciente: ¡Apunten! ¡Fuego! ¡Viva la República (Renacimiento, 2023). Además, ha publicado otros tres libros: Una novela sin nombre (que recibió el Premio al Autor Revelación de 2000), El murmullo de las estaciones (2002) y Tiempo de transición (2013).
Tiene también una larga trayectoria como periodista en radio y prensa, especializado en temas de flamenco y taurinos. Afamadas sobre sus crónicas en prensa, durante más de 25 años, del Festival Internacional del Cante de las Minas en La Unión.
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