POEMAS DE GANADORES DEL PREMIO INTERNACIONAL DE POESÍA ANDRÉS SALOM EN EDICIONES ANTERIORES
MAXIMILIANO HERNÁNDEZ MARCOS GANÓ LA III EDICIÓN CON LA SOBRIEDAD Y EL TIEMPO EN 2008
POEMAS DE MAXIMILIANO HERNÁNDEZ MARCOS
De La sobriedad y el tiempo (2008)
Ed. Nausícaä, Murcia. Col. Azarbe/ Micromedia
III Premio Internacional de Poesía Andrés Salom
Orea la tierra,
cuenta con los dedos las imágenes de un día,
extiéndelas hasta que den de ti
lo que no han dado las estrictas palabras.
Con lentitud de sabia rueca
allí tu cuerpo frágil va fijándose a nombres,
deshojando mentiras con sus gestos,
inventando miradas
que acaso se aplazaron para siempre.
Allí también, con astuta ternura,
dejarás que sea tu voz ardiente
la que signe el lugar del destino,
y marcarás tus recuerdos
con la vida de los rostros que amaste
y el remoto deseo de los que no pudiste amar.
MADRID POSTAL
Ya no voy a Madrid a ser dichoso.
De niño las hercúleas torres de metal alado
que acechaban el cielo, las nubes fluorescentes
repartiendo la lluvia -mensajeras del humo-
como héroes de espuma bajo un sol de pegatinas,
el metro velocísimo, los parques imantados
de osos y jirafas -dioses altos del bosque-,
misteriosos y grandes, y sus calles
larguísimas, de latir vivo y lejano,
encendían el alma, tornaban
azules los sentidos, los ungían
de aventura y hondo sentimiento,
y yo venía a Madrid para adorarlas
y pedirles que me llevasen con ellas
a buscar su corazón gigante,
y contarlo después, con alegría,
jugando al escondite entre nidos y sembrados
- porque en cosas del deseo comparten
su destino la ciudad y la tierra,
y una misma lengua en duermevela hablan
la guitarra y el vuelo ultrasonido.
Por eso yo venía a Madrid, humilde,
a conquistarla, con locura de niño,
tercamente, como un hidalgo ocioso
que tomase su afán por rascacielos
y entregara al prodigio su suerte.
Pero ahora, instalado en provincias
y en años de frágil lucimiento,
con la piel del asombro endurecida,
más pequeña por metro de experiencia;
ahora, conforme la edad, alejándose,
amansa el ruido y no deja traslucir
su calor y su ímpetu,
ya no voy a Madrid devotamente,
a dilatar los sueños sino a hacerlos salubres,
a esparcirlos por los barrios ruinosos
de cochambre y graffiti, donde siempre
diligentes mendigos recogen
- barrenderos de hazañas - el óxido
de las fábricas al amanecer.
Por eso ya no voy a Madrid a ser dichoso
sino a registrar su anhelo, el paso
efímero de los cuerpos en masa,
su cercana extrañeza, el severo rugido
del asfalto en la ronda de Atocha,
que otrora fuera estación de reposo,
luego endiablado escalectric para esconder enigmas
y traerlos en vida sutilmente a la luz...
Y yo voy a Madrid por eso también
a recordarlo - tierna estampa del tiempo -,
para no renunciar en balde, fríamente,
a aquel encanto oscuro
que hizo fértil la noche y veraz la mentira.
inédito
LA CANCIÓN DE LA LLUVIA
Que nos cale la lluvia,
que nos lave por dentro,
que nos limpie y nos moje
hasta empapar los huesos;
que nos quite el pesar,
la calima del miedo
y florezca la vida,
su color, el misterio.
Llueve lluvia llorona,
desahoga el tormento
que nos deja la sombra
presurosa del tiempo.
Llueve a llanto partido,
lluvia del gran consuelo.
Reblandece la euforia:
que se rompa el espectro
triunfador de los días,
que no llegue el invierno;
humedece el dolor
de los campos sedientos,
como lamen las lágrimas
las heridas del cuerpo.
Sollozar o llover.
Derramar por el suelo
la tristeza del mundo
para nacer de nuevo.
Derramarse o caer,
como lluvia del cielo,
que emborracha la tierra
hasta henchirla de pétalos.
Agua o lluvia bendita,
agua del plañidero,
que descarga la pena
refrescando el deseo.
Que nos cale la lluvia,
que nos lave por dentro,
que nos limpie y nos moje
hasta empapar los huesos;
que nos quite el pesar,
la calima del miedo
y florezca en lo oscuro
la verdad de los sueños.
Maximiliano Hernández Marcos
Maximiliano Hernández Marcos es poeta y profesor de Filosofía en la Universidad de Salamanca: En poesía, uno de sus más destacados libros es La mirada mirífica (2018, ed. Camelot); y en Filosofía: La primera escuela de Salamanca (VV, AA) (2012 Ediciones Universidad de Salamanca).
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