Ángel Guinda. Foto de Gotzon Mujika
ÁNGEL GUINDA, EDITOR
PREMIO MENCIÓN ESPECIAL AL EDITOR ÁNGEL GUINDA CONCEDIDO POR AEDITAR [1]
Por Trinidad Ruiz Marcellán*
Las palabras son semillas cargadas con el silencio de los mundos.
Ángel Guinda
Para comenzar, quiero recordar las palabras de la Asociación Aragonesa de Editores sobre la concesión del Premio Mención Especial a Ángel Guinda, Editor:
Más allá de su enorme valía como poeta, Ángel Guinda sembró semillas a las que debe mucho el posterior (y actual) desarrollo literario en Aragón.
Conocemos al Poeta Ángel Guinda como Poeta reflexivo, meditativo, ecléctico, poliédrico y estoico, traductor, crítico y hasta periodista poético, filósofo, activista, rebelde, contracultural, pero poco le conocemos como Editor.
Si la memoria es una llave maestra para activar la evocación y abrir los recuerdos** quiero comenzar recordando.
Ángel y yo éramos adolescentes cuando recorríamos las calles de la ciudad de Zaragoza, leíamos poesía de Cernuda, Bécquer o Pedro Salinas, además de sus poemas que a diario escribía y rompía. De entonces guardamos los originales titulados Sentimientos y Elucubraciones del joven imploxivo.
Escribía sus versos en las paredes de la ciudad, siendo por entonces pionero en pintadas poéticas, con el heterónimo de Santángel.
Conocimos a poetas editores: Guillermo Gúdel y Luciano Gracia con su colección Poemas, y que compartían imprenta en la C/ San Pablo del Casco Viejo de nuestra ciudad. Frecuentábamos a Julio Antonio Gómez, director de la Editorial Javalambre y la Colección Fuendetodos, al que solíamos visitar en el Edificio de la Adriática donde su padre trabajaba e incluso nos veíamos con él en la Imprenta Octavio y Félez.
Enseguida conocimos la Imprenta de Amado Guerrero en la C/ Juan Pablo Bonet 24 o la de Cometa primero en el Camino de las Torres y después en la Carretera de Castellón.
Pasaban los años y veía cómo a Ángel le apasionaba, no solo escribir, sino también editar. Amado Guerrero nos dejaba toquetear las letras y composiciones en la Minerva. El olor a tinta, la textura del papel, la magia de la palabra fue calando en Ángel por su amor al libro y la edición.
En 1971 fuimos a vivir a Luesia, su Aiseúl mítico. Allí comenzó a pergeñar la idea de hacerse editor. Por un lado, para vivir en profundidad esta profesión apasionada y por otro lado quería descansar de él mismo y dedicar tiempo a la poesía de los demás, publicando aquellos libros que en ese momento consideraba necesarios por su importancia pero también porque algunos poetas no tenían la oportunidad de publicar en otras editoriales.
Fundó y dirigió desde 1975 a 1982 las Publicaciones Porvivir Independiente con las Colecciones Puyal de Poesía y Al Margen de Narrativa. Con cubierta de color gris, Puyal editó 21 números inaugurando con José Luis Alegre Cudós; publicó a Ana María Navales, Manuel Pinillos, Ramón de Garciasol, Ildefonso Manuel Gil, Mario Ángel Marrodán, Francho Nagore (en aragonés), Paul Eluard (en francés, aragonés y español, traducido al español por Isabel Castet, heterónimo de Ángel Guinda), Mariano Esquillor, Ángel Guinda, J. A. Rey del Corral, Ángel Crespo, Luciano Gracia, Joaquín Sánchez Vallés, Manuel Estevan, José Luis Rodríguez, Jorge Urrutia, Antología La otra Resistencia (PCE), José María Aguirre, Cartas de Luis Cernuda a Bernabé Fernández Canivel y Manuel M. Forega. En la Colección Al Margen, de color sepia, editó a Eloy Fernández Clemente, José Luis Alegre, E. Vicente de Vera, Poesía Bilbilitana y un trabajo de investigación poética de M. Forega.
Cuando se traslada a vivir a Madrid, funda y dirige desde 1988 a 1993 la Revista Malvís y las Colección de Poesía Fuente de Cibeles y Rectángulo de agua dirigida esta última por Muriel Lisbona, otro de los heterónimos de Ángel Guinda. Escribió textos en varias ocasiones con los nombres de Manuel Casales, Romualdo Marcén Alberto Lisbona o Isacia Ninawaman, también heterónimos de Ángel Guinda.
En la Revista Malvís colaboraron poetas, artistas, pintores y filólogos aragoneses e internacionales. Se publicaron estudios de poesía gallega por T. R. M., de poesía catalana, etc. Colaboraron pintores, grabadores, fotógrafos. Abre el primer número en contraportada un dibujo del pintor aragonés Ángel Aransay.
En Fuente de Cibeles se llegaron a editar entre otros, a poetas como Muñoz Sanjuán, Marina Pino, L. Á, VIgaray, Paolo Taormina, Manuel Soto o Manuel Pinillos. En Rectángulo de Agua editó a Andrés Unger, entre otros.
Ángel Guinda, además del Poeta canónico de Olifante, es y ha sido mi maestro editor. Me descubrió la importancia de olfatear, leer en diagonal un poema o descubrir sin buscar. A maridar bien con la errata, esa maga impertinente que ocasionalmente es el dolor de cabeza de los editores. Su agudeza visual, para cazar en los libros cualquier error, era de águila. No volveré a conocer un revisor de pruebas tan potente como él.
Con Guinda he aprendido a no tener prisa en la edición pero también a no marcar pausas. A discurrir como el agua.
Ah! Que sepas Ángel que ahora nuestra correctora de pruebas en Olifante se llama Albertina Lisbona. Albertina, aquella niña de 5 años, como tú, que veraneaba en Uncastillo y que fue tu primer amor. Lisbona, aquella furgoneta de transporte en Zaragoza, que siempre nos iluminaba cuando la veíamos pasar por nuestras calles y que virtualmente nos trasladaba a Lisboa.
La vida y la edición le va a echar de menos.
También AEDITAR, nosotros, tus compañeros te echamos de menos.
Trinidad Ruiz Marcellán
Editora de Olifante. Ediciones de Poesía
Zaragoza, 9 de junio de 2023
[1] Nota de la autora del texto: Olifante. Ediciones de Poesía agradece a AEDITAR el apoyo unánime recibido por los Editores de Aragón, ante la propuesta de nuestra editorial, al conceder el Premio Mención Especial por su faceta de Editor al Poeta aragonés Ángel Guinda. La concesión fue aprobada el pasado 22 de mayo de 2023. La entrega del premio se realizó el 9 de junio de 2023 dentro de la Feria del Libro de Zaragoza.
*El texto de Trinidad Ruiz Marcellán es inédito, ha sido escrito con motivo de una distinción a Ángel Guinda como editor. Le agradecemos su deferencia a la autora.
** Fernando del Val.
Trinidad Ruiz Marcellán (Zaragoza, 1950) fundó en 1979 la editorial Olifante, referencia de la poesía publicada durante más de cuatro décadas hasta hoy. https://www.olifante.com/
Ha sido constante su colaboración con el poeta Ángel Guinda, Premio de las Letras Aragonesas en 2010, cuyas obras editó.
Trinidad Ruiz recibió el premio Imán en 2021, en reconocimiento a su labor cultural y como editora.
Entre sus libros de poesía destacan: Una carta de amor como un disparo (Olifante, Serie Maior, 2019) y Traducción del silencio (Prólogo de Luis Alberto de Cuenca. Papeles de Trasmoz. Olifante, 2017).
Fantástico número.
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