ORACIÓN POR UN MÉDICO ESPAÑOL
a Venancio Iglesias
La diferencia crítica
entre el animal y el hombre,
entre el hombre y la máquina
buscó Pereira,
Gómez Pereira médico judío español,
en su Antoniana, antes que Descartes
Ignorado de los ingenios de la Europa fanática
de la Ilustración, proscrito ya en su tierra
-todo hay que decirlo-
en Valladolid pasaría un ratillo de su vida
y fuera oyente en Salamanca
y a su teatro
universitario poco adicto
¿Qué llevaría en la mano?, un sol de alquimista
una calavera con flores de iris,
sobre una yegua tuerta, y en la otra cimbeles
para la lluvia,
para el ave de las reencarnaciones, tal vez.
Qué sabía Pereira, qué viera desde
sus lentes de hebreo
y sus mejores años entregados a un libro
que no le daba certezas sino oscilantes saberes
En el filo del alma abriría una puerta
y, por los siglos durmientes, por las torres caídas
como preguntas que el hombre jamás dejó atrás,
por los infantes del futuro, por nosotros dolientes
por la sed insatisfecha de generaciones pasadas,
se asomaría fuera del cuadro a ver su corazón fluyendo
Fuera el primero en salir al vacío y ver
por fuera el edificio del alma y el cuerpo
Bendito seas por siempre insigne y bendito
Fulgencio Martínez
9 de marzo 2021
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