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miércoles, 28 de septiembre de 2016

Homenaje a Lisboa. "Turista en la metrópolis". Poema de "El año de la lentitud" de Fulgencio Martínez

                                           

                              HOMENAJE A LISBOA

                                 al gran poeta español, barcelonés y lisboeta JOSÉ ÁNGEL CILLERUELO


TURISTA EN LA METRÓPOLIS

                   también a nosotros, poetas del pueblo,
                   nos gusta mezclarnos con lo vivo, con el gentío amistoso;
                   felices, amigos de todos, abiertos a cada uno.

                                                     F. Hölderlin


                1

Primero de Mayo en Lisboa.
Al salir de mi hotel barato
sigo una carrera popular.
Saludo con el puño en alto
el tirón fresco del día, su ritmo
de color me llena las manos
de azul nuevo del mar. 

                                     Ulises
me acompaña, y Camoens. Y tanto
colorido en la calle
no es solo para mis ojos.
                                          Señalo
—convidados a avanzar con la gente—,
a mi hija de siete años,

el corredor que luce en el dorsal
su número de primaveras. Vamos
contentos adonde quiera el destino.
En un mercadillo compramos
una barra de pan y nos invitan
a marisco. Tocan unos gitanos
en su guitarra canciones de España
para nosotros. En un bar del Chiado
(era antes del último incendio)
dos viejos nos recomiendan un plato;
comemos por unos escudos. Poco
cuesta ser feliz y les invitamos
a vino y sardinas. Nos creen turistas
y somos sus camaradas y hermanos.




                      2

         (Veinte años después)
                                                  1 de Mayo, 2012


Este hombre sin historia
que viaja frente a mí en el tranvía,
de pie, con los brazos dolidos
de sujetar una barra cada vez más alta,
para asegurarse el equilibrio,
por un momento se mete las manos
en los bolsillos de la gabardina,
descansa de su incómoda postura.


La calle del presente se ha parado
en un punto sin sombra: duele ver
entre las hojas de los calendarios
la fecha de hoy; una fecha inmóvil,
tan ausente de compañía
de millones de islas de tiempo
pasado o futuro. 

                           Y una fecha así
es la letra del año.


Esta fecha es una calzada lenta
que graba con su no transcurso
(pese a que nos desplacemos deprisa
por ella, encima de ella, a su costado)
una dura verdad en nuestro rostro.

La Historia no solo la escriben,
la secuencian, detienen, aceleran,
la disuelven los poderosos.
Debajo, siempre ha estado el otro,
el pobre, el explotado, la víctima.


Este hombre sin historia,
que viaja frente a mí en el tranvía,
¿sabe de dónde viene, adónde va?

Despacio va el tranvía por las calles
en cuesta.
                    De pie, mira
al suelo un hombre gris,
aplastado por la ola de viajeros.


El tranvía
                    en las calles estrechas
baja, sube como el brazo de ese hombre
sin espacio donde extenderse libre
de la presión de rieles,
cables, hombros, espaldas y cabezas.


Sube, baja el tranvía,
y toma ya, al trote,
el barrio bajo céntrico y se pierde
en las grandes avenidas urbanas.


De pie, mira hacia el suelo el hombre 
en las avenidas metropolitanas.
¿No aprecia usted las vistas
de hermosos edificios
de Hoteles y Corporaciones
y Bancos nacionales?
 

Ahora se apea y sigue
caminando la acera el hombre
que se parece a Fernando Pessoa.



Fulgencio Martínez
Poemas de El año de la lentitud (Ed. Huerga y Fierro, Madrid)

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