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martes, 24 de mayo de 2016

Romance del prisionero. EL DOMINIO TÓNICO. Para saludar y despedir Mayo. Comentario de Andrés Acedo. Nuestros maestros



                                                          A José Francisco Burgos

ROMANCE DEL PRISIONERO: EL DOMINIO TÓNICO

Publicado en La crónica del pajarito. domingo. 29-5-2016


Que por mayo era, por mayo / cuando hace la calor, / cuando los trigos encañan / y están los campos en flor/ (...). No quiere despedirse este mes de mayo, hermano, sin recordar los versos del genio anónimo que escribiera el tal "romance del prisionero".


Que por mayo era, por mayo,
cuando hace la calor,
cuando los trigos encañan
y están los campos en flor,
cuando canta la calandria
y responde el ruiseñor,
cuando los enamorados
van a servir al amor;
sino yo, triste, cuitado,
que vivo en esta prisión;
que ni sé cuándo es de día
ni cuándo las noches son,
sino por una avecilla
que me cantaba el albor.
Matómela un ballestero;
déle Dios mal galardón.


Para un servidor, que tomó su primera leche en Murcia, el calor ha sido siempre la calor, en femenino. No sé si algo tendrá que ver, pero siempre he tenido este romance por un poema erótico. En su lectura a viva voz deténte, solázate, venga, en la fruición fonética de las aliteraciones,  déjate levantar el ánimo por la sílaba "ca": desde  la "calor" (del 2º verso) hasta  el me "cantaba" (del 14º v.): hasta ese punto, un poco melancólico, en que te has de bajar del vuelo al término del tobogán de la rima psicológica interna asonante -aa, del dominio dulce de la vocal -a en eco. Ahí se para el romancete-asoneteado, y da paso, bruscamente, a la coda o estrambote, al dominio recio de "o": "Matómela un ballestero./ Déle Dios mal galardón". Déle, déle.

Un gran acierto en la alegre despedida. Se canta lo que se pierde y pasa de mano en mano.

Debate entre dos vocales, a y o, que contiene el nombre del mes, el poema insinúa muchos más contrastes: por ejemplo, el que va de "canta" a "cantaba" -que es tanto como pasar de la noche al día; o ese que no dice, si no es con nuestros pensamientos de lector, la variante paradigmática en "encañan", por "engañan"; de modo que puede leerse: "cuando los trigos engañan / y están los daños en flor".

El dominio de la ó (finalmente tónica) arrastró a "amor", "ruiseñor", "Dios" y las demás palabras soleadas y orquestadas sobre la rima interna a-a. Curiosamente, "amor" es la cifra que resume en su mismo deletreo el empuje del dominio tónico. Pero también "calor", "albor" y -"ardón" (galardón).

El cambio del dominio llano al dominio tónico implica incertidumbre y desarraigo de las leyes conocidas. Cuando llama a la puerta el dominio tónico con su ley severa, se acumulan las premisas que, cual desde una atmósfera eléctrica, descargarán perturbaciones de  orden político, metafísico, y obviamente, libidinal.

Cese de la alternancia versal, impar/par, rima llana/rima tónica: El paso a un espacio donde todo será articulado por una ley más tensa, conducido por una lógica más trabada, menos porosa: ello, sin duda, afecta al estatuto de la imaginación y de lo lírico. Suprimidas las intermediaciones y metáforas, la primavera se verá amenazada sobre su pedestal y el verano y el invierno-infierno tendrán libre el campo de batalla. 


Andrés Acedo, 2016


 

2 comentarios:

  1. Yo leí este poema en el colegio cuando tenía 14 años. De ese tiempo para acá, he escrito muchos poemas.

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