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lunes, 15 de mayo de 2023

SELECCIÓN DE POEMAS DE FULGENCIO MARTÍNEZ (incluye algunos de Sebastián Alfeo y de Andrés Acedo)

 


 

 

SELECCIÓN DE POEMAS DE FULGENCIO MARTÍNEZ

 

de sus dos últimos libros publicados: La segunda persona (ed. Sapere Aude, Oviedo, 2021) y Línea de cumbres (ed. Adarve, Madrid, 2019) y otros inéditos.

 

 

de La segunda persona (ed. Sapere Aude, Oviedo, 2021)

 

 

                                               1

EN UNA SOLA LUMBRE, EN UN CERRADO RÍO….

 

 

Entre espinas crepúsculos pisando

                                                Luis de Góngora

 

 

En una sola lumbre, en un cerrado río

juntos de día en día, cada vez más dentro

de la piel y la memoria, siempre juntos

 

como estrellas en un amanecer de enero;

 

así nuestras vidas transcurran, vida,

y así por el tiempo que nos concedan

los dioses (¡que largo o muy largo sea!),

alimentemos el sueño de nuestro amor.

 

Resistiendo al miedo de morirse

en esta primavera detenida,

en estas horas sin tregua de malas

 

noticias y de atroces hospitales

donde terminan el encierro y la soledad

a la vez que cesa para muchos el sentir.

 




          2

CAMINOS 

 

Caminos que me aguardan

o que por siempre quedaron atrás,

no sé quién los trazó. Quieto, respiro,

respiro: respirar es suficiente.

No tengo que pensar en reunirme

con alguien, a alguna hora, en algún sitio.

 

Miro, a lo lejos, con expectación

e inquietud durante un breve tiempo,

solo por ver si han vuelto los gorriones

a posarse en aquella rama cerca

de la ermita de la Virgen de la huerta.

 

A la Virgen de la huerta

le ofreciera mi exvoto

de adoración supersticiosa. Esos dos gorriones.

A falta de cigüeñas, los aguardo

como buenos augurios,

 

¡queridas figuras de mi destino,

que no pueden señalar ya mi rumbo

ni su presencia tampoco hacerme daño;

vuestro saludo agudo no me lacera más

que un breve naufragio en mi memoria!

                                 

                                                                 1 de febrero 2021

 

 

 

                                                           3

EN LA VIDA DE ENFRENTE

 

                              1

 

La luz de la mañana

de invierno silenciosa

brilla hoy para mí

en la vida de enfrente.

 

La luz –va por calles

ahora para su ronda,

se desnuda ante mí

en la casa de enfrente.

 

Como siempre que llega,

me faltan las palabras;

me sorprende vivir

esa vida de enfrente.

 

                    2

 

Llega, y ya presiento

aquí el gran abandono

de su cuerpo dorado.

 

Toco muy solamente

las briznas, los cabellos

que suelta, que desgrana.

 

Sin abrirle mi puerta,

para que no se vaya…

 

Sin apenas rozarla,

la dibujan mis dedos

en la vida de enfrente.

                                                                                                                    

                                                                        22 de enero, 2015

 

 

 

de Línea de cumbres (ed. Adarve, Madrid, 2019)

 

                        4

   FIDES  (Poción mágica)                             

                                                 

Toda la fe en la escritura vuelve

en la escritura misma

cuando estamos a punto

de renunciar. Toda la mar abraza

a esta única gota que se hace cuenta

de la vida. Mirándome la mano

en lo oscuro, pasa un río de ceniza.

Un ápice de deslumbramiento mágico.

Un fondo de rocío bulle a ráfagas…

evoca el cielo nocturno estrellado.

Por verlo contigo valió la pena

deambular como un ciego muchos días.

Que nadie se equivoque: no elegimos.

Tan solo se decide perseverar o no.

Los ojos del niño se divertían

cazando en un estanque

sus pensamientos, como ahora yo

sobre la hoja verde que gira en blanco.

Hoja de menta, delirio de olor

que nos quita el relente del aliento

y nos dora con ilusión los frutos

extraños que dejamos en la sombra

madurar. Los fantasmas sin sonido.

Los versos en los que se labra el alma

su vuelo sobre el olor a podrido…

Que nadie se confunda, que lea bien,

que nadie añada: “y su mortaja”.

Por verlo contigo valió la pena

deambular como un ciego muchos días.

Que nadie se equivoque: no elegimos.

Tan solo se decide perseverar o no.

 

 

                              5

PILOTO

 

                                                                  a Venancio Iglesias

 

 

Estas palabras me han sonado dentro,

durante muchos días:

         

          No tienes permiso para abandonar.

          No te damos permiso

para huir cuando la mar crece

y levanta tu nave en confusión

          de cumbre en cumbre y de un abismo a otro.

 

          Enfrentarás tu ánimo derrotado,

          emprenderás un viaje hacia algún lugar

          (¡quién sabe el lugar en el que mañana

          verá la luz!);

          envejecerás escribiendo y buscándote,

          buscando, aún, el rostro de tu sueño. *

 

             

 

*El poema no fue incluido finalmente en el libro Línea de cumbres. Es inédito.

 

 

 

 

                                            6

APRENDIENDO LAS REGLAS DE LA CASA

 

 

No tienes obligación de sorprender,

solo de agarrarte, fielmente,

a un ritmo inexperto

esperando que la inquietud

retorne, a su hora,

con la cuchilla más fina.

                                               Sin otro

afán (como cuando niño subías,

pálido, en el vértigo de la noria)

ni otra excusa que medir tus brazos

con lo inasible.

 

                           Recuerda que, entonces,

canturrear o decir

unas palabras en voz alta,

alejaban el miedo.

No tienes obligación de sorprender.

Necesario es hablar por los otros

que cayeron, por una escala

de grises, en lo negro.

La suma predecible o el azar

de su resultado incierto, eres tú:

la conciencia de este instante

que huye y que tratas de apresar

con la palabra.

                            Deja, recién llegado,

deja que el aire te instruya

en las reglas de la casa.

 

 

 

 

                                                           7

                      PUT YOUR HEAD ON MY SHOULDER

                                                                        

                                                                                a Soledad Inglés

 

                  

                   No volverá más el verano

                   que está tomándose ahora su tiempo.

                   Me sonríes, mujer, con el encanto

                   de una ola que acaricia

                   mi piel tan lentamente

                   que parece que nunca ha de pasar;

                   pero cuando nado hacia ti y casi te alcanzo

                   huyes hacia la orilla y te desprendes

                   y, otra vez jugando, detrás, me esperas

                   y al fin vienes a mi lado, y me dices,

                   con la tersa voz del recuerdo ya,

                   put your head on my shoulder…,

                   acompañando con un signo,

                   un gesto de cabeza,

                   la melodía de tu voz. Por ti sé

                   que la voz humana puede ser más

                   dulce que cualquier signo;

                   la escritura se queda a medio camino:

                   apenas un poco más que un lenguaje de signos;

                   pero la voz humana grabada en la memoria

                   tiene la cualidad más pura del tiempo, es invencible:

                   de esto estoy seguro, amor, es invencible.

 

 

                                                                                               (9 de Junio 2019)

 

 

 

                 8

NO MÁS PARQUES

 

 

Cumplí los cincuenta, perdí la línea,

perdí el hambre y engordo.

Los deseos se acumulan en bolsas de plástico

que las horas por venir                                                                          

invitan a cerrar herméticamente.

Me vence la torpeza

de bajar otro escalón,

el del portal, para depositarlos

afuera..., en un basurero horrible,

hacia el que elevar los brazos requiere

el vigor de un gigante,

el esfuerzo con que un dios mueve el mundo.

Si hubiera un descampado...

para que mis deseos

descansen, por fin, en ningún lugar;

y no continúen despiertos

en otros enjambres paralizados.

Algún sobrio y funcional descampado

donde esos cometas vacíos cesen 

de esperar un nuevo y descomunal ímpetu

que los derrumbe en alto rodar en llamas.

Oye mis quejas, tú, Municipio.

No más parques para viejos,

ni verdes piscinas de reciclaje.

Un descampado sería tan funcional...

 

 

                                                                                                              (18 de julio 2016)

 

 

 

 

Y otros inéditos

 

               9

LOS CAMINOS DEL DÍA

 

                      (en recuerdo del músico Enrique Granados, ahogado en el Atlántico)

 

 

Los caminos del día siguen, insisten,

dan grandes pasos hacia el olvido.

Ligero, voy ligero de miembros,

de compañías y soledad

-hasta mi soledad es ligera-

Cruzo la edad de la sombra, voy

descendiendo como un río raudo

y lento, según registre mi alma

un horizonte claro o de niebla;

envejecer es la sombra

de nuestros esfuerzos fracasados,

la pena por tantas y tan extrañas

pasiones que en el camino fueron.

A la gracia del mar solo llegan

los pájaros arriba y los árboles

por el fondo de la muerte líquida.

 

 

 

 

 

                             10

CONTEMPORÁNEO DE LA VIDA Y LA MUERTE

 

 

Con inquietas alas de ceniza

van volando y rozando mi rostro

y mi espalda mariposas de nieve.

Apenas distintas de los hilos del sol

que caen borrando los galones de los muertos

y atascan las puertas de la resurrección…

con nuevos montones de gritos

y felicidad y lágrimas renovadas.

 

Me asombro de que todo me inspira.

Abro de par en par los ojos, y abrazo

cada cuerpo contemporáneo mío

y bebo el vino de esta única cosecha.

Celebro cuanto veo

con mi corta vista.

Nada sé: nadie sabe. Vivimos solo

en cierta página de un libro

quizá infinito.

 

 

 

 

                                            11

LA SERENIDAD NO ENCUENTRA MI HUSO HORARIO…

 

 

La serenidad no encuentra mi huso horario

soy un puente hacia el fuego y la nada

soy el danzante que vuelve a morir

cada hora y cada día desvividos.

Vive tú, mi sombra, el momento, vívelo

hasta la desaparición del sol, desde

el canto del gallo. Coge hasta el poso

de la luz, haz un arpa del silencio.

Lo que tomamos y dejamos pronto

es leve sombra que pasa en el aire

leve, nada más. Ruega, si hay dioses,

que ellos tengan memoria de nosotros

allá tras de sus lúcidas murallas

protegidos de los gusanos

y de los deseos incumplidos,

libres de toda inquietud, y atinando

su flecha en el blanco de la eternidad.

Para ellos rige de veras el carpe diem;

para ellos dioses, y para ellas, diosas,

y para los seres mortales que aman.

Para esas flores de un día siempre jóvenes,

para los serenos muertos gozosos. *


 * Poema de Sebastián Alfeo.

 

 

                    12

VENCEDOR SOBRE LOS DÍAS

 

                         al último poeta morisco

 

¡Eh! Casa del amor y morada de la paz. Tu vegetación está perfumada por el soplo de los vientos. Son ruinas mi noche y mi felicidad junto a los compañeros, cuando os escanciaban las manos de las lluvias, en vela. Moradas que yo amaba y frecuentaba cuando era vencedor sobre los días. ¡Qué buena una época que pasó! Cuando la noche era serena, el amor puro para mí y el corazón feliz.

Poema profano escrito en árabe clásico, en el siglo XV, decorando la mezquita de Tórtoles (una pedanía y antigua aljama de Tarazona)

 

 

        1

 

Intento encontrar en el vacío

un rostro, para ponerlo

a un nombre que ignoro.

 

Siento al leerlos, -y debería bastarme-

la emoción, más acá de las palabras,

la felicidad, más allá del tiempo,

que inspiró estos versos tan hermosos,

y tan melancólicos, como todo

lo que no muere, y sigue expresando

el gozo vencedor sobre los días.

 

Es ese el núcleo que el poeta quiso

iluminar en el poema. Lo demás

es anécdota, decoración, arte.

 

 

                    2

 

He caminado esta tarde de marzo

hasta Tórtoles, solo

por beber los vientos que tú bebiste,

solo por ver el cielo que te vio.

 

Anduve, anduve y subí una carrera

y me metí entre las casas del pueblo

buscando la mezquita. Sentí solo

las sombras de la casa de los vientos.

 

Camino en realidad

para alejarme y encontrarme, busco

lo mismo que tú,

                            lo mismo que todos.

 

 

 

 

               13

 

LA NOCHE INSISTE

 

 

Han dado las siete ya: se me ha ido la tarde

por alguna esquina de la habitación.

Y aquí sigo, acompañando a los versos

que vuelven a mis manos 

igual que hilos de araña, quejosos.

 

 ...Todo mi yo a oscuras, como un insecto

atraído a la luz de una pantalla,

se vuelve de golpe iluminado

por una absurda fe

rocidad en mí, contra mí, conmigo.

 

Las puntas de mis uñas 

se deslizan sobre teclas de acero,

así el diente ruste el diente sin tregua,

cincel y martillo pulen la joya,

y el amor cuida lo que en él aún late. 

 

Después en el sueño, la noche insiste.*

 

 

* Poema de Andrés Acedo. 

 

 

 

 

                        14

LÁGRIMAS DE LLUVIA

 

        (en tren, mañana del 13 de mayo 2023)

 

 

Lágrimas de lluvia resbalan

en el cristal de la ventanilla.

De Barracas a Sarrión

se formaron nubes negras

y ya en tierra aragonesa

una danza fina nos acompaña. 

 

¡Ah, vosotros que creéis ir de viaje!... 

Miro despacio dentro

de una cueva, como lo verían 

los primeros hombres,

ese cansancio de las cosas 

separadas por tanta distancia

y juntas en el mismo sentimiento

de fugacidad, espera y belleza.

 

Partir es un tiempo fuera del tiempo.

Y esas danzantes figuras nos lo recuerdan

evanescentes, caídas, con el torso recto

y las piernas abiertas, en un adiós de cisne,

hermoso, entre aplausos.

Después ya no oímos el silencio del trueno. 

 

Las gotas son ya ríos, posturas de exhibición,

formas y palabras -en este poema-

borradas en el tiempo que transcurre. 

 

 

OTROS 2 POEMAS INÉDITOS DE FULGENCIO MARTÍNEZ

 

            15

 

COMPRENDER AL POETA

 

 

Tened piedad del poeta que olvida que somos un cuerpo

purificado por los trazos de la muerte,

su dolor no es menos real, aunque no sea consciente

de despedirse en cada uno de sus versos.

Perdonadlo, y no dejéis de leer una verdad

en aquellos pasajes en que se eleva a las estrellas

y cena con su espíritu inmortal.

Perdonadle su error. Pensad que no hay poesía sin inocencia.

 



                    16

HACIENDO CASTILLOS EN LA ARENA Y OTRAS FORMAS DE JUEGO

 

 

                                        Adelante, vosotros que creéis ir de viaje;

 

                                                           'Fare forward, you who think that you are voyaging;

                                               T.S. Eliot (Four Quartets. 3 The Dry Salvages)

 

Hace entre 169.000 y 226.000 años, dos niños en lo que ahora es Quesang, Tíbet, dejaron un conjunto de huellas de manos y pies en una roca. Aparentemente colocadas intencionadamente, las impresiones, ahora fosilizadas, pueden ser el arte rupestre conocido más antiguo del mundo.

                                                           (Noticia, 7 de febrero 2023  cf. Autopista.es/planeta 2030)

 

 

 

                    1 (La mano)

 

La mano sabe anticiparse a la flecha.

Vuela con su nido en el puño.

Va hacia adelante,

con el lento resuello de un organillo.

 

Entrenada por siglos de lucha

por la supervivencia,

pulsada

por sus reflejos, avanza.

 

Como una tormenta de arena en una costa vacía.

Donde no había nada, ella levanta un castillo.

Cuenta, mide, aplana,

apresa, rasga, abraza, escribe poesía.

 

La mano estuvo siempre con nosotros,

fue nuestra primera herramienta

y sus huellas

-aquellas viejas señales impresas en el barro

 

del cauce semiseco de los ríos o en la nieve

que tapizó las rocas en la alta cumbre,

convertidas en fósiles

y símbolos de todo el arte y de toda nuestra historia-…

 

serán tal vez nuestro último vestigio.                     

Lo que nuestros antepasados hicieron

sin aparente utilidad

en un descanso en sus largas cacerías

 

diga por nosotros el empeño de la humanidad,

la voluntad de ser hombre, el sueño

de unas manos de niño

que se divierten haciendo sombras ante el fuego.

 

Haciendo castillos de arena u otras formas de juego,

que un poder muy oculto rige el azar

pensaríamos ahora,

con la misma o mayor simpatía

 

a los juegos, los ritos y las consonantes mágicas.

 

 

         

                    2 (Los pies)

 

No olvidad el rastro de los pies.

Ellos nos enseñaron el aire de la música,

la finura de la danza

como el movimiento de las hojas.

 

Ellos sonaron en la soledad

del bosque cobrizo.

Sus plantas

hicieron la senda primitiva.

 

Y hasta hoy,

nada ha contado sus kilómetros.

 

Los poetas siguen sobre ellos

día y noche, tratando de descifrar

su número exacto.

 

 

 

 

 

Fulgencio Martínez

 

Fulgencio Martínez nació en Murcia, en el sureste de España, en 1960. Hasta 2021 fue profesor de filosofía. Se licenció en Madrid en filosofía y filología. Máster en Filosofía Teórica y Práctica, Máster en Formación e Investigación en Literatura y Teatro. Editor y director de la revista Ágora (Papeles de Arte Gramático). La revista imprimió en 2021 un número sustancial (Ágora, volumen 3, “De Galdós a Max Blecher”, editorial Ars poética, Oviedo) dedicado a la literatura rumana, con un archivo Blecher más las contribuciones de poetas rumanos contemporáneos. Ha publicado, entre otros libros de poesía, León busca gacela, Prueba de sabor, El cuerpo del día, El año de la lentitud, Cancionero y rimas burlescas, Línea de cumbres y, el más reciente, en 2021, La segunda persona. Organizó y editó una antología de poesía española actual, La escritura plural, y firmó un extenso ensayo sobre el poeta-filósofo Antonio Machado, editado por la revista Symposium, de la Universidad Católica de Pernambuco (Recife, Brasil). En 2007 ganó el Premio al Mejor Libro de Poesía publicado en Murcia, con Cosas que quedaron en la sombra. Escribe artículos sobre literatura, filosofía y actualidad política en el periódico La opinión, de Murcia, y en el blog:

https://diariopoliticoyliterario.blogspot.com/

Visitó Rumanía en 2008, y participó en varios encuentros con escritores y con estudiantes en Bucarest, y en las Universidades de Timisoara y Brasov, invitado por el Instituto Cervantes en Bucarest, siendo su director don Joaquín Garrigós. De resultas de ese viaje, publicó un artículo de prensa: “Impresiones de un murciano en Rumanía” (periódico “La Verdad”, sección de Opinión, Murcia, 18-12-2008):

https://www.laverdad.es/murcia/20081218/opinion/impresiones-murciano-rumania-20081218.html

Ha sido traducido al rumano por Mircea Oprițâ, Elena Liliana Popescu, Dinu Flămând. Alexandra Gălan, Viviana Butaş, Illinca Ilian, y más recientemente, en 2023, por Felix Nicolau.

 

Bibliografía y webgrafía en rumano:

. Ilinca Ilian, traducción de poemas de Berna Wang y Fulgencio Martínez, in Observator cultural, Bucureşti, núm. 448, noviembre, 2008

  https://www.observatorcultural.ro/articol/texte-autori-2/

.Mircea Oprițâ: “Serile cu poezie si prieteni” (Ed. Limes, 2015, Cluj)

   Poeme de Fulgencio Martínez. Traducere si prezentare de Mircea Oprita (pp 80-88)

. Dinu Flamand: Revista “Apostrof”, 2022. nr. 2 (381).

   Poeme de Fulgencio Martínez. Traducere şi prezentare de Dinu Flămând

   http://www.revista-apostrof.ro/arhiva/an2022/n2/a28/

 

. Felix Nicolau: Revista “Ítaca”, de Dublín. núm. 41 (Enero-Febrero-Marzo 2023). Poeme de "Exposición temporal" de Fulgencio Martínez.

https://itaca.ie/product/revista-itaca-nr-41/

 

 

 REVISTA ÁGORA-PAPELES DE ARTE GRAMÁTICO / MAYO 2023

 

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