Converso con el amor imposible
que a veces va conmigo, y que a veces
necesito tenerlo en la distancia
para que en su ausencia lo reconozca.
Me llega en el amor
el desconcierto de todas las voces
de mi alma resonando en su espesa
materia de tiempo, y de recuerdos.
Pero ven ahora, ven ¡ya!
sombra del amor callada,
tú y solo el rumor de un río
de estrellas en el cielo oscuro.
......
La serenidad no encuentra
mi huso horario,
y cuando me llega, de ti, el amor
fuerte, vivo, real, en presencia
me asombra, como unas aspas gigantes,
de luz, fijas sobre mí.
Pero llega a cualquier hora, amor,
en cualquier momento, cuando quieras,
no dejes de llegar, como una estrella
sola o como un descubierto cielo
de estrellas fijas, más allá del visible.
No tiene mi angustia límites pero
ven, no dejes de atraerme y traerme
a tu ciclo eterno de promesas
de ventura, amor.
Serenidad sea tu nombre...
si puede ser.
Sebastián Alfeo publicó Nueve para Alfeo, un cuadernillo de poemas editado por Nausícaä (Murcia).
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