ÁGORA. ULTIMOS NUMEROS DISPONIBLES EN DIGITAL

miércoles, 8 de marzo de 2023

Mircea y Maitreyi. Por Fulgencio Martínez/ DOSSIER MIRCEA/ Avance de n. 17 de Ágora-papeles de arte gramático

 

 


 

MIRCEA Y MAITREYI

 

 

La editorial Delirio ha reunido en un solo volumen, estéticamente editado, la novela del rumano Mircea Eliade Maitreyi (La noche bengalí), publicada en su primera edición en 1933, y el libro de Maitreyi Devi Mircea (El amor no muere) escrito cuarenta años después en aparente respuesta a aquella novela. La traducción de “Maitreyi” está realizada por Joaquín Garrigós Bueno a partir de su original rumano. Nicole d’Amonville Alegría traduce al español de la edición inglesa de “Mircea (El amor no muere)” que produjo la misma autora, Devi.

Como suelo leer y analizar más a menudo libros de poemas que novelas o relatos, creo que tiendo a fijarme ante todo en el puro placer del lenguaje. En este caso, la prosa de ambas traducciones es, sinceramente, espléndida. Leyendo las versiones españolas de ambos libros, uno se encuentra en la casa de Galdós. Mientras leía me emocionaba la historia de amor de los protagonistas, pero también le comentaba (con indudable exageración) a una persona querida: “más quisiera escribir así Pérez Reverte”.

Los libros contemporáneos están escritos, creemos, para nuestro tiempo, llevan parte de nuestras vidas en ellos. Estos dos libros que comento son libros contemporáneos y clásicos (es decir, como clásicos, nos permiten vernos a nosotros hacia adelante y hacia atrás en un tiempo que no viviremos pero que es profundamente "nuestro", reconocible). Estos dos libros son en cierta medida una dilogía (bilogía o díptico) pero prefiero aquí el término de dilogía para referirme a ambos libros, y sugerir también dilogía como figura que indica doble significado o doble interpretación que lleva a menudo a equívoco. Ambos libros en fin forman una unidad, sin duda, y cuando pase este tiempo nuestro, aventuro que en futuros siglos se seguirán leyendo como unidad discursiva, narrativa. Pero su unidad no implica ausencia de desgarro, distintas e incluso contrapuestas visiones del mundo por parte de los dos autores de la “obra” como conjunto o unidad de dos.

Es el mismo ritornelo de la unidad del libro, que son dos, y del contenido de la(s) obra (s). El amor que se plantea en la juventud (al menos, en la juventud del alma) como fusión total de dos. Los poemas de Pedro Salinas, el recuerdo del ensayo El amor y occidente, de Denis de Rougemont, entre otras muchas referencias literarias, que un lector occidental puede tener a mano (además de películas, obras de teatro, musicales, etc) lo corroboran. Desde la perspectiva de Oriente, en particular de la India, la trascendencia del amor es todavía más un atributo esencial del mismo. En ambos casos, a mi entender, en la tradición platónica occidental y en lo que puedo intuir de la filosofía hindú (perdonen si generalizo o empleo un término inadecuado al referirme a una compleja filosofía que desconozco en sus muchos y complejos aspectos), el amor implica un tercero. Como Sócrates explica en El banquete, es la comunión de dos almas en la idea (del Bien, de la Belleza), implica elevación, apoyo y estímulo mutuos, compañerismo, fusión en una esencia que resplandece por encima de los protagonistas, en fin limitados seres humanos. Así, Mircea y Amrita (seudónimo de Maitreyi Devi) se amaron durante un tiempo breve de sus vidas, en su juventud, pero aquel su encuentro se fijó en un tiempo eterno, en el “Mahakala”.

 


 

La historia editorial de ambos libros también es distinta (hasta llegar a esta edición en que se publican, respectivamente, con los títulos de Maitreyi y Mircea).

La primera obra se publicó con el título de Maitreyi en 1933 en su original rumano y fue en la versión francesa de 1951 cuando se tituló La nuit bengali (La noche bengalí).* Mircea, en su versión bengalí e inglesa (1974, 1976) se publicó como “Na hanyate”/ “It does not die”; y en español, primero Mircea (Una historia de amor) y, en la presente edición, Mircea (Amor no muere) cambiando la misma traductora el subtítulo de la obra de Devi. **

“No muere”, inmortal, se inspira en un verso de Bhagavad Gita (como se recoge en la cita inicial de la citada obra). Se refiere al alma.

Es un acierto de la traducción al español trasponer alma y amor. Porque, en definitiva, se trata de una visión del amor trascendental, como he esbozado antes, y en la que el ser humano (sin importar condición, sexo, o cultura) apuesta la inmortalidad de su alma. La inmortalidad que preocupó tanto a Unamuno, autor cuya filosofía del sentimiento trágico de la vida no podemos dejar de recordar cuando pensamos en el fondo de esta historia de amor trágica, y tan bella, como la que Mircea Eliade y Maitreyi Devi vivieron entre ellos como protagonistas e inmortalizaron como escritores en estas dos historias escritas. La vida se transmite en toda su pasión e intensidad tanto en las historias escritas (libros) como en la historia experiencia de un amor que duró apenas unos meses de 1930. Cuando digo trágica no penséis en la muerte, como quizá suelen terminar las historias de amor trágicas; precisamente la virtud de la escritura de Devi, sobre todo, es salvar el amor, y el alma que amó, de la muerte. Es trágico por cuanto transmite un sentimiento intenso de vida, que está llamado a no poder ser compartido. 

Verás, lector, sin duda hay diferencias entre ambas historias escritas o narrativas: La noche bengalí era una novela de formación, protagonizada por un ingeniero francés, alias del autor, el escritor y filósofo, erudito de la historia de las religiones, Mircea Eliade (en mis años de estudiante de Filosofía todos leíamos El mito del eterno retorno, la mejor introducción a Platón). Transcurre en 1930, es un tiempo real, narra los hechos de una biografía real, de un amor de juventud que influyó en la vida y el carácter del personaje. Es una historia interrumpida, porque el protagonista ha digerido, superado (en consciente) la frustración de esa experiencia amorosa. La novela acaba en un sfumato donde el protagonista acepta la pérdida.

En cambio, la historia de Maitreyi, su libro Mircea (Amor no muere) es la continuidad de una búsqueda en el propio ser inmerso en el tiempo y salvado por el amor. Una ambición más vasta mueve a la escritora-protagonista. Es de la estirpe de Proust, busca “El tiempo perdido”, su identidad última, el amor trascendental que no acaba en la melancolía y la superación del fracaso existencial, como hace el protagonista de “Maitreyi”, el joven ingeniero-Euclid (seudónimo de Eliade).

Lo curioso, de nuevo, es el final de la historia de la versión de Devi. Es como si le respondiera al personaje de esa novela de 1933 que superó una experiencia decisiva en su formación y aceptó el fracaso del amor existencial. Que vea el lector por su cuenta. Mi interpretación ha seguido el orden cronológico de publicación de las dos historias, por eso creo que la palabra final de la obra en su unidad está en dicho final, de “Mircea”, un final en cierto modo ambiguo, abierto a la mirada de cada uno de los lectores. La dilogía cobra sentido en dos o más sentidos en los que se la interprete y conduce, en el fondo, a la gran pregunta, al gran equívoco maravilloso del amor: esa búsqueda de la unidad de dos seres diferentes.

“Vivir desde el principio es separarse” (Pedro Salinas) [1]

 

Fulgencio Martínez López

7 de Marzo, 2023, Tarazona (Aragón)



[1] Poema de Razón de amor de Pedro Salinas:

¿Serás, amor,
un largo adiós que no se acaba?
Vivir, desde el principio, es separarse.
En el primer encuentro
con la luz, con los labios,
el corazón percibe la congoja
de tener que estar ciego y solo un día.
Amor es el retraso milagroso
de su término mismo;
es prolongar el hecho mágico                                                                                                                               de que uno y uno sean dos, en contra
de la primer condena de la vida.

 

*Debo al traductor al español del libro, Joaquín Garrigós, las precisiones en este punto. 

**También me informa Joaquín Garrigós de las otras ediciones en España. En 1999, la editorial Kairós de Barcelona publicó por separado ambos libros, en la misma colección (salieron conjuntamente el mismo día pero como volúmenes individuales), con los títulos respectivos de Maitreyi (La noche bengalí) y Mircea (Una historia de amor). Confirma el acierto de la traductora en esta edición nueva de 2022, al cambiar el título a Mircea (El amor no muere).

No hay comentarios:

Publicar un comentario