La poeta portuguesa Ana Luísa Amaral. (Fuente: El Español)
UN GENIO DE LA POESÍA
Ana Luísa Amaral
Mundo
Traducción de Paula Abramo
Sexto Piso, 2022, 191 pp.
por Anna Rossell
No se lo pierdan. Ana Luísa Amaral es un genio de la poesía. Leerla es un placer supremo. Que conoce al dedillo el Siglo de Oro español es evidente. Y es actual sin ser ello paradoja. Discípula de los mejores en lo formal (por algún soneto, el ritmo, ciertos guiños sintácticos: hipérbaton, y léxicos arcaizantes) y hasta en lo temático (égloga, oda; mitología...) y en su matizada ironía pareciera heredera directa de Sor Juana Inés de la Cruz.
Y sin embargo es innegable hija de su tiempo. Recoge la herencia y la actualiza, y como hiciera la religiosa mística incorpora la crítica a sus versos: «Érase una vez, / en un cuarto de chica, / un cajón lleno de libros / permanentemente amenazados / por la posible ocupación de un ajuar. // [...]: Ser o no ser, he ahí la cuestión» (La lucha), o bien: «Tenía por nombre Octavius, / [...] // Se casó con Agripina, heredó la tribuna, / tuvieron hijos, tierras / que heredaron su nombre/—el nombre de él, que el de ella de muy poco servía: / ni de rito de paso—// [...]», para seguir, en el mismo poema, con fina y crítica ironía, su lección de historia: «[...] // Unos siglos más tarde vino Astrid, en un esquife /esbelto / cubierto de plumajes y dragones, /arribó con Igor y con guerreros, / que no solo buscaban el pillaje / de tierras y mujeres, sino labrarlas bien /(las mujeres y las tierras) // Y límpida (parecía) / fue su progenitura // [...] // Igor bramándoles a Thor y a Odín, / ah, los truenos clamados, con Astrid susurrándole / al oído, diciéndole no sé, yo no comprendo /cómo es que sucedió, pero él era tan hábil y gentil / [...] / tú estabas en la guerra...// [...]» (De sagas y leyendas: Pequeñísima fábula de lo contemporáneo).
El sujeto poético escribe a menudo desde la observación a modo de voz omnisciente que describe lo que ve y deriva con inteligencia y conocimiento hacia aquello que le evoca lo observado, que a menudo es la vida en la naturaleza minúscula. Ante la contemplación del esforzado recorrido de una hormiga en un jardín escribe: «[...] // En este instante, / no sé si es que el oxígeno le falta: / exiliada del aire, / el cuerpo se le arquea y queda como estatua: la seducción más pura / frente a ella: // semilla pequeñísima / [...]» (La hormiga: Peregrinatio). La belleza efímera y menuda suscita su interés; así, también dedica atención al ciempiés, a la urraca, la abeja, la flor o al viento. Y en ocasiones habla directamente al objeto que le embelesa. Dice a la araña: «Tus piernas me fascinan, amor mío, / ¡las más lindas que he visto entre las hojas! / Si aquí y aquí pudiera acariciarlas.../ Oh, ¡qué placer sería memorizarlas! [...]» (La araña: Romance oído en un jardín entre el denso follaje). O compone, de su experiencia de fumadora empedernida, esta Oda al cigarrillo: «Si en la mano derecha te sostengo, / mi dulce pluma, que por tantos años / sin sosiego me has hecho compañía, / y apenas si te apoyo levemente / en el sabio papel que te sustenta / y te promete erótica acogida, / mi mano izquierda al punto se estremece / en celos mil del olvidado ausente / y sin pudor exige, más que pide: // [...]».
Ana Luísa Amaral (Lisboa, 1956-Leça da Palmeira, 2022) se licenció en filología inglesa e investigó en literaturas feministas, pionera en Portugal en estudios de género. Su poesía refleja la conciencia de la opresión, también en otros ámbitos; la contemplación de dos caballos le evoca: «[...] // Arreos, almartigones, todos los instrumentos / de algo que pareciera ser un manso suplicio, / más el freno o bridón, / como el que se ponía en la boca a las mujeres / que desobedecían // [...] o semejante a ese que se usaba / con los esclavos, cubriéndoles la boca / para que no se envenenaran, / pues se negaban a vivir / como esclavos / [...]» (Dos caballos: Paisaje).
La poeta ha merecido importantes galardones: Gran Premio de la Asociación de Escritores Portugueses (2008), Premio Giuseppe Acerbi de Italia y el premio Literario Casino da Póvoa/Correntes d’Escritas (ambos 2007), así como el Premio Leteo (2020) y el Reina Sofía de Poesía Iberoamericana (2021). Su obra ha sido ampliamente traducida. En español contamos con algunos de sus títulos. Pocos, para su talla.
La traducción de Paula Abramo, muy lograda. La edición, bilingüe, un regalo.
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