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miércoles, 15 de abril de 2020

Quaestiones quodlibetales. Si debe el Gobierno subvencionar a las televisiones con ingresos millonarios, y con qué fin. DIÁLOGOS ENTRE TOMÁS SANTO Y ULISES MARTÍNEZ



 QUAESTIONES QUODLIBETALES. SI DEBE EL GOBIERNO SUBVENCIONAR A LAS TELEVISIONES CON INGRESOS MILLONARIOS, Y CON QUÉ FIN


Sabio Santo Tomás, si existe Dios, o no, es una cuestión tan ardua que mejor la abordamos luego, cuando llevemos más jornadas. Ahora, y en los próximos días, quiérole plantear algunas cuestiones prácticas que atañen al buen o mal gobierno del mundo y a la actualidad.
Como bien me recuerda muchas veces, su Sapiencia suele decir de sí mismo: "yo no soy tomista", frase que, a lo que sospecho, imitó más tarde Marx cuando este escribió "Yo no soy marxista".

Yo, por mi parte, prefiero ser Ulises a Polifemo, aprecio tener dos ojos más que uno solo por el que pensar y creer.

Habla con franqueza, pues, -continuó, con la voz dulce de la Teología-; puedes tutearme y si santo te emperras en llamarme, que sea de apellido. Tomás Santo, sí, y no soy de esos sabios que lo saben todo. Hablemos sin dogmas, sobre el más vulgar o el más importante asunto que te preocupe. 

En cualquier asunto, grande o pequeño, está el Mal, maestro; me descubrí respondiéndole.
A finales del mes de marzo, hace por tanto casi una quincena, el diario catalán La Vanguardia se hacía cruces de que el Gobierno español, que defiende lo público de boquilla, decidiera destinar 15 millones de euros a las empresas de televisión privadas MEDIASET y ATRESMEDIA, mientras el país literalmente se caía por la tierra abierta por el coronavirus.

¿Por qué se va a ayudar a las televisiones con ingresos millonarios?

De este modo, el medio tituló la noticia. La puedes leer aquí, tocando en estas letras mágicas:

https://www.lavanguardia.com/television/20200331/48219498329/mediaset-atresmedia-ayudas-coronavirus-subvecion-gobierno-beneficios.html


 AVANZA EL PRIMER DIÁLOGO ENTRE TOMÁS SANTO Y ULISES MARTÍNEZ


ULISES: Nuestra cuestión disputada de hoy es esta: Si debe el Gobierno subvencionar a las televisiones con ingresos millonarios y con qué fin. 

TOMÁS SANTO: Buena pregunta. Dividamos la cuestión, como haría un buen alumno mío. Distingamos entre televisiones privadas y públicas. Y planteamos la cuestión en estos dos niveles:
a, ¿Con qué fin debe el Gobierno subvencionar a las televisiones privadas?
b, ¿Debe subvencionar del mismo modo a la televisión pública o de titularidad pública, cuando existan varias televisiones públicas en distintos entes autonómicos?

ULISES: Quisiera corregirle, si me permite, maestro Tomás Santo, y recordarle aquello que diría más tarde el lógico Ockham, apuntándonos con su navaja. No se complique en la cuestión b, que por ahí no llegaríamos a nada. Contemple el caso de una televisión pública, y lo dicho para una puede ser un calco para las otras, pues en España se confunde lo público con el poder que gobierna.

TOMÁS SANTO: Creo que tienes razón. 

ULISES: Que las televisiones públicas autonómicas tanto como la estatal estén en manos del partido que gobierne se ve y se acepta como natural y lindo de suyo, porque en España -se dice- el partido político que, a la vuelta de cuatro años, coge o renueva su conquista de un territorio, manda a paseo a la sociedad civil como primera providencia para empezar a gobernar y a ser respetado.

TOMÁS SANTO: Pues conoces también el momento, instrúyeme...

ULISES: Eran días de grande tempestad. LLevábamos un par de semanas de confinamiento, cuando leímos la noticia y compartimos la sorpresa que expresaba el titular periodístico. Más aún, pensamos que el gobierno tenía ganas de humor en realidad, y que era una inocente broma pensada para distraernos en los días en que arreciaba la llamada curva y el temible pico de los zarpazos del coronavirus.

TOMÁS SANTO: Hete aquí, que para más abundancia en la sospecha nuestra de enfrentarnos a un bulo o a una humorada bienpensada por el Gobierno, que los gobiernos también ceden a veces a la tentación de imitar el arte de Arniches, o de Plauto, hijo, La Vanguardia concluía su información según leo:·"Sea como sea, por el momento se desconoce cómo se repartirá esta ayuda a las cadenas privadas y también si se incluye a RTVE en esta subvención.". Dando a entender, con su propio subrayado de la última parte de la frase, que el propio periodista nos previene, que venga ya, que es una broma habitual de un Gobierno farandulero, que del dicho al hecho... Al Gobierno le gusta prometer y promete, pero dar... No se alarmen, que no es real.

ULISES: Las grandes empresas privadas mediáticas supuestamente llamadas a ser favorecidas protestaron también por la broma. No les cabía en su magín que el Gobierno se mostrara tan impúdicamente generoso con ellas, en plena fragilidad económica del país, cuando no se podía comprar ni un equipo más, ni derrochar tres guantes más en el ejercicio del trabajo contra el coronavirus.

TOMÁS SANTO: Pero hete aquí, y sigo leyendo, que esas empresas no renunciaron a obtener otra tajada, a costa de la televisión pública, ¿y para qué se necesitaba más?: ellas, las privadas, ya tenían un poco de razón, don Denarión (léase parné y don Dinero) para apoyar al Gobierno, sin ninguna concesión al periodismo verista, y la televisión española, la pública, ¡esa ya de suyo juró voto perpetuo de obediencia al Gobierno! ¿Para qué prometerle dineros a quien se contenta con amor?
En resumidas cuentas, unos indirectamente, a través de anuncios, publicidad oficial y regalías; y otros, regados con dádivas y chocolate, y los domingos, con fresas y chocolate, los medios de este país grande y libre merecen una esquina del balcón donde se les aplauda por su  colaboración desinteresada en horas de zozobra para nuestra gente. 

ULISES: El Gobierno Sánchez hizo bien su labor. Hay que reconocérselo (y luego olvidarlo, si no pecaríamos de malos españoles) hay que reconocer que lo hizo bien desde el comienzo cuando impulsó el confinamiento y comenzó el reparto: digo que hizo bien llevando al huerto a la prensa, en primer lugar, a la televisiva, que es la seguida cotidianamente por la inmensa mayoría. 

TOMÁS SANTO: Así, que no hay mal, amigo, que por bien no venga. 


FULGENCIO MARTÍNEZ
13-4-2020



                            REVISTA ÁGORA DIGITAL/ ABRIL 2020                        






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