"MI
PADRE NO ERA UN HÉROE"
Para escuchar la entrevista a Marta Pérez López en Tiempo de juego:
Para escuchar la entrevista a Marta Pérez López en Tiempo de juego:
https://www.cope.es/deportes/noticias/noticia-marta-perez-tiempo-juego-05-04-20-20200405_670698
El pueblo español está cumpliendo con resignación el confinamiento decretado. La seriedad del compromiso de la gente llana y sencilla que aguanta en sus casas no se corresponde con la seriedad que están demostrando las autoridades que gobiernan el país. No es lógico que se esté pagando tan alto precio en vidas humanas (de médicos, de enfermeros y trabajadores sanitarios, de ancianos en residencias y en sus domicilios, así como de policías) debido a la falta de éxito de las medidas de los "expertos", a la mala improvisación y sobre todo a la ausencia de autocrítica y reciclaje de unas autoridades autocomplacientes, que mantienen a la ciudadanía en una ilusión óptico-ideológica: "nosotros lo estamos haciendo bien, hoy hay 600 muertos, pero lo positivo es que...". Siempre el "pero" justificando la culposa complacencia. Y obviando a los muertos.
El pueblo español está cumpliendo con resignación el confinamiento decretado. La seriedad del compromiso de la gente llana y sencilla que aguanta en sus casas no se corresponde con la seriedad que están demostrando las autoridades que gobiernan el país. No es lógico que se esté pagando tan alto precio en vidas humanas (de médicos, de enfermeros y trabajadores sanitarios, de ancianos en residencias y en sus domicilios, así como de policías) debido a la falta de éxito de las medidas de los "expertos", a la mala improvisación y sobre todo a la ausencia de autocrítica y reciclaje de unas autoridades autocomplacientes, que mantienen a la ciudadanía en una ilusión óptico-ideológica: "nosotros lo estamos haciendo bien, hoy hay 600 muertos, pero lo positivo es que...". Siempre el "pero" justificando la culposa complacencia. Y obviando a los muertos.
El Gobierno, a costa de parecer ignaro en biopolítica (lo que es la primera asignatura de cualquier poder), prefiere anticiparse no a la lucha contra el virus, sino a la lucha por el relato partidista y por el juicio de las postrimerías. Hacemos lo que nos dicen hoy nuestros expertos, mañana el comité científico, pasado mañana lo que recomiende la OMS. Foucault hubiera alucinado con esta aparente falta de discurso del biopoder, de la biopolítica, o, como la llamó Agamben, tanatopolítica.
Ese
estado de cosas dibuja un poder nihilista y cínico, carente de la más mínima
autocrítica y sensibilidad hacia los muertos “necesarios”. Transmite una
gobernanza tan banal como escandalosa y narcisista, tan escandalosa que ya ni causa
escándalo al habituado a escuchar la cifra de muertes en un tono optimista y
tan narcisista que aún presume exhibiendo su vacío de discurso.
A este estado de cosas muchos empiezan a llamarlo genocidio. Es la misma estrategia nazi, que justifica la muerte, el holocausto de un grupo en beneficio supuestamente de la nación. Aquí los "judíos" son los muertos por el coronavirus.
Mi dolor por todos ellos, y por sus familias. Pero, especialmente, porque me toca más cerca, por Luis. A quien conocí, como marido de mi prima Anabel, y del que recuerdo su bondadosa y luminosa sonrisa.
Está
siendo muy comentada en redes la emocionante, reivindicativa y valiente
carta de su hija Marta Pérez.
Luis
Pérez Suárez, padre de
tres hijos, radicado en Alcalá de Henares, con raíces gallegas, trabajador y
bueno, obtuvo el dudoso premio de ser el primer médico del Summa
fallecido en Madrid a causa del coronavirus, murió sin que se le hubiera hecho
un test a tiempo. A diferencia de algunos políticos, quienes han disfrutado con
rapidez, una o varias veces, de los fantasmales test.
¿Por qué aceptamos
inermes y callados esta desvergonzada ley del embudo: lo ancho para los
políticos, lo estrecho para los ciudadanos y para los que nos protegen?
Su
hija Marta ha escrito en twitter: "Hola papá, sabes lo cabezota
que soy cuando me propongo algo. Te voy a echar mucho de menos. Quiero ser tu
voz, para reivindicar todos los errores y admirar y proteger a quienes te
cuidaron". #VoyASerTuVoz
Y ha
publicado una hermosa, lúcida y humanísima despedida a su padre, que recomiendo
leáis.
"Mi
padre no era un héroe; están obligando a que los sanitarios se jueguen la vida".
Marta, que ha terminado Medicina y es jugadora de Baloncesto en el club
Baracaldo, ha dejado también su grito de denuncia en un conocido programa
de radio, "Tiempo de juego".
"Ha
habido desorganización por parte de nuestros gobernantes. No estoy de acuerdo
con cómo están actuando, echando balones fuera y obligando a que los sanitarios
se jueguen la vida por nosotros. Mi padre no era un héroe, era un ser humano,
humilde y trabajador, y era padre y amigo, y como él todos los sanitarios de
toda España" (Podéis conocer la entrevista en Radio Marca: https://www.marca.com/baloncesto/basketfeb/2020/04/06/5e8a6685268e3e1c7e8b460a.html
Grande
eres, Marta, una gran hija, por ti nos debemos sentir orgullosos de pertenecer a
la familia de la especie humana, que aún es capaz (a pesar del ruido adormecedor
de la propaganda), de producir lo mejor: un espíritu valiente, inconformista y
generoso como el tuyo. Ese espíritu te lo transmitieron tu padre y tu madre, y
nunca podrá morir, al menos mientras haya un humano que lo valore y recoja.
Marta,
alcalaína y madrileña. (Y un poco/mucho murciana, por tu madre Anabel). A
pesar, o quizá, gracias a lo joven que eres, haces honor, mejor que muchos
literatos de la hora, a Francisco de Quevedo y a Miguel de Cervantes,
que nunca conocieron la mordaza.
Marta,
ojalá tus palabras se escuchen en esta hora neroniana en que ni siquiera los
humanos pueden despedirse de sus muertos queridos. Quiera el Amor que tus
palabras, Marta, sean un bálsamo para todos los que sufren, para enfermos y sus
familiares y para los ciudadanos confinados que sin duda se merecen mejor
consideración.
Tus
reivindicaciones nos deberían hacer pensar, en adelante todos deberíamos actuar
con ese sentido común que reclamas por los que no lo han tenido. Una de las
estrategias de la tanatopolítica que practican los gobiernos irresponsables es
la utilización de los supuestos héroes sanitarios junto a la implementación de
los aplausos acríticos que sirven de tapadera a sus culpas como gestores y de
dormidera a los que ya tienen la tentación, la vocación o la irreprimible necesidad
de sestear. Aplausos que cuando se repiten mecánicamente pasan de ser expresión
de ánimo a ser manifestación de indecente falta de sensibilidad, no digamos ya
de falta de un ápice de conciencia crítica, para la cual se ha dictado
oficialmente temporada de veda. Prohibida la crítica como en China: Como allí,
un solo líder y un solo rebaño.
Esperemos,
sin embargo, que las cosas aquí sean distintas, y que no se lleve el
coronavirus la libertad de expresión y de conciencia, ante todo. Ni tampoco
arrase con esos valores antiguos y modernos de la ética y la bioética, tales
como, por ejemplo, el respeto al duelo, la dignidad de la vida personal y el
derecho a protección frente a riesgos laborales: más ahora en que se habla
tanto de proporción, no se pide más que una protección proporcionada al peligro
a que se enfrentan los llamados "héroes". Aquiles o Áyax no iban con
un trapito al campo de batalla de Troya, sino con buenas armas y protecciones
de bronce.
Bien lo dices, Marta:"Mi
padre no era un héroe, era un ser humano, humilde y trabajador, y era padre y
amigo".
Descanse
en paz.
(Hasta siempre, Luis).
Poeta, profesor de Filosofía
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