EXPOSICIÓN TEMPORAL
Antología mínima de Andrés Acedo, a cuidado de Fulgencio Martínez (una selección)
El verano de 2022 duró 93 días y 16 horas, siendo como siempre la estación más larga del año. Finalizó el 23 de septiembre, cuando se produjo el equinoccio de otoño en el hemisferio norte.
La Noche de san Juan fue, tal como le señaló el calendario, el 23 de Junio.
al sol que declina
CARTAS DE ACEDO
1
MATILDE BREGOLAT O DEL LABERINTO
El Rey de Corazones
busca un corazón.
Matilde Bregolat
En el laberinto que dibujabas
en todos tus poemas
ibas dejando pistas, un hilo
con que hallar la salida.
Para encontrarlo,
debía elegir a ciegas la carta
del Rey de Corazones,
y el Rey tenía, luego, que partir
en busca de un corazón.
Finalmente, el premio eras tú.
Tu sensualidad y tu inteligencia
me cobijaron, una noche,
en la habitación de invitados
de la mansión de tu hermano, el cónsul.
Al alba, me quisiste
ayudar a ponerme las lentillas,
que usaba para protegerme
de la luz del día. Tus largas
uñas pintadas de celeste
se acercaron a mis ojos.
Parpadeó todo mi cuerpo,
y sentí de repente
la ansiedad de huir
y la frustración del que es arrojado
de una hermosa prueba.
Éramos los dos conscientes
del desgarro
emocional con que luchaba,
pero yo era el que tenía que decidirse,
era yo el aspirante
que ve cerca el final del laberinto
y le avisan de que se acabó el tiempo.
2
CÍRCULO MÁGICO DOLOROSO
(Homenaje a Rubén Darío)
No quisiste escribir al dictado
de ningún principio ni idea.
Crees en la literatura de viajes
y soñaste con ella ser testigo
de tu tiempo; aunque, a decir verdad,
más testigo de cargo, que a favor.
Pero no como el pirata que añora
una edad de aventuras y fiestas
cuando dejó su juventud entre los
sobresaltos de la mar y la ley;
sino a la manera un poco del niño
que se asombra ante un mundo contrahecho
y maravilloso. Igual que un niño
pasaste tu mirada, con amor,
por los campos cuando apagan las luces
y la escena humana recobra su tono
natural de existencia,
fuera del colorido de los libros;
e igual que un niño, tú, joven, maduro,
te enojabas y regañabas a veces
al escritor porque erraba la vida.
3
ESCRITO ESTÁ
Escrito está: páguese en melancolía
el bien de una tarde en que dos se amaron.
Estos jueces, mis poemas, dictaron
sentencia y me condenan todavía….
4
GANADOR
Ahora que parece que has ganado
recuerdas que buscabas otra cosa.
Juegas contigo siempre al escondite.
Tus gozos andan tras ti sin aliento.
Miras la falsa seda con hastío.
Atesoras relumbres de vidente
que te aseguran qué corta es la dicha,
qué absorbente
su persecución.
Te ordenas no complacerte en nada,
aún puede que sea un desliz, que alguno
diga no era suyo el acierto, disculpe,
todo ha sido un lamentable error.
A ti no te pillan, como al ladrón,
con un tesoro. Te turban e incordian
las felicitaciones. Muchas leguas
distante quisieras estar de allí.
En tu centro de gravedad.
(No como
ese centro de mesa: el ganador).
5
ANTE EL BUSTO DE CATÓN DE ÚTICA, PRESIDIENDO LA ESCUELA ESTOICA
Aquí hemos venido
a llevar una vida honrada y difícil
- dijo Catón de Útica -
A dar un paso al frente,
cuando ninguno quiera darlo,
ante el pelotón enemigo.
Los augurios no nos conciernen.
Fortuna no dirige nuestras almas.
Iguales a nosotros son los dioses
que la Naturaleza sueña crear.
6
Estás tan fría
que debo sumergirte
por debajo de mi cintura,
mi mano recogiendo el tumulto de tu pelo.
Estás dispuesta a mi fantasía
y yo dispuesto
a lo que quieras: mírame, amor,
y yo te miro,
pierde quien primero cierra los ojos.
El perder se paga con empezar
de nuevo el juego:
si pierdo yo,
besa con ternura a tu náufrago;
si tú pierdes, hóspedalo con sabor en tu boca.
7
MÁS LÍRICA POR MENOS DESACUERDOS
Como la poesía,
eres memoria de una esperanza.
Un año sin partir de enero a diciembre:
prometiste un año
a mi ternura y te prometí yo.
Por menos desacuerdos,
sin saber cómo, lo hemos terminado
más rápido que si hubiera sido real
y lleno de fantasmas, como todos
los calendarios. Ahora despertamos
recordando un tiempo en la misma vida;
un tiempo que no hemos vivido o sólo
del que no tenemos consciencia aquí,
que empezó a contar sólo
desde el minuto de sentirnos separados
de la emoción del tiempo detenido
cuando nos conocimos.
Ahora, hemos de resucitar un tiempo
para aquel año
con días y horas corrientes,
en la visión, más lírica,
con menos desacuerdos.
8
SI OS CANSÁIS; COMO ME DECÍAN, OS DIGO
Caminando he recordado
el estudio
de los jesuitas, el amor a los clásicos
que allí supieron inculcarme.
Sobre todo, recuerdo el comentario
de un pasaje de las Cartas a Lucilio,
donde Séneca se hacía conducir,
en litera, a una finca de verano.
Cuando alguno
de aquellos padres me veía
decaer en el esfuerzo,
y dominarme el entusiasmo
de imitar en la letra al modelo,
me amonestaba con humor sabio:
“todavía nos quedan los pies,
decían los carmelitas descalzos,
hay que ser posibilista, pardal”.
…
Así me decían en el estudio
esos jesuitas
con humor aragonés…
más negro que el mío.
Y como me decían, os digo,
si os cansáis.
Hay que ser posibilista, pardal,
todavía nos quedan los pies,
decían los jesuitas descalzos.
9
HOMENAJE A SOTO DE ROJAS
Por quejas, nuevo honor a mi enemigo…
No me juzguéis, si no sentís mis males.
Pedro Soto de Rojas
Pedro Soto de Quejas me llamaras.
Y yo sería tu honda para Pedro.
Tu compañía ausente en madrugada
con un esplendor de alba sotto voce.
Soto el cabello más fino despierto.
Me salva la fe de que aún hay un mundo
para arder como verde retama.
Espero, temblando, igual que un reo,
tu sentencia, pero el auto perpetuo
no acaba de concluir en los corales
que enciendes, en los hielos apacibles
en los que ya sólo quiero vivir
por haberme acostumbrado tú al frío
y a hospedarme entre Venus y Marte.
10
(Colores y notas)
Homenaje a Gustavo Adolfo Bécquer
Cabo de Palos, 28 de Julio 2002
Rota la mansedumbre de la noche,
el aire agita un cuadro blanco
con nubes grises de fondo: aún no
y, casi, ya no violetas.
Sobre los cadáveres de esas nubes
una cinta rosada
cuelgan otras todavía recientes:
apenas relámpago y ya caducan.
Reunidas en su algarabía
están las aves marinas
diciendo esto…
y aquello…
al contrafilo de la marea
en alguna soledad despierta.
11
LAUDE A LEOPOLDO HÉRCULES DE SOLÁS
in memoriam
A Leopoldo la vida lo ha querido mucho.
Nos damos cuenta de su bondad
cuando lo vemos desprenderse
de sus zapatos de niño
para ponernos los reyes a todos
los náufragos que navegamos
sobre
dos piernas.
Las suyas se las llevó la galerna.
La gangrena. Pero él se mantenía
a flote, en el barco
junto al timón de su alegre bondad.
La bondad de Leopoldo no era de ángel
pero como si lo fuera:
era, incomprensiblemente, humana,
y apenas se le notaba
que había elegido a Leopoldo para quedarse
con él, como una mujer bella,
hasta la última copa.
(En la vida real también huyen
las cenicientas).
Hasta su última noche
no ardió la melancolía en la mirada
de quien con más nobleza
sostuvo en su mano un vaso de güisqui
y lo levantó a la salud de todos
sus amigos, desde su silla de ruedas.
Por ti, Leopoldo Hércules, creo
que la bondad es sencilla y fácil,
aun en este mundo;
creo en la alegría y en la amistad,
que no siempre arranca la muerte.
12
COMO BARBO ASUSTA A LOS MUCHACHOS
No me recuerdes
que la muerte es inevitable.
No digiero esa roca
que la naturaleza ha dado a sus hijos.
Como Barbo asusta a los muchachos
con sus tristes risas
entre las piernas
de una anciana, me asusta la Parca.
No quiero desaparecer
como caña verde en la orina de un tísico,
ni como el campo tras los edificios,
bajo cemento.
13
ME QUEDA ATRÁS
Me queda atrás una juventud desordenada,
tan tópica en eso, como inconforme con todo,
una década de madurez inmadurez
aprendiendo a ser hombre
y el pardal que llevo, a veces se cansa.
La experiencia de lo que aprendí
una sola vez o nunca,
no me ha valido de nada;
lo valioso sólo se adquiere
por la famosa reminiscencia
que supone un vuelco, un pasmo
de volver a reencontrar lo nuevo
en lo viejo y aprendido.
Parece que, solamente así, somos capaces
de ponernos en clave de ver claro.
Lo demás, son estas razones,
estas palabras confidenciales
que os voy diciendo mientras espero
la cena.
Enseñanzas mínimas,
en agosto y julio, y a dosmildós.
………..
Veinte años tardé, dios mío, en leerme
con mejor comprensión
hacia mis estados de ánimo
expresados en estos poemas aquellos
que no supe dar a luz.
Porque tal vez los tuve asociados
a estados de ánimo vacíos
como el cielo de Pascal,
o a estados inestables,
movimientos en horas inciertas;
a encuentros fugaces,
amores, melancolía, y notas
de ternura sin peso.
Últimamente, feliz
al volver a su lectura
y abrírseme un río de calor en la piel;
se cambiaron también con los poemas
los signos que guardaba en mi alma de ellos.
Naciéronme con algunos lágrimas,
o me dieron la paz de la amistad,
me volví a sentir por ellos vulnerable
y agradecido a la caducidad de las cosas,
a la permanencia de la escritura
(que a veces devuelve un pecio valioso),
a esos astros fugaces que cayeron,
a los pequeños amores vitales.
Viernes, 13 de mayo 2022
14
ni siquiera treinta andanadas pueden librarme de la angustia de ver aparecer a mi hermano cuando me encuentre cenando con embajadores, o lo que es más terrible, a solas…
Miguel Espinosa
Tu anhelo es íntimo mío, señor.
Ve mi tributo antes de la batalla.
Con ardides y cuerdas lo apresaste
¿y no dispones ya de tu vasallo?
Señor, en tu servicio crucé el fuego
de mis propios y pasé a campo extraño.
Galopa sobre mi entendimiento
gran furor y queja de mi señor.
Te temo y te busco; me coges y huyes…
Galopa sobre mi
entendimiento tu furor, señor.
Como en una de tus celadas
estuve debajo de ti,
tan a merced tuya que decidiste,
señor arbitrario, dejarme vivo.
Vivo, en el corredor de la muerte.
pueden librarme de la angustia
de galopar, señor, señor, conmigo.
15
MI ALTER EGO
Andrés Acedo, tratando de resumir a Ortega, dijo “Yo soy mi circunstancia”, donde el acento está puesto en el yo. Y añadió: “Yo es mi circunstancia” – o, incluso, “Yo no es más que mi circunstancia”- lo que podía ser una frase más clara pero menos verdadera. “Yo soy mi circunstancia”, con ser más ambigua, coge más verdad, pues ese yo-circunstancia se presenta siempre vivido por mí, por un yo. Después del resumen de Acedo, salen tres o cuatro yos más. Al final, yo mismo no sé ya si soy.
(Los resúmenes de Acedo son como laberintos donde has de poner pie en pared en algún momento para salir, si no fuera el caso de que te gustara la vida de hurón subterráneo).
16
NOCHES BAJO JUICIO
Vuelve a juzgarme mi yo-circunstancia
con crueldad, por la vida que he vivido.
Me pesa en verdad en el corazón
tanta apuesta ante un muro de papel,
tanto volar un metro sobre el suelo…
Con la fría mano de la verdad
me tiene aquí sujeto este verdugo,
quiero salir y me retiene dentro,
desespero y me deja cada noche
la cena tras la puerta.
Las palabras
me quita, las custodia en taquilla
lejos, adonde no pueda usarlas
hasta el día, según
promete, en que me libere de mí.
Me vengo de él comiendo mi nombre
de postre.
Un nombre es nada y todo,
y esa nada me describe en un punto.
-De modo que hubo gestos, movimiento
por algunos espacios, y eso fui yo.
Qué importancia, y qué barbaridad.
Hice menos de lo que pude, lo confieso,
mi yo-circunstancia. Tú, confiesa
que, al menos, yo nunca te utilicé
como excusa; ni para disculparme
ni para rebajarme ante mí mismo.
Más allá de tu orden y de tu reino,
déjame ahora decir, con los ecos
de la nada, con palabras prestadas
a los poetas, mi vida. Podéis ver aquí…
17
JACULATORIA AL BUEN JUEZ
¡Atrevimiento, sí, lo tuyo!
Cuán gallardo has irrumpido
en los arcanos que celaba
mi alma de papel.
Con qué donosa probidad ahora
enjuicias; quitas o pones,
según tu estimación inapelable.
Cómo, ante tu vista, los poemas
de mi libro se catapultan
a la niebla o a las nubes.
Por el patio de luces de tu alma,
qué temprano dialogan mis versos
sin timbre aún de gloria
hasta que los “eliges” tú.
A riesgo de ofender tu contención,
debo, buen juez, no solo encarecerte
sino acatar, con sinceridad, tu veredicto
de cielo, infierno, o purgatorio.
Deja, deja por fin que te corone
de laurel, y te invite a una copa
de mi sangre, lector dafnificado,
lector pontífice. Lector vampiro.
EPIGRAMAS
A LA MUERTE DE UN TORO
1
Ya no habla; interpreta,
con la ayuda de un espejo,
las convulsiones de sus labios:
restos de alferecía.
2
Sólo un rumor pedigüeño.
Al hombro de un enano,
su cadáver lleva Octubre.
3
El asesino ha dicho sí a la apariencia.
Las estaciones sucediéndose,
libarán el ingenuo pecíolo de su culpa.
4
Has necesitado morir
par comprender, toro,
que ningún inmortal
está lejos de su antípoda:
el cerdo o la sagaz serpiente
que acecha con el láudano.
A LA MUERTE DE UN ARRUÍ
De la Cierva cazó un arruí.
Yo cazo una….cierva.
¡Mal cazador soy!
POETA COMUNISTA
¡Qué buen poeta y qué mal guerrero!
Si Garcilaso volviera,
lo pondría a dar lustre
a su caballo.
(Pensó Ortega cuando lo “visitó” en su casa, pistola en cinto, el poeta comunista)
ESTADO DE POESÍA
Cuando buscas algo sin saber qué.
Cuando andas, sonámbulo,
hacia todas las cosas.
Cuando sabes cosas que no recuerdas.
Frente a la palabra hay un mundo
pequeñito como un cabeza de alfiler.
Es tan difícil, para el arquero mejor,
acertar en lo mínimo.
Y EL VERBO SE HIZO
Y el verbo se hizo finalmente verbo,
regresando del paraíso de la carne.
Habita en Sillicon Valey y en la Bolsa
y allí piensa en vosotros. Por todos vosotros.
CONTRAATAQUE
No es el eco el que me sigue, soy yo a él.
Esa servidumbre es lo que me angustia.
CONTRA ESCÉPTICOS
Después de llover, salen los caracoles.
O así debería ser, siempre.
PARADOJA DEL DESEO
No les llevó mucho esfuerzo conocerse,
con los años llegaron a ser uno los dos.
Hoy, llamando alguna vez al deseo,
fantasean con ser aquellos dos extraños
que se asaltaron el uno al otro...
un día, en un semáforo en rojo,
arrancándole las bragas él a ella,
con justificada precipitación;
botando ella en las rodillas de él,
contra el volante, hasta morirse juntos.
OTROS POEMAS
LOS AÑOS MALOS
Entre dos voces dentro del temporal
va mi espejo oscureciendo en llamas.
Ya mi vida cabe en el reflejo de esa hoguera.
Fija en tu puño está la hora y el dictado fijo.
Por el campo, conmigo, las amapolas vienen
con rumores de abril, presente vocinglero,
renovado,
riendo el color de una eterna promesa.
No te pares a resentir los años malos.
Aunque solo un rostro de pan mojado
tengas para oponerle a su tortura
en la memoria, camina, avanza.
EL DIOS ABRIL
Promete mucho
el dios Abril
y su ciudad
se anuncia cerca
y lejos siempre.
En la alacena
del alma pani
fica la aurora,
se anuncia cerca
y qué lejos siempre.
AL SOL QUE DECLINA
Sigo con ojos confusos
su despedida
esta tarde cualquiera;
algo es distinto,
¿qué noto de más serio en su adiós?
Voy caminando
por esta orilla del río que suelo
buscar a diario en mis paseos,
y le veo y le pierdo,
y no le encuentro,
hundido entre nubes grises;
de repente se inmuta,
vibra como un siervo
ante la caricia del látigo,
y de repente, le veo
morir.
En mi mente deja
un ruego oscuro:
que vuelva otro día,
y siempre,
y yo ande buscándole
hasta que le ofenda mi peso.
Acepto, lo entiendo justo,
acepto ponerme en sus manos.
- ¿Pero acepta
la mente desaparecer?
Noche 7-8 de Julio 2022
EXPOSICIÓN TEMPORAL
¡El tiempo es un regalo!
-Me ocurren ser y estar
aquí, en esta mañana
de noviembre, con sol-.
No es solo el tiempo externo;
ni solo el biográfico y corto,
un tiempo casi igual a nada,
si no fuera por estas migajas….
¡El tiempo recogido del alma,
en el descansillo de un cuerpo
que, inexorablemente,
camina a la muerte!,
¡tiempo en el alma, que no tiene medida,
que no tiene figura ni peso, ni número ni serie,
como el olor de una rosa, olor que no cuenta,
solo aparece cuando es percibido,
como chispas, como intermitencias
de no sé qué hoguera!
¿De un sol
extranjero quizá,
al que mi ignorancia
le llama (con atrevimiento) Dios,
cuando mejor sería nombrarle
como el Extranjero, el Invisible,
o El visible en la gran oscuridad,
el Oculto a todo el tiempo extendido,
el escanciador de momentos?
Mejor llamarlo así (como Hafez),
por su más hermoso epíteto:
el copero que embriaga por turnos
al amado y al amante,
sus sacerdotes son taberneros y poetas.
Entre Amado y Amante, Hafez, no hay ningún velo.
Tú eres tu propio
velo, quítate ya de en medio. *
Deja el vino más frío cuando vuelve
el ciclo de los días y de las noches.
En el sueño es una rosa que acaricia
un párpado con fiebre;
cuando se desea, cuando no está
queda, aún, su brasa (la poesía);
atrae como el alimento a los vivientes
cuando brota porque espera en los labios.
…
Hablo de Dios, de la fuente del poema,
pero quizá solo esté hablando mi sed,
esta fuerza que me turba y alza
al consuelo y a la miseria
de necesitar decir palabras incompletas
para seguir vivo; para no morir del todo.
12-11-2022
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* Dos versos del poeta iraní Hafez Shirazí, traducidos al español por Clara Janés y Ahmad Taherí. (del poema "Por un rostro gitano", del libro 101 poemas. Hafez Shirazí. Ediciones del Oriente y del mediterráneo).
Andrés Acedo ha escrito Lirica Povera, La baraja de Andrés Acedo, Libro del esplendor, y con otros: Cancionero y rimas burlescas, El año de la lentitud. Participa en la antología La escritura plural, a cargo de Fulgencio Martínez.
REVISTA ÁGORA-PAPELES DE ARTE GRAMÁTICO/ SUPLEMENTO
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