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jueves, 24 de noviembre de 2022

"La mujer de chocolate", novela de Gib Mihaescu. Por José Martínez Valero / Revista Ágora/ Bibliotheca Grammatica


 

 

LA MUJER DE CHOCOLATE, NOVELA DE GIB MIHAESCU

 

LA MUJER DE CHOCOLATE

Gib Mihaescu

Traducción de Joaquín Garrigós

Báltica Editorial, Madrid, noviembre 2022; 122págs

 Para adquirir el libro:

https://www.casadellibro.com/libro-la-mujer-de-chocolate/9788412546521/13294209

 

 

Gib Mihăescu - Wikipedia                                                          

            Gib Mihaescu

 

                                                           Por José Luis Martínez Valero

 

La mujer de chocolate es una novela de Gib Mihaescu, 1894-1935, periodista y escritor. Convive con la primera gran guerra en la que participa, y muere tuberculoso poco antes de la segunda.

El XX es un siglo en continua crisis. Finalizado el descubrimiento del mundo visible y rentable, comienza la exploración del subconsciente, mundo interior, que da lugar al estudio de los sueños, la represión, el sexo. Se inicia una revolución que tiene como protagonista a la mujer.

La importancia de la ciudad, artificial y abstracta; los nuevos materiales: el hierro y el cemento, sustituyen a la madera y la piedra. Crece en altura, las calles son más amplias, más higiénicas, la luz se opone a la oscuridad en el diseño, tal como ocurre con la arquitectura de la Bauhaus. Encontramos la estética chinesca, oriental y africana, vuelta a un cierto paganismo grecolatino. Asistimos al triunfo de las vanguardias como opción creativa: Futurismo, Cubismo, Dadaísmo, Surrealismo, Ultraísmo…Siglo de los ismos.

Estas agitaciones conmueven los comportamientos normalizados en toda Europa, aunque la cultura sigue teniendo, como centro París, más adelante se traslada a Nueva York. En las primeras décadas del siglo la cultura es francesa.

La mujer de chocolate es un libro que se escapa como una corriente de agua que no llega al mar, que no alcanza un lago, sino que se hunde en la tierra y la fructifica. Una narración donde el sexo, los sueños, las visiones, la soledad, la supervivencia, el cambio de fortuna, marcarán el camino de un personaje, cuya vida no tiene otro objetivo que conseguir el amor de una mujer, a punto de ser sustituida por otra. Mujeres que se someten a los convencionalismos burgueses, pese a sus aspiraciones románticas.

Un auténtico desafío para el traductor que ha logrado mantener en fresco aquella irracionalidad que dio sentido a los confusos, hermosos, trágicos, años treinta.

En paralelo con los protagonistas humanos hay una intervención fundamental de la máquina, junto a la presencia del reloj, destaca como una constante esencial la sierra mecánica, que tiene un alcance simbólico al figurar como patíbulo donde son ejecutados todos los troncos, final de una época, cuyos sonidos, desde el silencio al grito, generan en el protagonista una inclinación hipnótica al suicidio, carácter dramático que será ridiculizado y transformado en una parodia excluyente. Esta descalificación, convierte a la víctima en un ridículo payaso, contraria a toda consideración social, desafiando la escala de valores de la sociedad, pertenece a una actitud surrealista.

La narración sucede en los cuartos de dos mujeres, de vida no ejemplar, que le atraen por su color moreno, como un suculento pastel de chocolate. El protagonista se ve desplazado, desacreditado, vive entre el sueño y la vigilia. Los personajes, que se burlan de su suicidio frustrado, se protegen de sus impertinentes decisiones al considerar que nunca tuvo la decisión de quitarse la vida, de modo que todo se convierte en un juego macabro. El restaurante de la estación, cruce de vidas y caminos, expuesto a lo desconocido, equivalente al duro asfalto donde se habría estrellado sin remedio, se convierte en el lugar donde celebra su doble fracaso.

La riqueza de imágenes, la presencia constante del como, equivalente a una llave que abre asociaciones siempre sorprendentes. Las hipérboles, los desplazamientos, la ausencia de valores convencionales trasladan al lector a un paisaje y comportamientos inusuales. 

Los protagonistas parecen caminar sobre la cumbre de una línea fronteriza entre lo objetivo y lo fantástico, entre el azar y la necesidad. Finalmente, descubriremos que la imaginación, el sueño, pueden arruinar un proyecto. Que la vida de un pastel de chocolate es tan imprevisible como la eternidad. 

 

 

José Luis Martínez Valero es catedrático de Literatura, poeta, ensayista y autor de libros de narraciones como Otoño en Babel, recientemente publicado en Ed. La Fea Burguesía.  En poesía ha publicado, entre otros libros, Puerto de Sombra.

 

  REVISTA ÁGORA/  BIBLIOTHECA GRAMMATICA/ LITERATURA RUMANA/ NOVIEMBRE 2022 

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