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martes, 2 de abril de 2024

No votes al PSOE, que te quedarás sin casa. (Reflexión sobre la hecatombe cultural causada por las leyes de PSOE-BILDU). DIARIO POLÍTICO Y LITERARIO DE FM

PSOE- RTVE.es

     El Cagapoquito se esconde tras su orfeón para hacer leyes como la del Solo Sí es Sí y la Ley de desahucio que perjudican a los débiles, aprovechando que no tiene una oposición suficiente.

 

La destrucción de la memoria inmaterial de la cultura empezó hace años, pero el Gobierno de Pedro Sánchez, junto con Bildu, con su ley sobre desahucios, la ha convertido en una hecatombe cultural, tanto en el medio urbano como en el rural.

 

 NO VOTES AL PSOE, QUE TE QUEDARÁS SIN CASA


En todas partes he visto
caravanas de tristeza,
soberbios y melancólicos
borrachos de sombra negra,

y pedantones al paño
que miran, callan, y piensan
que saben, porque no beben
el vino de las tabernas.

Mala gente que camina
y va apestando la tierra...

Y en todas partes he visto
gentes que danzan o juegan,
cuando pueden, y laboran
sus cuatro palmos de tierra.

    Antonio Machado (fragmento. Soledades)

 

Hoy, gran día del Bando de la Huerta en Murcia. Luz y sol primaverales. Azahar de limón y de naranja, rosas rojas como la sangre de la huerta en los rosales. La memoria de nuestros antepasados, padres, abuelos, bisabuelos y tatarabuelos rejuvenece en este día que significa mucho para ellos, quienes hicieron del cuidado amoroso de la tierra sedienta y del trabajo de sol a luna el quehacer constante de sus vidas. Rodearon sus casas de frondosos árboles, que debían cuidar todo el año, para que dieran el provecho de la fruta apetecible, y dentro de sus viviendas humildes, protegidos en calientes cuadras, tenían habitación sus animales: unos les proporcionaban carne, o huevos, otros les ayudaban en sus faenas de agricultores de minifundio; otros en el camino o en la entrada guardaban las casas.  También a estos seres vivos había que cuidarlos, mantenerlos limpios, bien comidos, sanos, vacunarlos de sus plagas; como a la verdura, a los tubérculos y a los mismos frutales, parrales e higueras se les ayudaba a defenderse de sus depredadores con insecticidas y abonos.

Todo ese modus vivendi de protección mutua entre hombres, bestias y especies del reino vegetal no compone solo una página cultural del pasado reciente de la Región de Murcia y del Levante español; tampoco es solo el ajuar para un Museo, como el por otra parte meritorio Museo de la Huerta en Alcantarilla.

Ese modus vivendi pervive en las construcciones y en el valor inmaterial de la memoria que los descendientes de aquellos antepasados murcianos han mantenido viva.

La destrucción, sin embargo, de la memoria inmaterial de la cultura empezó hace años, pero el actual Gobierno de Pedro Sánchez, básicamente PSOE y Bildu, con su ley vigente sobre desahucios, la ha convertido en una hecatombe cultural.

Hace unos días, aprovechando con idea el largo puente vacacional, entraron cuatro personas en la vivienda de mis padres en la huerta, vivienda de la que en un cuento mío hago una evocación desde el sentimiento cordial de la pérdida reciente de mi madre y mi padre. El cuento se titula "Remedio contra ladrones de casas". Está publicado en el número 19 de Ágora (Nueva  Colección), y en el blog de Ágora el 14 de Mayo 2023:

https://diariopoliticoyliterario.blogspot.com/2023/05/remedio-contra-ladrones-de-casas-por.html

 

Los ladrones, pues no tienen otro nombre, aprovecharon la ausencia de mis padres para introducirse en la vivienda, romper candados y ventanas y puertas; poner un gran candado ajeno, engancharse a la luz ilegalmente, encender una hoguera en el patio y quemar allí cuanto quisieron quemar. (Ningún huertano puede en su propiedad quemar hierbas o rastrojos sin permiso de las autoridades y bajo apremio de infracción y multa; pero sí los ladrones de casas, exentos de cumplir la ley contra el fuego, aun a ojos vista y a olfato de los agentes del orden, de súbito inmovilizados por ceguera y anosmia, tal como si lo ordenara la ira de Zeus, o lo que es lo mismo, la ley del desahucio con mayor prerrogativa que cualquier otra).

Pues, avisados por unos vecinos, llamamos los hijos a la policía: primero vino la nacional, luego la municipal del pueblo de Alcantarilla "donde la huerta nace", y a lo que se ve para morir crucificada, sin atención a su patrimonio inmaterial ni material. La policía, dos agentes jóvenes en el vehículo del 091, nos dijo en seguida que no se podía hacer nada contra los okupas (eufemismo de ladrones y violadores de casas) porque la ley está a su favor. Nos repitieron bien claro: la ley está hecha para ellos, para los delincuentes. La situación era surrealista pero de pronto se hizo kafkiana. Podría ser que los delincuentes fueran las víctimas y nosotros, las víctimas, los delincuentes.

Me metí en Internet y en efecto, la ley vigente sobre desahucios, aprobada por el PSOE de Sánchez con Bildu, no ha mejorado la ley anterior sino que la ha endurecido para quienes pretenden recuperar su propiedad, su vivienda, lo que lógicamente la ley les debiera asegurar cuando han sido víctimas de un atropello y un delito.

 

 Crucifijo de resina Jesucristo en el estrado Figura de cruz para el adorno de la capilla del hogar

Mis padres aunque ausentes estaban allí en la casa cuando sucedió el atropello. Mi madre ya no tenía a mano el legón ni la escopeta de mi padre.

Pero sí tenían ambos seres, depósito inmarcesible de sus vidas de trabajadores, un grito mágico, de auxilio, y un crucifijo de madera sobre una de las camas en las habitaciones de las cuales los intrusos habían ya empezado a hacer almoneda, separando los muebles valiosos y los otros enseres rompiéndolos en partes; apilando tablas de madera contra las paredes, robando el plomo y el hierro de los baños y las tuberías; arrancando las losas y los azulejos valiosos, todo para almoneda y trata; y los instrumentos y herramientas de labor, el motor de riego, la pieza más valiosa y más fácil de convertirla en unas buenas dosis de cocaína, todo dispuesto en el patio ya para ser cargado en coches clandestinos camino del vil comprador de objetos robados...

Pero, una cosa terrible cometieron los ladrones, que advertida de pronto por mis padres, suscitó su ruina: fue sacar también al patio la silla de ruedas de mi padre en previsión de ser echada en la furgoneta saqueadora como una pieza más robada de la casa, o como si fuera solo un saco de melones de los que manga y vende un lunero (llámase así al que roba en los campos fruta y todo tipo de bienes del trabajo agrícola para venderlos en mercadillos).

El efecto del grito de mis padres, reproducido como por todas las bocas de los antepasados huertanos, sonó imperioso y a su llamada acudió el Crucifijo, que golpeó sin descanso ni reparo. Aún creo que siguió golpeando por la senda en otras casas de huerta saqueadas por mala gente con la complicidad del PSOE, a las horas cómplice junto con exterroristas como Bildu de destruir las leyes que protegen a los españoles que trabajan y aman vivir en paz. 

"Mala gente que camina / y va apestando la tierra"... son estos saqueadores, mitad lumpen mitad Gobierno psoebildu. A ese ladrón de Gobierno lo nombro en minúscula para que sepa cuánto estímolo: cagapoquito. 

Los cagapoquito lumpensocialistas roban a los indefensos, a los pobres trabajadores; pero no se atreven a robar en la casa de los ricos y fuertes. Son cagapoquito, pero han aprendido a cambiar la ley para que no pueda acudir a ella, en su defensa, la clase media y trabajadora. Esta no tiene el dinero ni los abogados de los ricos para sortear sus vericuetos.

De este modo, además de producir daño a las personas  y a propiedades, el cagapoquito, si es el legislador, corrompe la memoria inmaterial y destruye, de paso, las bases jurídicas y psicológicas de un país, al que le inocula el mal que lleva a su desintegración por vía de su debilidad (¡quién va a querer trabajar pudiendo vivir del robo y de la paga vital, que pagan otros que trabajan!). Y el mismo aleve cagapoquito termina minando, junto con otros cagapoquito, la solidaridad del Estado así como la moral de una parte cada vez mayor de los ciudadanos, que se ven abocados a la depresión y a la anarquía.

Tal que un único sujeto, Pedro Sánchez y Otegi (fonéticamente di, en español: O-te-ji, ya que respetas la tilde de Sánchez pronuncia bien el sonido -gi, como en giro) son uno(s) cagapoquito. Pero también quienes lo votan y con ello les implan.

Quien avisa no es traidor: no votes al PSOE, que te quedarás sin casa. No te ampara la ley y, por tanto, de nada vale llamar en auxilio a la fuerza pública que pagas con tu trabajo y tus impuestos. Ellos cambiaron la ley para proteger al lumpen, que es su clientela electoral. No solo les hacen la ley a su gusto a los delincuentes; también en la página web del sedicente Ministerio de Derechos Sociales (¡qué ironía!) les enseñan el camino para delinquir. 

Eso es perverso montonerismo, kirchnerismo. Una aberración de la filosofía del Derecho: legalizar el robo y vestirlo como un derecho; así, en vez de crear el Gobierno proactivamente medidas para amparar el derecho a la vivienda en el caso de las personas de verdad necesitadas: construyendo nuevas, facilitando el acceso a la compra o al alquiler, le es más fácil al Cagapoquito (que además de las disposiciones ya señaladas, tiene pocas ganas de currar) hacer una ley que blanquee el delinquir, la violación legal, el atropello del derecho a la propiedad y a la memoria familiar e inmaterial. 

Le es más fácil y al parecer más rentable, porque se asegura una clientela resentida y agradecida; ya que en vez de darles dignidad y derechos positivos, les manipula con el odio de clase, dividiendo al país entre buena y mala gente: para ellos, para los manipuladores del lenguaje, claro está quiénes son la buena gente: los clientes subsidiados, y un montón más de delincuentes y lumpen que han "empoderado" para robar a la mala gente de empresarios, jueces, profesionales, autónomos, periodistas "malos" y escritores "fachas", agricultores, obreros, ricos, etc, y con ese mantra blanqueador del crimen (una vez corrompido el principio, la diferencia entre lo legal y lo ilegal, como dijo Aristóteles, todo se sigue a peor, y a mejor para el que delinque), descienden a estigmatizar a la clase media y baja que tiene algo que ha conseguido con esfuerzo, fruto de su trabajo digno.

Lee la ley que han perpetrado. Y si los votas después, es que eres de ellos. Un corrupto más.

Más información:

https://www.mdsocialesa2030.gob.es/escudo-social/desahucios-alquileres-y-vivienda/suspension_desahucios_alzamientos.htm

 

Fulgencio Martínez

 Martes, 2 de abril 2024


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