DOS FRAGMENTOS / PARA VENANCIO IGLESIAS MARTÍN
14 de junio (2022)
Se me han hundido las manos en esta luz saliendo
de la lluvia imaginada.
Voy cerrando las posibilidades
de un poema que nunca quiere entregarse,
y abro una calle de mi corazón
donde mi cuerpo se siente sano y salvo
en su latido hacia ayer.
Con pocas alegrías construyo, no obstante,
un refugio. Con mimbres tan débiles
aprendo cada hora del presente
a deshacerme
y a hacerme de nuevo, como un verso al viento.
La poesía es mi platillo volante,
mi ejército de hoplitas, mi celo
de ganar otro día la estrella de la tarde.
A menudo, confieso
no tengo más ansia que un pez varado
fuera del lecho de corales donde pernocto.
Encontrar el motivo, de hierro o de seda,
que alienta a la lucha,
encontrar el empuje,
cada uno lo encuentra cuando
le toca la vida con su mano en el hombro.
Ignoro por qué otros
nacemos con un destino de esponjas,
llevamos en nosotros el vacío
y el mundo, y vivimos estrujándonos
hasta dar el agua de la palabra
o el resplandor húmedo de las letras.
16 DE JUNIO 2022
A ULYSES, A LEOPOLD BLOOM
FULGENCIO MARTÍNEZ
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