CINE
DE LA VIDA
Empatizo
poco y a ser sincero
por poco tiempo. Me cansa seguir
una línea sentimental y, cuando
por poco tiempo. Me cansa seguir
una línea sentimental y, cuando
perdí el argumento,
reconocer los indicios de pista
en pista, escena a escena.
Desconecto
de una película interesante cada vez más pronto.
No quiero saber el final, quiero que acabe.
No espero que se confirme lo previsible,
que al fin la policía atrape al malo
y que la chica encuentre el amor de sus sueños.
Me produce el efecto de dormir, ese cine de tarde
que se parece, aun con más acción, a la vida
Pero, para ser más sincero aún,
reconozco que en ocasiones me vuelvo hipersensible.
En las tardes con lluvia menuda y monótona
-importa ese detalle, no que diluvie- y en casa –otro detalle-
y en el país donde vivo y donde casi nunca llueve
(En un clima húmedo me sentiría triste y apático).
En esos días de lluvia menuda y monótona,
propicia su ilusión, su rumor tras los cristales,
siento el olor de la tierra con todo el cuerpo,
un olor que me llena el tránsito intestinal,
y evacúo grandes sentimientos ontológicos:
Me siento unido al ser de todo y de algo,
me siento parte del mundo, flora de agua, balsa humana.
Me siento reunido con el manto de mi patio y las plantas.
reconocer los indicios de pista
en pista, escena a escena.
Desconecto
de una película interesante cada vez más pronto.
No quiero saber el final, quiero que acabe.
No espero que se confirme lo previsible,
que al fin la policía atrape al malo
y que la chica encuentre el amor de sus sueños.
Me produce el efecto de dormir, ese cine de tarde
que se parece, aun con más acción, a la vida
Pero, para ser más sincero aún,
reconozco que en ocasiones me vuelvo hipersensible.
En las tardes con lluvia menuda y monótona
-importa ese detalle, no que diluvie- y en casa –otro detalle-
y en el país donde vivo y donde casi nunca llueve
(En un clima húmedo me sentiría triste y apático).
En esos días de lluvia menuda y monótona,
propicia su ilusión, su rumor tras los cristales,
siento el olor de la tierra con todo el cuerpo,
un olor que me llena el tránsito intestinal,
y evacúo grandes sentimientos ontológicos:
Me siento unido al ser de todo y de algo,
me siento parte del mundo, flora de agua, balsa humana.
Me siento reunido con el manto de mi patio y las plantas.
FULGENCIO MARTÍNEZ. EL HURÓN Y LA GALERÍA. NUEVA COLECCIÓN/3. Entre la combustión y la reflexión
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