Lluvia en Totana. Fuente. Ayuntamiento. |
Una
lluvia aprendiz de lluvia
Mil años que viviera
bajo esta gota de luz no me cansaría.
No sé agradecerle el más leve de sus dones,
la lluvia cenicienta a media tarde
que de pronto brotó, y sigue gimiendo
desde hace unas horas, incalmada.
No me fío y toco las cosas como un ciego.
No me la esperaba y me brotan
caminos, venas de agua en el pecho,
lleno de la infancia de una lluvia pequeña
aún inexperta en el oficio de lluvia.
Como un aprendiz que acude al taller
por primera vez nos sentimos la lluvia y yo.
Juntos milagrosamente en la misma luz desvaída,
emocionados y algo temerosos de la novedad.
bajo esta gota de luz no me cansaría.
No sé agradecerle el más leve de sus dones,
la lluvia cenicienta a media tarde
que de pronto brotó, y sigue gimiendo
desde hace unas horas, incalmada.
No me fío y toco las cosas como un ciego.
No me la esperaba y me brotan
caminos, venas de agua en el pecho,
lleno de la infancia de una lluvia pequeña
aún inexperta en el oficio de lluvia.
Como un aprendiz que acude al taller
por primera vez nos sentimos la lluvia y yo.
Juntos milagrosamente en la misma luz desvaída,
emocionados y algo temerosos de la novedad.
Fulgencio Martínez. El hurón y la galería. Ágora digital septiembre 2013
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