LA LOCURA DE DIOS
Siempre va sangrando por esas calles
en primavera. No lleva reloj
ni móvil. Triana dice que parece
un turista sueco tostado al sol.
Cabellera negra, larga, prestada
de un gitano que toca el acordeón,
polaco o albanés masculla apenas
en su vía crucis; latines, no.
Harto de aguantar saetas, cansado
de oír el grito de ¡agua va!
que algún vecino lanza de repente.
Bella improvisación, aunque moja
saliva de cantaor flamenco igual
que diluvio de Noé sus espinas.
en primavera. No lleva reloj
ni móvil. Triana dice que parece
un turista sueco tostado al sol.
Cabellera negra, larga, prestada
de un gitano que toca el acordeón,
polaco o albanés masculla apenas
en su vía crucis; latines, no.
Harto de aguantar saetas, cansado
de oír el grito de ¡agua va!
que algún vecino lanza de repente.
Bella improvisación, aunque moja
saliva de cantaor flamenco igual
que diluvio de Noé sus espinas.
LA POETRÍA. ANDRÉS ACEDO
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