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martes, 20 de noviembre de 2012

Episodios de xenofobia

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UN DÍA ES UN DÍA/ DIARIO POLÍTICO Y LITERARIO DE FULGENCIO MARTÍNEZ, 
DONDE SE HABLA DE LO DIVINO Y LO HUMANO / 24

Publicado en La Opinión de Murcia, Sábado 17 de noviembre 2012



     EPISODIOS 

   DE XENOFOBIA






La carrera de Artur Mas, ya como President de la Generalitat, en la anterior sesión de las Corts Catalanes, dio un paso decisivo al reprimir violentamente el movimiento del 15-M -aquellos jóvenes indignados que fueron desalojados de la Plaza de Catalunya por los mossos d'escuadra a mamporro limpio. En la manifestación democrática, que fue la jornada de Huelga general del 14-N, de nuevo la policía autonómica del President, ahora en funciones, ha hinchado más que un ojo a un menor de quince años; a un chiquillo que andaba con su madre, por una calle de Tarragona, y al que no se le conocen antecedentes antisistema, y cuyo historial "violento"se reduce solo a un curso de la ESO, o dos, como mucho. Todo posible abuso de la violencia por parte de la autoridad democrática restaría crédito a ésta (lo contrario solo ocurre en las tiranías) y debe ser investigado con celo para atajarlo. Eso diría el sentido común; pero no crean que es fácil oír la voz de la prudencia política cuando el que manda se viene arriba y llega a creerse dotado de una autoridad carismática, a un paso de autócrata.

Es curioso que el mismo Artur Mas que no tuvo antes ni ha tenido ahora reparos en usar el látigo para echar de la calle a los que se manifiestan, según él, de forma violenta, se haya desdoblado en ideólogo y redentor de la soberanía del pueblo catalán. Ojo por ojo, y diente por diente, y violencia por violencia, contra los que dan mala imagen al país, contra los que desacreditan la "marca" del país. Así parece pensar el político convergente catalán (y también el popular español: país se escribe igual en ambos idiomas románicos). De ese modo, la violencia se alía con el nacionalismo irredento y la xenofobia, ejercida ésta contra cualquier ciudadano, sea cual sea su procedencia de origen. Todo nacionalismo germina o conduce a un clima social de xenofobia, estigmatiza al otro, al que no sigue el ideario nacional. Llegaría el día en que el otro ya no podrá decir quien es. (Esto estuvo tan claro en el País Vasco, oprimido tanto tiempo por el terrorismo, que pasó desapercibida mediáticamente la xenofobia porque era el medio natural, asumido como el aire que se respira).
La operación de Mas ha consistido en sustituir la marca España por la marca Catalunya. Si tuviéramos mecanismos propios de Estado, posiblemente nos iría mejor, en esta crísis, dice hábilmente Mas. 
 
No se confundan: la insidiosa ideología nacionalista xenófoba es lo que único que pueden ofrecer hoy día tanto unos como otros: el PP nacionalista español como el PP nacionalista catalán. Nosotros solo vemos en ambos una misma voluntad de estigmatización del otro, o sea: del que no es de mi "gens" ideológica o patriótica. En fin, un brote de xenofobia contra el que hemos de prevenirnos para que no se convierta en endémico. 
 
Y hemos de prevenirnos por salud mental, ética, ciudadana, lo que ustedes quieran, para que no despertemos un día, como enel País Vasco, no despertemos en nuestro país sintiéndonos mirados como alienígenas, e implícitamente violentados. 
 
Toda xenofobia se destapa -recuerden esto siempre- cuando la autoridad da por buena la violencia, la justifica, en nombre de lo que sea, de una marca, de una imagen del país, de la economía, del orden público o de la paz de los cementerios.

Yo, que vivo en Murcia, empiezo a preocuparme ya, porque he oído al delegado del Gobierno en mi Comunidad hablar de "episodios de violencia callejera", reprimidos por su autoridad incompetente (hablo desde la ética pacifista) el día de la huelga del 14-N, y me he echado a temblar. ¿Que el otro se ha visto como un desahuciado, un fracasado, un desesperado, "un peligroso violento" por el delegado del gobierno civil, justificó los palos y el abuso de la violencia excesiva por parte de las fuerzas del orden? La xenofobia suele ser aporofobia: odio al que percibimos como inferior en recursos.

Menos mal que el señor Joaquín Bascuñana -así se llama, lectores, este delegado del Gobierno en mi pueblo- no es Artur Mas. Aunque...el apellido, les aseguro, no es de Murcia.... ¿Me habré vuelto yo un poco facha nacionalista xenófobo?