POEMAS DEL LIBRO LA LENGUA DE LOS DIOSES, DE MAXIMILIANO HERNÁNDEZ MARCOS (ED. RILKE, 2024)
TEOGONÍA DEL LLANTO
Fue destinado en serie a ser
piel de escaparate
y allí gozó de una existencia
en perpetua promoción,
incorrupta, angelical,
igual que un dignatario de los dioses
respetado tan sólo por su pulcra
línea tórrida de ropa.
Como un perfecto maniquí
echose, sin embargo, a andar un día
por efecto de la publicidad
y recaló en la calle
con un soplo de vida.
Llevaba de oferta el mismo porte
con su augusta emoción de temporada
y estirábase al hablar
desplegando el vacío
con todas las virtudes de su marca.
No había aún cambiado el chip olímpico
por el pesar a saldo de los vivos.
Portaba todavía un corazón tan puro
que etiquetósele de un pasmo su mirada,
le puso precio y cita previa
y luego estornudó
ante el olor anónimo, promiscuo de la masa.
Herido por su falta de conciencia,
se avino a hacerse frágil,
a patentar un cuerpo más humano,
que transportase lágrimas consigo.
Entonces diole por repartir su sangre
y su impudicia en sonoras tomas microscópicas
e invertirlas en el negocio rápido
del daño. Al sutil contacto con lo ajeno
las llagas se le abrían por doquier
de tanta escena en que admirarse,
y se cargaba de agravios,
progresaba en derechos
y asechanzas, tornábase intocable.
No había al fin cambiado el chip olímpico;
lo había recargado
con el prestigio inmundo del dolor.
CRÉDITO Y CONSUMO
I
Crédito de vida
Logró por siempre el alma ya una prueba
de crédito y de pública existencia,
que goza de prestigio y de anuencia
en bancos y cenáculos de nueva
devoción y poder, donde se eleva
el espíritu y duerme la conciencia.
Para reunir consumo y excelencia
no hay talismán que a más personas mueva.
La identidad no es llama de la usura
si es portátil, elástica y un halo
exhibe de misterio, lengua oscura
que el hombre con la máquina comparte
sin recelo. La vida es un regalo
de la industria benéfica y su arte.
II
Supervivencia de lujo
Placer de dioses, ebria venturanza
tocar, fundir objetos sin sosiego,
con ansia hacerlos carne nuestra y fuego
contra el miedo a morir sin esperanza.
Nunca la producción dio la confianza
que asegura el producto con su juego
de vana posesión. Más mueve el ciego
devenir de la muerte, más su holganza
que el goce de la vida y su trabajo.
Sobrevivir es arte bien felino:
reunir, gastar las cosas a destajo
como quien roba al otro su destino.
De la historia no queda ni un legajo
que escape ya a tan fiero desatino.
Maximiliano Hernández Marcos
Maximiliano Hernández Marcos. Fuente: Univ. Salamanca
Maximiliano Hernández Marcos es poeta y filósofo. Como poeta, ha publicado recientemente La lengua
de los dioses (2024, ed. Rilke). Su obra poética publicada hasta la fecha incluye, además, Cadencia
de lo urbano (Madrid, 1993), La sobriedad y el tiempo (Murcia,
2008), Premio Internacional de Poesía Andrés Salom, y La mirada mirífica
(Villaviciosa-Asturias, 2018).
Doctor en Filosofía desde 1993 y Profesor Titular de Filosofía en la Universidad de Salamanca desde 2007. Su actividad investigadora está centrada prioritariamente en el siglo XVIII: la filosofía de Kant, la Estética de Baumgarten, la Ilustración alemana y el iusnaturalismo germánico. También se ha ocupado del pensamiento político de la época de Weimar y de la teoría de la modernidad de Hans Blumenberg.
Es miembro de la SEKLE (Sociedad de Estudios Kantianos en Lengua Española) y de la DGEJ18 (Deutsche Gesellschaft für die Erforschung des 18. Jahrhunderts). Entre sus publicaciones más relevantes destacan: la tesis doctoral La Crítica de la razón pura como proceso civil. Sobre la interpretación jurídica de la filosofía trascendental de I. Kant (Salamanca, 1994); la monografía Tras la luz de la ley: Legislación y justicia en Prusia a finales del siglo XVIII. Un modelo de Ilustración jurídica (Madrid, 2017); las ediciones críticas de textos Kant II (Madrid, 2010, 2014-17), e Immanuel Kant, Crítica de la razón práctica (Madrid, 2017); y la coedición de varias obras colectivas: Literatura y política en la época de Weimar (Madrid, 1998); Perspectivas actuales de la filosofía de la historia (monográfico de la revista Azafea, nº 13, 2011); y La primera Escuela de Salamanca (1406-1516) (Salamanca, 2012).
(Información basada en la página de USAL).
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