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jueves, 16 de mayo de 2024

APUNTES PARA UN PAISAJE Y OTROS POEMAS DE ÁNGELES CARNACEA. Avance de Ágora n. 26. Diario de la creación. Panorama de la poesía actual.

 

             Ángeles Carnacea

 

 

APUNTES PARA UN PAISAJE Y OTROS POEMAS DE ÁNGELES CARNACEA 

 

 

                 1

APUNTES PARA UN PAISAJE

 

 

…Y tras contemplar el día,

hablaron

de la lejanía, del pasado, de lo invisible.

Hablaron de horizontes

que rodean todo

lo que todavía no ha desaparecido.                                                                                                        

            John Berger

 

 

 

La primera vez quise detener el coche. Atraída por el paisaje perdí la ruta y fui a parar al pueblo. Poca gente en las calles y la posibilidad de perderse en ese silencio. Perderse tiene que ver con la aparición de lo desconocido.

Delante de la estación de tren de Campos del Río, que dejó de estar operativa en los años setenta, pienso en mi madre esperando en el andén de la estación de Ayamonte a la familia, que viajaba de noche desde Madrid para pasar el verano en el pueblo. En las estaciones de tren pienso en mi madre.

El paisaje es un libro, un ancla, una cuna y también un espejo de nuestra vida. Desvela cosas de nosotras mismas, nos descubre, nos desnuda. Como una fotografía.

Han pasado unos años desde aquel primer viaje. Fue una revelación. La panorámica lunar de Campos del Río, ese perfil precioso es un ejemplo de los ecosistemas conocidos como badlands.1 Paisajes desérticos, característicos de la Región de Murcia y Almería, grandes olvidados en el cuidado y control de la erosión del suelo. Nombrarlas como “tierras malas” conmueve. Lo que nos habla de daño, hiere.

 

 

El desierto avanza silencioso. La erosión del suelo se va comiendo cultivos y bosques. En las zonas más castigadas, la gente huye del campo a la ciudad. Casas vacías, abandonadas. En algunas se quedó la mesa puesta. Los objetos y su calidez desafían a las voces que insisten en la ausencia como hecho incuestionable y muestran que el mundo tiene aún la forma de las manos que los tocaron.

Es extraña la belleza que encontramos al contemplar las ruinas, los escombros, lo abandonado. La poética de la ausencia y su memoria es una geografía, un mapa.

Mientras me voy alejando del pueblo recuerdo la áspera belleza del desierto que Paul Bowles construye en El cielo protector. El desierto es una página en blanco.

 

 

En estos barrancos y cárcavas crecen flores. Inesperadas. Hermosas. Llegan en el mes de abril y van cubriendo la tierra de un color entre el rosa y el malva. Un velo sutil, delicado, casi imperceptible desde lejos. Vida en la tierra seca. Pan con vino, pan y vino, sopaenvino, siempreviva morada, limonium caesium. La misma flor y tantos nombres. Frágiles y duraderas. Contradictorias como la belleza de este paisaje.

En la aridez, en la tierra seca, la belleza está. Ayer te habías instalado por un momento en un ramo de nomeolvides,2 escribe Christian Bobin. Se enamora de un árbol cuya vida transcurre al borde de una carretera, como las siemprevivas que pueblan las orilla de esta otra, que recorro fascinada con el amarillo de sus flores.

 

 

Cuando llega el atardecer la luz sobre los barrancos sobrecoge. A esa hora de la tarde circulo más despacio de lo habitual por la carretera en la que apenas me cruzo con algún vehículo. Más de una vez en estos años transitando por este lugar, he detenido el coche al filo del asfalto para contemplar la luz cayendo sobre el blanco de la tierra y su rumor seco. Ese silencio es reclamo, invitación a no decir nada, a no hacer nada, como antídoto contra la retórica del crecimiento.

 

 

        Este paisaje es un reloj. Habla del tiempo, de su paso, lo mide, lo acaricia, lo empuja y, también, lo sacrifica.

Contemplo los almendros. Junto a la casa de mis abuelos había un almendro. Con apenas un año, en una de mis primeras fotos, camino llorando bajo sus ramas cargadas de flores. Hay algo triste, que no somos capaces de nombrar, en esas ramas.

.

 

        ¿Y el agua? ¿Y la lluvia? Estas tierras son el fondo marino de un lago que las cubrió hace miles de años. Hoy queda un hilo de agua en el río Mula, la mayor parte del año, seco.

Este es un paisaje de resistencia, de respuesta callada a la prisa. Y de esperanza, como la de los versos de Miguel Hernández:

 

En este campo

estuvo el mar. 

 

Alguna vez volverá. 

 

Si alguna vez una gota

roza este campo, este campo

siente el recuerdo del mar. 

 

Alguna vez volverá.

 

 

         Revista murciana de letras, nº 1 (Newcastle 2023)

 

_________

 NOTAS DE LA AUTORA AL POEMA “APUNTES PARA UN PAISAJE”

1 Mientras escribía este texto conocí a Rosa García Jiménez, Técnica de juventud del Ayuntamiento de Campos del Río. Agradezco su atención, su amabilidad y la información que me facilitó. 

El libro de Miguel Gómez Gómez, Badlands o Desierto de Campos del Río, editado por el Ayuntamiento de Campos del Río en 2020 ha sido un material interesante que leí mientras preparaba este texto.

2 Christian Bobin, Autorretrato con radiador. Árdora Ediciones, Madrid, 2006, p. 20.

 

 

 

         2

 

estoy delante de un columpio

que va a cortar mi lengua 

 

tengo tres años

y ya sé lo que es la sangre

 

tu grito abre un surco en el parque

donde jugamos cada tarde

y me salvas

 

         por aquí pasó un río (Raspabook, 2021)

 

 

 

         3

 

PATRIMONIO

 

el silencio en la parte alta de la casa

el sol entrando por la ventana

el viento agitando los toldos

la mecedora de escai rojo

la tinta de la pluma que se agota

y los libros

 

 

 por aquí pasó un río (Raspabook, 2021)

 


            4

 

Un mundo de agua,

en medio de las ruinas.

Ecos y rastros. 

 

         Haikus de la huerta, VV. AA (La fea burguesía, 2022)

 

 

 

            5

 

Agosto. 

Contraponientes 

de melocotón y azúcar, 

y el sol dentro de la tarde, 

como el hueso en una fruta. 

 

La panocha guarda intacta 

su risa amarilla y dura. 

 

Agosto. 

Los niños comen 

pan moreno y rica luna.

F. García Lorca

 

 

otro agosto 

 

la memoria de la casa

abierta para los que venían de Madrid

la familia que llegaba en trenes que viajaban de noche 

 

y tú, todos los veranos. 

 

         por aquí pasó un río (Raspabook, 2021)

 

 

 

6

 

¿acaso a alguien le importa el olor de tus rosas?

 

         por aquí pasó un río (Raspabook, 2021)

 

 

 


Ángeles Carnacea (Ayamonte, Huelva). Escritora, poeta, antropóloga social, licenciada en Ciencias políticas y sociología y gestora cultural. Lectora, viajera, aficionada a la fotografía y al flamenco. Colabora en programas de radio. Ha vivido en Ciudad de México, Madrid, Mérida (Yucatán), Lisboa y ahora en Murcia.

Su libro de poesía por aquí pasó un río (Raspabook, 2021) recibió Mención de honor en el I Premio Subirana de Poesía para jóvenes a libro publicado en 2021. Sus poemas, relatos y ensayos aparecen en antologías, revistas, blogs y webs de Guatemala, México y España: web Poetas andaluces 2221, Revista antológica de literatura y artes emergentes de Guatemala Te prometo anarquía (2014), web Ablucionistas, Ababol-Suplemento literario 100 años La Verdad, Revista de poesía Alameda 39, Revista feminista La Madeja, etc. Algunos de sus poemas han sido traducidos a la lengua maya, popoluca e italiano.

Formó parte, como Vera Green, del Colectivo Cuarto Incierto (Madrid), apadrinado por el poeta y artista Dionisio Cañas. En el blog de poesía y otras artes bocadillos de espuma, fue publicando poemas y fotografías. Participa en talleres de creación y de lectura, y ha dado recitales poéticos e intervenido como jurado en diversos premios literarios.                                                                      
Coordina y participa en proyectos y ensayos que exploran la relación entre arte, cultura, comunidad y transformación social, como el libro “Arte intervención y acción social. La creatividad transformadora” (Grupo 5, 2011) Escribe en Revista Murciana de letras (Newcastle, 2023), La huerta en haikus (La Fea burguesía, 2022), Mar de todos. Mar menor (Ayto. Los Alcázares, 2022), No importan los nombres (Fundación Centro de Poesía José Hierro, 2022), 5.187 kms (Fundación Centro de Poesía José Hierro, 2021), Murcia a vista de haiku (La Fea burguesía, 2021), Déjà vu (Wanceulen Poética, 2021), Cuando la realidad supera la ficción. 121 visiones sobre la pandemia del siglo XXI (Ayto Molina de Segura, 2021), La casualidad tiene sus argumentos, II (F. T. Casanova, 2018), Un minuto de ternura (Baile del sol, 2015), Mundolavapiés. Libro DVD participativo (mundolavapies.net, 2006).

En 2020 gana el 1er accésit en el Concurso de microrrelatos de Café Alcaraván (Ayamonte, Huelva).

 

 

 

 


 

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