En la vida de enfrente
1
La luz de la mañana
de invierno silenciosa
brilla hoy para mí
en la vida de enfrente.
La luz – va por calles –
ahora para su ronda,
se desnuda ante mí
en la casa de enfrente.
Como siempre que llega,
me faltan las palabras;
me sorprende vivir
esa vida de enfrente.
2
Llega, y ya presiento
aquí el gran abandono
de su cuerpo dorado.
Toco muy solamente
las briznas, los cabellos
que suelta, que desgrana.
Sin abrirle mi puerta,
para que no se vaya
la Primavera ya.
Sin apenas rozarla,
la dibujan mis dedos
en la vida de enfrente.
22
de enero, 2015
Fulgencio Martínez
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