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lunes, 17 de febrero de 2025

EL MATIZ PSICOLÓGICO FEMENINO EN LAS JARCHAS MOZÁRABES Y HEBREAS. La voz de la muchachita enamorada en la más antigua lírica española. Su retórica, su rima, su ritmo. Por Margalit Sagray-Schallman. Ágora N. 30. Nueva Col. Homenaje a los Machado. En homenaje a Antonio Machado Álvarez, "Demófilo".

 


 

 

EL MATIZ PSICOLÓGICO FEMENINO EN LAS JARCHAS MOZÁRABES Y HEBREAS.

La voz de la muchachita enamorada en la más antigua lírica española. Su retórica, su rima, su ritmo

 

 

Por Margalit Sagray-Schallman

 

                                                         (en homenaje a Antonio Machado Álvarez, "Demófilo")

 

Se denominan jarchyas (o jarchas) a estrofas cortas que fueron registradas por poetas árabes y hebreos entre los siglos XI y XIII como colofón de sus poesías, función equivalente a la de la finida de los decires trovadorescos. Son tradición oral anónima, probablemente cantada, los investigadores las han llamado "cancioncillas" aunque no se han conservado sus melodías, algunas son obra de poetas que imitaron el estilo de la expresión folklórica en retórica, estrofismo, rima y ritmo.

 

En su contenido y retórica, la jarchya versifica sucesos impulsores de vaivenes del sentimiento y de respuestas anímicas. Así, siendo sencillas composiciones líricas, son como un portavoz, pues en su mayoría, leerlas es vivencia auditiva, escuchar el "yo parlante" en la voz de una jovencita enamorada o cautiva de un entusiasmo amoroso, expresada en verso dialogado con su madre, su amado, sus hermanas y amigas, o en ruego y plegaria a Dios. En este sentido, recuerda al antecesor bíblico el Cantar de los Cantares donde el diálogo de amor incluye la expresión femenina del deseo amoroso, versificando el entorno social, natural o urbano donde la acción se desarrolla.  

Desde la perspectiva del lector moderno, la jarchya es también como un cuadro expresionista donde pueden apreciarse distintos matices del amor y de la psicología femenina: encanto, entusiasmo, incertidumbre, celos, etc.

 

En rima y ritmo, la jarchya es precursora de las "canciones de amigo" abundantes en la poesía galaico-portuguesa de los dos siglos siguientes. En particular la hispanohebrea muestra su carácter popular en la libertad de su métrica y el predominio de la asonancia. Veamos algunos ejemplos de jarchyas donde el "yo parlante" es la muchachita enamorada, y ejemplos con métrica concordante en la poesía y refranero españoles:

 

1 Registrada por Yosef Ibn-Saddiq (s. XII), pareado trocaico asimétrico, rima asonante. La pregunta va dirigida a la madre, para que comprenda la intensidad de su sentimento:

 

    Ke fare, mama,                             a (5) óo óo ó               ¿Qué haré, madre?

   meu l'habib estad ana.                 a (8) óo óo óo ó          ¡Mi amado ya está aquí!.

 

En una letrilla satírica de Hurtado de Mendoza (s. XV), pareado anfibráquico asimétrico, rima consonante en el pareado inicial y en toda la letrilla:

 

    Ser vieja y arrebolarse,              a (8) oóo oóo oóo     (también óo óo óo óo)

    no puede tragarse.                         a (6) oóo oóo oóo

 

 

2 Registrada por Todros Abulafia (s. XIII). Terceto asimétrico, monorima. La pregunta es directa, dirigida al amado que se aleja, expresa dolor e incertidumbre, luego exige:

 

   Ke fare yu [o Ke sera de mibi]      a (11) o oóo |o oóo|oóo   ¿Qué haré o qué será de mí?

   Habibi,                                                       a (3)   oóo                         Amado mío,

   Non te tolgas de mibi.                         a (7)   oóo| o oóo              no te alejes de mí.

 

En la forma adoptada por el villancico, tanto anónimo como en poetas reconocidos. En poesía cortesana de Fernán Pérez de Guzmán (s. XV), terceto trocaico monorimo también denominado "trinada":

 

                    Alma mía,                           a (4)  óo óo

                        noche e día                                 a (4)  óo óo

                        loas la Virgen María.              a (8) óo óo óo óo

           

3 En Todros Abulafia. Rima a-b-a, la acentuación fluctúa entre dactílica y trocaica. La acusación es directa, nacida de los celos - "tú amas a otra y no a mí":

   Al-sabah bono, garme don venis   a (11) óoo óo| óoo óo         Mi buen señor, díme, ¿de dónde vienes?

   ya lo se ke a otri amais                    b (9) óo óo óo ó                  Ya lo sé que a otra amas

   e mibi non keris                                  a (5) óo óo óo                     y a mi no me quieres.

 

En arte menor (tercerilla), rima a-b-a, antibráquica. De tono sardónico, que le da un gustillo popular, vemos en el romanticismo de Francisco Villaespesa (a fines del s. XIX):

 

                        Granada, Granada                          a (6) oóo oóo

                        De tu poderío                                     b (6) oóo oóo

                         ya no queda nada.                           a (6) oóo oóo

 

Otras variaciones del terceto en la forma "soledades", a través del barroco llegamos al modernista Antonio Machado (s. XX), en su poesia titulada "Soledades", versos octosilábicos trocaicos de perfecta simetría. Es sorprendente cuán similar es la retórica y la atmósfera a la de las jarchyas, pues enfoca una determinada situación de la vida amorosa, y en un momento similar, el encuentro y la captación visual, el momento en que uno de los amantes ve al otro. El/la amante expresan un amor profundo, pero lo hacen con palabras directas, sencillas y plenas de sabiduría, con sabor a retruécano popular:

                  El ojo que ves no es                          a (8)  óo óo óo ó

                         ojo porque tú lo veas.                               b (8)  óo óo óo óo

                        Es  ojo  porque te ve.                                a (8)  óo óo óo ó

 

4 Jarchyas precursoras de la cuarteta y sus variaciones. Un ejemplo de Yehuda Halevy alternando versos cortos, la rima a-b-a-b, el ritmo trocaico, conserva componentes folklóricos, la jovencita se dirije a sus hermanas y amigas y llama "mi señorito" (Cidello), al médico y ministro real Josef Ben-Ferrusiel (s. XI), lo ve como un sol:

 

   Des cuand mio Cidello viénid,   a (8)  óo óo óo óo       Cuando mi Cidello viene

   tan buona albishara,                     b (6)  óo óo óo                        qué buenas albricias,

   como rayo de sol éxid                    a (8) óo óo óo óo        como rayo de sol que sale

   en Wada-l'hachyara.                     b (6) óo óo óo                         en Guadalajara.

 

Esta variación se continúa en la "seguidilla", en las coplas de alabanza al rey Alfonso VI, en las poesías y canciones galaico-portuguesas, en villancicos, y aparece luego en el siglo XV, con la variante de que los versos cortos son los impares, se encuentra tanto en las poesías y canciones populares anónimas como en las cortesanas artísticas, como componente de poemas largos y en forma independiente. Retornando al tema del ojo y la mirada, veamos la peculiar simetría de este villancico anónimo:

                Ojos de la mi Señora                    a (8)  óo óo óo óo

                        y  vos, ¿qué avedes?                          b (5)  óoo óo  

                     ¿Por qué vos tes abaxades                   c (8)  óo óo óo óo

                       cuando me vedes?                               b (5) óoo óo

 

En versos octosilábicos simétricos, también estas otras  jarchyas de Yehudá Halevy, todos los versos trocaicos, rima a-b-c-b, imita el tono popular, la jovencita se defiende de la fogosidad de su amado, y amenaza rechazarlo:

 

    Non me tengas, ya habibi,          a (8) óo óo óo óo        No me sostengas, mi querido,

     yo no kero dani-uso.                    b (7) óo óo óo óo        no deseo que me hagas daño.

    Al gilala tu rakhsatu                     c (8) óo óo óo óo        Mi pecho, por tan sensible

    bast a toto rifi-uso                         b (7) óo óo óo óo        basta para que a todos rechace.

 

Otra aún más simétrica, donde la jovencita enferma de amor y nostalgia por el amado dirije a sus hermanas la pregunta obvia "Sin mi amado, ¡¿cómo sanaré ?!":

 

   Garid vos, ay, yermanelas,           a (8)                            Decidme, ay, hermanitas

   com' contener el mau mali.           b (8)                            ¿cómo contener mi mal?

   Sin el habib no vivreyu,                 c (8)                            Sin mi querido no viviré,

   ed volarei demandari.                    b (8)                            y volaré a buscarlo.

 

Otra integra un versos corto entre largos, la jovencita no resiste la tentación de enamorarse de quien no quiere comprometerse, y se dirije a Dios, desesperada:

 

   Ya Rab, com' vivire yu                   a (7)                            Oh, Dios, ¿como viviré yo

   con est al'khallaq.                             b (5)                            con este tentador, [a cada una]

  Ya man qabl' an yusallem              c (7)                            antes de saludarla  Shalom

   yuraddid bi'l firaq                             b (7)                            ya amenza con dejarla e irse?

 

Comparemos con otra variación, octosilábica que combina ritmo dactílico con trocaico, su rima asonante encadena con la de la poesía en la cual aparece siendo precursora de la copla de rima encadenada, tradición continuada en América, como vemos en Sor Juana Inés de la Cruz (s. XVII) que abre su "Glosas" con cierto aire popular, y retoma el motivo de la mirada y la vista en el sentido del amor místico:

 

   Aunque cegué de mirarte,              (8)      óoo óoo óo

 ¿Qué importa cegar o ver                (7+1)  óo óo óo ó

 si gozos que son del alma                 (8)      óoo óoo óo

 también un ciego los ve?                  (7+1)  óo óo óo ó

 

 

5 Otras expresiones floklóricas posteriores, donde escuchamos la voz de la jovencita y su intencionada retórica:

Dirigiéndose a su madre para contarle sobre el joven (el "pájaro") objeto de su entusiasmo amoroso, que se ha colado por la ventana y entró en su salón, y le pregunta en octosilábicos, con supuesta inocencia "¿quién es este paxarico / que a mi salón entró?"

 

Romanza judeoespañola, s. XVI

   Mama yo no tengo visto                                         Madre, nunca he visto

   paxaro con ojos mavis,                                           un "pájaro" con ojos claros,

   ruvio como la canela                                              rubio como la canela,

   blanco com' el yasimin                                      blanco como el jazmín …

 

Romanza judeoespañola, s. XVIII

La princesa doncella que para defenderse ante su madre la reina y evitar el castigo porque en lugar de ocuparse de su labor en bordado se durmió, le cuenta su sueño y la madre lo interpreta como anuncio de un próximo matrimonio con un agraciado príncipe. Resuena la monorrima como un eco en "ía":

   El rey de Francia tres hijas tenía.                         El rey de Francia tres hijas tenía.
   La una labrava, la otra cusía,                               
Una labraba, la otra cosía,
   la más chica de ellas bastidor asía.                      
la más pequeña bordaba en bastidor.
   Labrando, labrando, sueño le caía.                      
Labrando, labrando, se dormía.
   Su madre ke la vía, aharvar la kería.                   
Su madre al verla, castigarla quería.–

 - No me aharves mi madre, ni me aharvaría,          - No me regañes, madre, ni me castigues
   un sueño me soñaba, bien y alegría.                 
  estaba soñando, bien y con alegría.

– Sueño vos soñabas, yo vo lo soltaría…           - ¿Un sueño soñabas? Yo te lo aclaro...

Canción "La virgen de la Macarena", música y letra: Dámaso Pérez Prado (1916-1989)

La enamorada del gitano cuenta que se dirige a la Virgen, implorando todas las noches antes de acostarse a su virgencita ser correspondida en su amor y que él no la traicione (retórica invocativa que se conserva aún si el intérprete es un hombre):

 

   De noche cuando me acuesto

   le rezo a la Virgen de la Macarena.

   Y allí, solita en mi cuarto,

   a mi virgencita le cuento mi pena …

 

 

Apreciado Lector, que me has acompañado en este lírico viaje

Con estos pocos pantallazos poéticos, y gracias a siete jarchyas seleccionadas de un corpus mucho más extenso, hemos viajado a través de los siglos y de la historia de la literatura española, del acervo popular y de obras de reconocidos poetas que marcaron estaciones y encrucijadas.

Vimos que un puente cultural conecta los trabajos de recuperación que realizaron los poetas medievales de El-Andalús y los modernistas del siglo XX.

Este mismo puente de contenido amoroso, con su rima y su métrica, es posible tender desde el más antiguo Cantar de los Cantares hasta el modernismo, a través de motivos poéticos que pueden detectarse en la poesía de los hermanos Machado: labios, besos, el acto de besar; rosas y rosales, espinas, agua y agua cristalina, vino … tema que esperemos pueda  ofrecer en una próxima entrega.

 

Adenda

 

Para profundizar este tema, ver obras de los investigadores: Menéndez Pelayo, Millás y Vallicrosa, Stern, Dámaso Alonso, Menéndez Pidal, García Gómez, López Morillas, Jones, Sáenz Badillos, Cantera Burgos, Navarro, Quilis.

 

En castellano, inglés y hebreo: Stern, Yahalom, Rosen, Shirman, Shirman-Fleischer y la publicación específica  de Z. Malachi "The Girl and her Mother in the Kharja", en: Poesía estrófica, Madrid 1991, 251-258.      

 

 

 


Margalit Sagray-Schallman (Bahía Blanca, Argentina, 1949). Llega a Israel como voluntaria en 1967, desde entonces reside en Beer-Sheva, Israel. Tiene dos hijos y una nieta. Es traductora, poetisa, escritora y compositora, y directora de coro.

Títulos: B.A. y M.A en Literatura Hebrea, Licenciatura en Filosofía y Letras, Musicología, Educación musical y canto coral, Profesora de Escuela Primaria y Secundaria. Es también miembro de la Comisión Directiva de la Asociación Israelí de Escritores en Lengua Castellana. Miembro y ganadora de concursos internacionales de la Organización Mundial de Trovadores.

Publicaciones: poemarios Fractales de Plenilunio, Turbantes de Sedaluna, y el ciclo filosófico-poético "miniaturas" en prosa y poesía: Afreudita; la novela Ofrenda a Afrodita – breve crónica de larga carencia". En hebreo: la trilogía poética Doncella, mujer, ciudad; manuales de literatura y métrica española para hebreoparlantes.

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