Portada del libro de Inma Benítez Planeta Piel. Foto de José Miguel Jiménez Arcos
DIARIO DE LA CREACIÓN
PANORAMA DE LA POESÍA ACTUAL EN ESPAÑOL
PLANETA PIEL. SEIS POEMAS DE INMA BENÍTEZ
Inma Benítez nació en Tudela (Navarra); ha publicado recientemente el poemario Planeta piel, en la editorial Olifante, que dirige Trinidad Ruiz. Con anterioridad publicó A todos mis amores (2016), en la misma editorial. Es también narradora: en esta faceta, ha publicado Los cuentos de mi niña (autoedición de 2017) y Tudela en cuento” (Ed. Cierzo, 2020). También ha colaborado en algunas publicaciones colectivas (Sopa de letras, Antología de poetas tudelanos, “Wiwassappa”, y en la revista literaria Traslapuente) y ha recibido premios en varios concursos locales, y participado asimismo en recitales individuales o colectivos y en eventos de importancia como, por ejemplo, Voix Vives.
Publica cinco poemas de Planeta piel, lanzado en agosto de 2023, y un sexto, inédito, “Primera vez”, de la misma temática.
Inma Benítez. Foto de José Miguel Jiménez Arcos
Poemas de Inma Benítez
de Planeta Piel (Olifante Ediciones, Zaragoza, agosto 2023). Prólogo de José Javier Alfaro Calvo
AQUÉL
Aquél que me desnude tendrá los dedos finos
y llegará en la noche, lo mismo que un bandido:
no se abrirán ventanas, no sonarán postigos,
no agitará la brisa nocturna los visillos,
no se oirán pisadas, no escucharé el sonido
del somier acogiendo su cuerpo junto al mío.
Me tomará en silencio, sin siquiera un suspiro,
sin apenas tocarme, sin moverme del sitio:
será como sentirlo sin haberlo sentido,
como haber sido amada y como no haberlo sido,
un peso inapreciable,
un gozar sin gemidos,
un hombre entre las sombras…
Un amante furtivo.
VALLE INCLÁN
Antes de que las articulaciones
sean goznes chirriantes
y la piel se oscurezca y se acartone
y tan solo nos queden
el sol y el calendario de emociones
que guarda la memoria
se habrá secado ya la lencería
que colgaba en la cuerda
aquella mañana en la que amaneciste
probando mi café
y aún seguirá, quizás, en el armario
el indeleble rastro que dejó
el macho alfa marcando el territorio
y sonarán los ecos de Mark Knopfler
(desnudos como hippies,
tu mentón apoyado en mi cintura)
cantando para mí el Brothers in arms
como regalo de mi cincuentayun cumpleaños
y volverá a escucharse el leve,
insinuante tintineo de la hebilla
al deslizarse desde tu cintura
hasta el emparquetado suelo del salón
y el pobre Max Estrella,
ciego e iluminado personaje,
desnudará de nuevo a Valle Inclán,
sentado en el respaldo en rojo y negro
y una esfera redonda y luminosa
suspendida del techo
presidirá la Nochevieja más larga de la historia...
Tal vez entonces aún estemos vivos
o puede que ya no.
No hay forma de saberlo.
EN MIS DEDOS
Guardo en mis dedos los planos para reconstruirte
si te rompes un día...
De los bucles del pelo hasta las uñas de los pies
todo duerme archivado en mi cerebro:
la verruga de bruja en la espalda
y esa otra pequeña en el pubis
y los brazos velludos
y el extraño, inquietante, amasijo de venas en la pierna
y las patillas de lobo perezoso
sin ganas de afeitarse
y la chata nariz
y esa expresión de viejo triste
que a veces se te pone
y que arroja de golpe sobre ti
la casi cincuentena
que apenas representas.
Guardo en mis dedos tus labios
tus ojos y tu lengua
y la forma en que contraes los músculos al quedarte dormido
sin quererlo
y tu aliento que suena entrecortado
cuando me abrazas fuerte,
tanto que creo poder sentirte incrustado entre mis huesos
y tu voz
que suena un poco como si hubieses aspirado helio
y tu mirada
al levantar las sábanas y verme
desnuda y con la pierna sobre ti.
Guardo en mis dedos todo
lo que nadie conoce... ni siquiera
las cuerdas de tu más bella guitarra
ni las aves del cielo
ni tu madre...
ni el agua
con que bañas tu piel.
COMO A TI MISMA
La estancia en penumbra dibujaba sus formas en azul; una silueta danzarina en el silencio: sus cabellos sueltos y ondulados cubriéndole el rostro parcialmente, la sonrisa traviesa y esos hoyuelos que tanto le gustaban; el cuello corto y fuerte, musculoso como el resto de su anatomía, los hombros huesudos y algo caídos, como una percha un tanto deformada… pero hermosos, de suave terciopelo. Los rozó suavemente, las yemas de los dedos deslizándose sin prisa hacia la curva línea de sus pechos, las rojas aureolas, los pezones enhiestos que pellizcó con las uñas, como a ella le gustaba hasta que se pusieron duros como dos garbanzos… y el descenso perezoso hacia su pubis, el índice apuntando hacia la línea recta que surcaba el tronco, incitante, sin llegar a tocarla, haciéndose sentir a través del fino vello que se erizaba al leve contacto de la yema, recreándose en torno a los pliegues del ombligo, sacudiéndola por dentro, un hondo suspiro que la hizo cerrar los ojos y arquear la espalda… Y al fin el destino, la zona prohibida, la maraña velluda y sonrosada entre la que los dedos se enredaron, juguetones, en busca de los húmedos labios que salían a su encuentro, ya encendidos de gozo y de ansiedad, lúbricos y expectantes, ardiente savia en una flor abierta y colorida, famélica, ganosa, ya caníbal, que atraía los dedos hacia su piel, suave y resbaladiza, confortable y fragante, invitándolos con su dulce ronroneo a deslizarse, trazando círculos, bailando, recreándose en el acto de amasarla, de embadurnarse con sus jugos para luego resbalar sobre los mismos e introducirse en ella, empapados y dulces como azúcar quemado y hacerla, poco a poco, perder la compostura y los sentidos, y encorvarse y gemir, y tensarse lo mismo que las palas de un arco, rígida y ya entregada por completo, un sollozo larguísimo y ahogado tras el que su sexo estalló, y se abrió, y se derramó sobre sí mismo, y el cuerpo se envaró hasta quebrarse casi antes de hacerse marioneta, y desplomarse inanimado, lánguido, vacío… una muñeca rota y agotada tras el juego que la miraba, satisfecha y pícara, desde la solitaria imagen del espejo.
OTRA CANA
Cada vez que retiras
mi mano de tu sexo
me brotan
otra arruga en la frente
y otra cana en la sien.
PRIMERA VEZ
Se hizo un vacío
que el silencio invadió completamente
y del que nuestros cuerpos
se empaparon:
Mágica danza
de otra primera vez.
Inédito
Para conocer más sobre la creación poética y narrativa de Inma Benitez:
http://loscuentosdeminina.blogspot.com/
REVISTA ÁGORA DIGITAL / DIARIO DE LA CREACIÓN / OCTUBRE 2023
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