BRINDIS DE JUANICO
(Romance sefardí para dormir todo el año pasado)
A toda la espaciosa y triste España.
FRAY LUIS DE LEÓN
(“Profecía del Tajo”)
Y en el pensamiento
Luz o fe ahora
Buscas, mientras vence
Afuera la sombra.
Luz o fe ahora
Buscas, mientras vence
Afuera la sombra.
LUIS CERNUDA
(“Tarde
oscura”. Como quien espera el alba)
Que por mayo era, por mayo...
ANÓNIMO
(“Romance del prisionero”)
Llegué, señora tía, a la Mamora (...)
De la Mamora. Hoy miércoles. Juanico.
¡Escuche la
vitoria yo, o el fracaso
a la lengua del agua de mis ojos! .
LUIS DE GÓNGORA
1
Brindemos, alto vigía,
como quien espera el alba,
aunque se atrase el albor.
Un alba, aunque no sea clara,
un día, aunque
no por mayo,
verás velas castellanas
sobre el abismo de esta
mar que nos desacompaña.
No
sé cuándo es ese día
ni tras de qué noche llama.
Mas creo con el pensamiento.
Se reinventa la esperanza.
2
La mar bella y espaciosa
es una losa y muralla
a los tristes defensores
de este fuerte, de esta plaza.
Brinda
conmigo, vigía,
en tu delirante guardia.
¿No
ves velas de Castilla
tras aquella mar cerrada?
No sé cuándo es ese día
ni tras de qué noche llama.
Mas creo con el pensamiento
que reinventa la esperanza.
3
Brinda conmigo, vigía,
frente
a la costa de España.
La mar suma y multiplica
por el cielo, no en el agua.
Brindemos, alto vigía,
somos reos de esperanza.
Sin saber cuándo ese día,
ni tras de qué noche llama.
Porque pronto llegue un día
surgiendo una vela blanca
del mar en la monarquía,
una vela republicana,
brindo, centinela, y brinda
conmigo en tu imaginaria.
La mar lleve el pensamiento
hasta la costa de España.
La mar lleva una barquilla
hacia el cielo de la
patria.
¿Ves que arado es su quilla
a
nuestras solas plegarias?
¿No ves venir ya la amiga
tropa
de alta nube armada?
¿No ves correr la avecica
por
los campos de la Mancha?
Ya se cambian las espinas
por
el color de la plata;
las de hierro aquí hundidas
ahí
tienen nueva Colada.
¿No oyes el son de cosquillas?,
que
hacen reír las espadas...
-¡Cuánta gente nos auxilia!
¡Cuánto rico! ¡Qué pasada!
¿No ves al sol de Medina
cruzando
el Ebro y Guadiana,
con otros grandes y quintas
de infantería de España?
Ya atravesaron Tarifa,
a
un salto Guadalajara,
por llegar antes del día
a
tierra santa de Francia.
Llevan bolsas con divisas
rojas,
azules y guardas.
Van dejando en su estampida
grandes
capitales de ansia.
Dejando valles de humo,
buscan
refugios de caza,
cotos y cotas vacías
miran
la guerrera marcha.
Dejan ya la Andalucía
corriendo
en una jornada:
Por Guadalquivir arriba
les
vieron detrás las calvas.
¡Dejan la
tierra florida,
dejan
vida descansada!
Tienen priesa, dánse aínas
para salvar la ganancia.
Ya veo otros mesnaderos:
Los
confunden, los atajan.
“¡La guerra, es para allá!”
En
parlamento batallan.
Ganan los nuestros, ya vienen
para
acá en naves o barcas
a defender este fuerte,
la
democracia robada.
Esos corren con tal brío
que
vencen la madrugada.
La luz llega con los gritos
de ¡hurra!, ¡hurra!, tras la batalla.
-¡Cree!, centinela, y brinda
conmigo en tu imaginaria.
La mar lleve el pensamiento
hasta la costa de España.
La
mar lo lleva, y repica
en ca ella esa campana.
Al Socorro vienen muchos...
desde la costa de Cáritas.
4
¡A la
Mamora!, a la Ma
mora, no os pesen las faldas.
Españoles y españolas,
¡a la Mamora!, a la Ma...
Brinden los desterrados
en su tierra y en su patria.
Y brinden los estudiantes
que la buscan en el mapa.
Brinden los desempleados
y tanta gente sin casa.
Que
brinden los licenciados,
los emigrados, con agua.
No sé cuándo es ese día
ni tras de qué noche llama.
Mas creo con el pensamiento.
Se reinventa la esperanza.
5
¡A la Mamora!, a la Ma
mora, no os pesen las faldas.
Españolas y españoles,
¡a la Mamora!, a la Ma..
Verdad
es el Evangelio:
Soñar es verdad más alta.
Todo
el poder para el pueblo:
Soñad y hacedlo mañana.
No habrá ya una Casa real
y ni
un español sin casa.
Españoles y
españolas,
¡a la Mamora!, a la Ma..
Gobierno y señorías
que se asientan en la banca,
¡A la Mamora!, a la Ma
mora, no os pesen las faldas.
Españolas y españoles,
¡a la Mamora!, a la Ma..
No sé cuándo es ese día
ni tras de qué noche llama.
6
Gobierno de cocodrilos
que desprecia la chanfaina
por contener cerdo y sebo,
lo que da en barriga grasa;
señorías sobre lápices
que pinga de punta sacan
con sobresueldos bastantes,
y escaramuzas bastardas:
¡a la almendra, y no a la po
lítica garrapiñada!
¡A la Mamora!, a la Ma
mora, no os pesen las faldas.
7
Socialista y comunista
que sacas, al sol, la panza,
a la mesa y al servicio
de la corte y la fanfarria
del flautista de Hamelín.
rey y músico de las ratas.
No se vayan con vosotros
otros niños tras la fábula.
Vaya la mentira lejos,
vaya el músico, y las ratas.
¡A la Mamora!, a la Ma
mora, no os pesen las faldas.
8
Llegó alegre primavera.
Los
trigos alzan sus lanzas,
están los campos en flor
y
las aves dulce parlan.
El camino va en curvas
y
contracurvas de guapas.
Y los gallos camineros
pican
grano, pican pajas.
¡A la Mamora!, a la Ma
mora, no os pesen las faldas.
Amadores y amadoras,
¡a la Mamora!, a la Ma…
9
Ya me cansé de ser bobo.
Ya está bien de tanta vaina.
A la calle ve, chaval.
Dilo al lucero del alba,
bajo, bajito, dile alto,
lo que dices, lo que callas.
No lo digas solo a ti
y solo a mí des la lata.
¡A la Mamora!, a la Ma
mora, no os pesen las faldas.
Españolas y españoles:
¡A la Mamora!, a la Ma...
10
No sé cuándo es ese día
ni tras de qué noche llama.
Mas creo en él, señora tía,
pues lo vi la otra mañana
aun entre nieblas, y creo,
con la vista poco clara,
lo que vio mi pensamiento
como me llamo Juan Gárgaras.
Escuche la victoria,
o el fracaso,
a la lengua del agua
de mis ojos,
tengo en el pensamiento
la esperanza...
Aquí
quedóse el vigía
dormido
sobre sus armas.
Mató
el canto un ballestero
(así
en Álora cercada)
desde
el campo enemigo,
ya sonaban las alarmas.
Breve,
alada es la poesía;
la
historia, pedestre y larga.
Cuente
otro moro sabio
la
pérdida de Granada.
Pongo
fin aquí al romance.
¡A
la Mamora!... me llaman...
Ya duerme la criaturica.
Ya
fueron habas contadas.
Andrés A(c)edo
De Cancionero y rimas burlescas
ÁGORA DIGITAL DICIEMBRE 2013
A mí también me tocó hacer "imaginarias", y precisamente, en Tarifa, en la mili. Desde luego, como canta el romance, que "llegue el pensamiento a la costa de España". Un país no es un ente que nos ceda la divinidad sino un proyecto social en el que hay que implicarse si es que deseamos que tal cosa se lleve a cabo. Gracias por las buenas intenciones y el entusiasmo no muerto, Andrés Acedo.
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