PALABRA DE REY
Artículo publicado en el periódico LA OPINIÓN de Murcia 15.01.2013
Me
acuso de ser uno de los pocos telespectadores a los que gustó la
entrevista que el Rey mantuvo con Jesús Hermida. Han pasado, desde
su emisión, unas semanas, pero el principal mensaje que dio el Rey,
respecto a la necesidad de avanzar en la igualdad y en la justicia
sigue sin ser escuchado y, peor aún, ha sido obviado y sigue
siéndolo a diestro y a siniestro.
Curiosa
unanimidad en la prensa y en los políticos a la izquierda y a la
derecha, que o bien manifestaron una reacción crítica,
supuestamente crítica, debido a los temas silenciados en la
entrevista (como los casos de presunta corrupción por algún miembro
de la Casa Real) o bien se sumergieron en banalidades relativas a la
forma televisiva, al tono y formato blando de la conversación y a
las maneras del entrevistador.
A
la derecha no le ha interesado ni le interesa destacar aquella
necesidad urgente de la sociedad española, que enunció firmemente
el Rey como un reto de una sociedad moderna: apostar por una
progresiva igualdad entre los españoles y por una necesaria justicia
social, en este tiempos de crisis en que el país corre el peligro de
desvertebrarse socialmente y cuando las mismas palabras, justicia e
igualdad, como valores que cohesionan, han sido sustituidos por la
rentabilidad y el negocio, principios de la economía de los
particulares que han sido mimetizados por el actual Gobierno para
la gestión de los servicios y del bien público.
Se
olvida, claramente, que lo público ha de mirar a la equidad, a
corregir las 'naturales' desigualdades. Se empieza olvidando esto y
se termina favoreciendo e incrementando la desigualdad y la
injusticia como resultado de políticas supuestamente eficaces,
necesarias.
La división
social en España aumenta en la era Rajoy a pasos agigantados. Seis
millones de parados a final de año, cada vez más se agrava la
brecha económica, hay más españoles que han de recurrir a los
bancos de alimentos mientras unos pocos consumen cada vez más
artículos de consumo de lujo. El acceso a la Justicia para reclamar
simplemente una indemnización por despido discrimina a los que no
tienen posibilidades; igual ocurre en la sanidad, en la educación,
etc. ¡Díganme!
¿Y qué dice
la izquierda? ¿Ha destacado ese mensaje del Rey progresista? No.
Sencillamente, ha entrado en el mismo juego de la derecha de echar
tinta al agua y obviar la llamada -y advertencia- del Rey acerca de
que vamos mal por el camino contrario a la justicia y a la igualdad.
FULGENCIO MARTÍNEZ
Profesor de Filosofía y escritor