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viernes, 23 de febrero de 2024

Fernando Savater: "Carne gobernada". Reseña de José María Piñeiro. Avance de Ágora-Papeles de Arte Gramático N. 25 (Nueva Col.). Bibliotheca Grammatica /Ensayo



 

FERNANDO SAVATER: CARNE GOBERNADA

 

 

      por José María Piñeiro Gutiérrez

 

 

 

Fernando Savater

Carne gobernada. De política, amor y deseo

Ed. Ariel, 2024

 

 

El chocante nombre de un plato - carne gobernada - sirve a Savater para bautizar este esbozo biográfico de sus ultimísimos años signados por las urgencias de la vida en la vejez y el modo tan súbito como vital de afrontarlas: desde la positividad máxima que da el amor, el sexo y los compromisos finales del pensamiento con la realidad del entorno.

A sus setenta y cuatro años, Fernando Savater se da plenamente cuenta de lo cruel y secretamente amarga que es la vida de la persona mayor, del anciano y confirma ante nuestros ojos que todo lo que tiene que comunicarnos a través de la escritura a estas alturas cuasi insondables de la película de la vida apremia con máxima urgencia porque, ni más ni menos, el tiempo se agota. Y esta no es una figura literaria sino una constatación tan grave como ineludible.

Tras la muerte de su mujer, Savater nos confiesa el estado crítico al que se enfrenta: la filosofía ya no me interesa porque no necesito consuelo sino salvación: no busco la confirmación racional de lo necesario sino la revelación de lo imposible.

La cita es tremendamente reveladora, pues es un filósofo quien, en principio renuncia a “los consuelos” de la filosofía, a sus abundancias y audacias teóricas ante la crueldad del tajo inapelable que significa la muerte.

Pero el consuelo supremo que busca Savater tras su pérdida es la propia vida quien irá a proporcionárselo a través de un golpe de azar. Como si su tendencia hedonista provocase una respuesta sincrónica en las incidencias del día a día, Savater conoce a una lectora de sus obras gracias a una videoconferencia y ahí estalla el deseo. El sexo redescubierto junto a la potenciación y satisfacción del deseo son el punto de arranque de la respuesta vital de Savater al lúgubre cierre de fronteras que suponía la desaparición de su amada.

A una edad impropia para tales hallazgos redescubrí la carne y la sacudida fue arrolladora, nos dice Savater. Ese empleo del sustantivo carne en nuestro ilustrado e irónico filósofo resulta tan socarronamente bíblico como apasionadamente real, pues Savater nos recuerda aquí sutilmente que es en el profano y pecador cerco del mundo antes que en atrincheramientos místicos o semejantes donde la vida salva a la vida y uno puede recuperar la esperanza y el entusiasmo.

Esta parte del libro puede resultar estimulante porque Savater escribe con gracia e incisivamente, pero será lo que nos cuenta a continuación lo que muchos estarán esperando con ansiedad a que se coloque negro sobre blanco: el itinerario político último de Savater y su despedida-expulsión del periódico El País.

 

Savater se explica con transparencia y sintéticamente. Cuando la directiva de El País se mostró demasiado comprensiva con las derivas separatistas, haciendo soterrada piña con el partido socialista, Savater decidió distanciarse del rumbo que se apoderó del periódico, colmadas las aguas de todos los vasos. 

  

La fórmula “Libres e iguales” dice todo lo que cuenta en mi portátil utopía. Pero hay un requisito en cuya defensa soy bastante intransigente: la unidad legal y social del país.

   


Savater lo repite de varias maneras: el gran mal de la actual política es el separatismo, que no tiene nada que ver con cuestiones de índole sentimental, sino cuyo principal efecto es la ruptura del estado democrático. La actitud crítica de Savater se ve reforzada por la experiencia del autor en el País Vasco. 

 

Somos necesaria y no accidentalmente socios de los demás. Pero esto no puede cumplirse si el Estado no permanece unido y sus ciudadanos no son efectivamente iguales.

Ninguna de las dos patas del invento liberalismo y socialdemocraciaes posible si el Estado se fragmenta y se despedaza.

Mis verdaderos enemigos políticos son los separatistas.

No hay movimientos intrínsecamente más reaccionarios que los separatistas.

 

Savater también tiene palabras para las correcciones políticas y últimas tendencias político-sociales, declarando el desastre que supuso la aparición de Podemos, y denominando a la sacralización con que uno se inviste al identificarse de izquierdas como enfermedad teológica.

Observa la buena fama que en nuestro país tiene proclamarse de izquierdas ante el horror estereotipado que produce la derecha, y especifica: una mirada sesgada ha establecido la norma de juzgar a la izquierda por sus intenciones y a la derecha por sus resultados.  

Leyendo esta breve autobiografía, y sobre todo sus líneas finales, personalmente no veo que Savater se haya “derechizado” o que haya sido víctima de una extraña metamorfosis tipo doctor Jeckyll y míster Hyde. Al contrario: es el Savater de siempre pero reaccionando a las irritantes peculiaridades del nuevo panorama social, a la presencia destructiva del separatismo y a los  discursos impositivos de la nueva izquierda.  

 

 

 

 


 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 José María Piñeiro (Orihuela, Alicante, 1963). Ensayista, crítico literario y poeta. Ha publicado en 2023 Suma de auras (Frutos del tiempo, Elche). En 1985 fue uno de los fundadores de la prestigiosa revista Empireuma, junto con Ada Soriano y José Luis Zerón Huguet. Ha publicado un anterior libro de aforismos y fragmentos de reflexiones estéticas: Ars fragminis (2015, Ed. Celesta). En poesía, ha publicado, entre otros poemarios, Las raíces del velo (2019, Ed. Celesta), Profano demiurgo (2013) y Margen harmónico (2010). Fue Premio Andrés Salom de Ensayo breve en 2011.

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