José María Piñeiro
Suma de auras. Poéticas y sueños.
Ediciones Frutos del tiempo
Elche /Alicante. 2023
Suma de auras
Suma de auras. Poéticas y sueños, de José María Piñeiro, se propone una indagación en la intersección del lenguaje y la imagen onírica, o, para delimitar un poco más esa zona tan fluida e incógnita pese a todas las tentativas de abordarla: entre el lenguaje articulado humano, creativo, poético, y los sueños, es decir, las imágenes (acústicas, icónicas, o de cualquier otro origen perceptivo) que componen el relato, no olvidemos decir: consciente, o al menos preconsciente, de los "sueños". Pero —afortunadamente— el libro de José María Piñeiro, no es un tratado, ni un ensayo sobre lingüística o sobre la interpretación de los sueños. Ni sobre la filosofía poética. Doctores tienen dichos temas (María Zambrano, Sigmund Freud, Carl Gustav Jung, Ferdinand Sausurre, Wittgenstein, John Austin, García Calvo, y un largo etcétera).
Ese mundo suspendido entre lo real y lo surreal José María Piñeiro lo afronta en este libro de forma práctica: a través de la escritura literaria, con una prosa a caballo entre la poesía, de la que recoge el ritmo y la metáfora, y la precisión del "fragmento" filosófico, en la mejor tradición del ensayo romántico, desde Friedrich Schlegel a Friedrich Nietzsche. Una prosa incisiva, entretenida, incluso humorística (en algunos pasajes en los que asoma el humor absurdo o la greguería ramoniana); y siempre plástica, y sugerente, y aguda en otros en los que el autor apunta pensamientos realmente sorprendentes, o da pistas que nos arrojan a múltiples reflexiones, o nos hace parar en seco ante una iluminación, expresada en forma de aforismo.
Coherencia en título, metodología y tratamiento literario diverso de la materia
La variedad narrativa y estilística del libro (Suma) responde bien no solo a la formación del autor en el ensayo moderno post-estructualista (Barthes, Foucault, Derrida) en el que el sujeto escritor rompe la distancia con el tema, y donde se convierte la escritura misma, y el mismo yo que escribe, en la materia del ensayo. También, creemos, que la polifonía y versatilidad estilística de Sumas de auras responde a la coherencia con la que el autor se plantea presentarnos la materia de la que levanta acta, es decir, sobre la que teje su texto.
Tratándose del mundo suspendido entre lo poético y los sueños (en el fondo, de la imagen prelingüística), hablar de coherencia, aunque sea metódica y formal, como principio hilván del texto literario que se propone el autor, parece una provocación.
No se arredra por ello el autor de Sumas de auras. Al contrario. Desde el primer fragmento del libro, éste tiene un cierto aire de provocación, o más bien, de llamada a presenciar un ejercicio de prestidigitador. "Vean. Admiren". Y queda tan suspensa nuestra incredibilidad, que ni siquiera nos planteamos que pueda haber truco. ¿Qué lógica tienen los sueños, la poesía? ¿Qué mano de autor oculto mueve por detrás los hilos de la escritura?
(¿De la escritura "cero"? ¿De la imaginación?)
Dante nos hace creer en un viaje por el inframundo, que culmina más allá de la novena esfera, en el supramundo. Somos sus lectores sus virtuales compañeros de viaje. Como lo fuimos ya de otro viajero heroico, Ulises; incluso algunos -en otro episodio- nos convertimos en cerdos por mor de una bruja.
José María Piñeiro nos hace creer que él también desconoce la pregunta de si hay truco detrás de la maravilla. Salta. Y pasa a la tentativa de aclarar / aclararse en qué consistiría este truco. Mantiene la ingenuidad del poeta, del niño, del espectador ante el juego maravillado, la suspensión del lector invitado a la aventura por el autor-héroe; y, con la otra mano, indaga causas, traza analogías, correspondencias, ensaya cuestiones y respuestas, descifra lo cifrado, o acaso indescifrable, o, tal vez al fin, abierto, sin cifra, transparente, sin truco ni ley oculta.
Es un mago y un filósofo.
("Soy un vívido inexistente", dice él, como soñador) (1)
La escritura aventura
La escritura de Sumas de auras se presta a esa multitud de registros que surgen, con naturalidad, de las fases distintas de la experiencia humana ante los sueños, la propia, la de cada uno de nosotros y también la asimilada desde la cultura. A José María Piñeiro, en su libro, le guía bien el sentimiento de que la "materia onírica y la experiencia poética comparten confines comunes", sin embargo, se trata también de decir la diferencia:
El sueño está desprovisto del tiempo ("Dinámica onírica"). ¿La poesía será, como dijo Antonio Machado, palabra en el tiempo? "Mi memoria es más que yo", dice un aforismo de Piñeiro. ("Manifiesto solipsista").
¿Un texto antiguo se descifra o se disfruta?, se pregunta el autor de Suma de auras ("Patafísicas del signo"). El sueño nos arroja conocimiento, como por otra parte también la poesía puede iluminar. Pero, ¿es la función del texto, del texto literario, del lenguaje mismo, la de ser vehículo de conocimiento? Y lo mismo, el sueño, ¿no ocurre porque sí?
¿Hay sueños -como hay textos- para el placer y otros para el deleite, este intelectual más bien, un poco siguiendo la dudosa división de Roland Barthes en Le plaisir du texte (El placer del texto)?
Una de las virtudes del libro de José María Piñeiro es la de volver a plantearse estas y otras cuestiones, y, claro es, dejarlas abiertas.
Otra cualidad de Suma de auras es la de transmitir una voz coherente dentro de la pluralidad de tonos y registros: Esa voz autorial se nota desde el inicio del libro hasta el final, tanto en los fragmentos narrativos como en los aforismos intercalados o reunidos en "capítulos", y que incluso le dan personalidad a la escritura; y tanto en el tratamiento de la materia narrada, unas veces desde la perspectiva cercana, confidencial con el lector, otras, a la media distancia objetiva del ensayo, del "fragmento" filosófico, hasta la impersonalidad buscada del aforismo; y desde la duda, el temblor, la sorpresa hasta el golpe seco de la "sentencia". Sobre todos estos matices, la prosa del autor expone muy bien la extrañeza y la tentativa de encontrar una clave en la vivencia onírica, sobre todo, en la escritura de ella.
Si, como lector, no soy capaz de explicar mejor la comparación entre el punto de vista del autor sobre su tema, y el "viaje" -dantesco o uliseico-, exploro ahora una comparación con el cine, otro mundo de imágenes.
"El cine es el sueño del universo", dice en su primera frase el libro que comentamos.
Suma de auras es un intento de explorar, por medio de la escritura, un universo alternativo pero que "extrañamente" resulta envolvente, casi cotidiano. Importa destacar que los sueños, la poesía, no pierden la condición de extraños que por una temporada habitan en casa. Igual me ocurre después de haber visto una película que me haya impresionado, sus imágenes conviven un tiempo con las mías, ocupando mi atención sin despojarme de lo mío mismo aunque levantando cierta sospecha de peligro a acostumbrar, poco a poco, toda nuestra atención a ellas.
A veces creo encontrar, en el libro de José María Piñeiro, claves de lo que ocurriría en medio o más allá de ese proceso, en el desextrañamiento. Claves que cada lector sabrá encontrar en diferentes hilos o momentos del libro; según su propia experiencia de los sueños y de la poesía, y a lo último, según su comprensión del mundo, incluido de su propio yo íntimo y éxtimo, que diría Unamuno.
Nota:
(1) "El sueño es mi confín diario. Soy un vivido inexistente". ("El sueño como sustitución de la vida"). En Suma de auras. Poéticas y sueños, José María Piñeiro, p. 62.
Fulgencio Martínez
2 de febrero 2024
PS. Recomendamos el texto de Javier Puig, quien hizo la presentación del libro Suma de auras.
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