René Descartes. Franz Hals.
Descartes es, por antonomasia, el filósofo del método. Debe la inmortalidad de su nombre a su obra Discours de la méthode (El Discurso del método, cuyo subtítulo es "Para bien conducir la razón y buscar la verdad en las ciencias". Observa que no dice para leer la verdad, sino para buscar. Desde el principio nos anima, con un lenguaje claro y sencillo, a emprender una investigación en común y confrontar cada uno en sí mismo las verdades provisionales conseguidas mediante el método).
DESCARTES EXPLICADO A LOS NIÑOS
CONTEXTO
El Discurso del método está escrito en francés, el uso de las lenguas vernáculas, empezó a ser frecuente desde el Renacimiento. El Discurso del método comenzó siendo la introducción de una obra más extensa, sin embargo, tuvo tanto éxito que en la segunda edición de la obra se editó por separado.
Está dividido en 6
partes: La Primera Parte es una biografía intelectual. Al mismo tiempo realiza una
rotunda crítica de las ciencias y de la filosofía escolástica de su tiempo.
Concluye afirmando que la única forma de encontrar la verdad es en uno mismo.
En la Segunda Parte toma la decisión radical de dudar de forma metódica y
provisional de todo lo que le rodea y expone los fundamentos de su nuevo
método, basados en la lógica, en el análisis geométrico y en el álgebra. Estos
fundamentos son tan sólo cuatro reglas (Evidencia, análisis, síntesis,
enumeración). En la Tercera Parte asume que mientras se dedica a dudar de todo, tiene
que crear una moral provisional que rija su vida. Esta tenía una serie de
máximas. La primera consistía en obedecer las leyes y costumbres de su país,
conservar la religión y guiarse por las opiniones más moderadas. La segunda
consistía en ser lo más firme y lo más decidido en las acciones y en seguir,
con no menos firmeza, las opiniones más dudosas como si hubieran sido
verdaderas; la tercera máxima consistía en cambiar los propios deseos antes
que el orden del mundo y la cuarta máxima era ser moderado en todo y encontrar y seguir el término medio en cada juicio de situación: ambas cosas no siempre sencillas, pues se requieren razonamiento entrenado (para encontrar) y distanciamiento de las pasiones (para seguir ese término medio).
La Cuarta Parte del discurso es la más filosófica. Crea un primer principio para su nueva filosofía. "Pienso, luego soy": a partir de este primer principio establece la existencia de Dios que nos demuestra la existencia del mundo, puesto que al ser infinitamente bueno y veraz no puede permitir que nos engañemos. La Quinta Parte aborda la explicación de la formación del mundo organizándolo todo en torno al problema de la luz y finaliza señalando la distinción del hombre frente a los animales porque éstos carecen de alma racional. Por último, en la Sexta Parte reflexiona sobre el alcance de la investigación científica. El Discurso del método se encuentra, sin ninguna duda, entre las obras filosóficas más famosas del mundo.
Las obras más destacadas de Descartes, además del Discurso del método, son Meditaciones metafísicas, El hombre, El mundo o Tratado de la luz, que retiró de la imprenta pues en ese libro defendía las teorías heliocéntricas por las que Galileo fue condenado por la Inquisición romana en 1633, y Las pasiones del alma.
Descartes nació en La Haye, Francia, fue un estudiante insatisfecho con su formación, la consideraba inútil a excepción de las lecciones de matemáticas. Terminados sus estudios Descartes comienza un período de viajes, para conocer en el gran libro del mundo, apartándose de las aulas, convencido de no poder encontrar en ellas el verdadero saber. En 1628 se retira a Holanda, tierra de acogida, para trabajar en paz. Permanecerá allí veinte años. Finalmente fue profesor particular de la reina Cristina de Suecia, debido al frío nórdico murió de pulmonía.
Descartes en la Corte de la reina Cristina de Suecia (detalle), Pierre Louis Dumesnil.
El siglo XVII fue una época de crisis, guerras de religión, él participó en la guerra de los treinta años como matemático, se suceden las hambrunas y las epidemias. Constantemente se producen revueltas sociales y se consolidan los Estados modernos, para dar solución a estos problemas Descartes propone la ciencia, en pleno apogeo en el siglo XVII, podemos destacar como científicos de la época a Galileo o Servet. Él afirmaba que la ciencia no sólo reportaba beneficios materiales sino además morales.
El Renacimiento, que comenzó dos siglos antes, aportó elementos fundamentales para el desarrollo de la obra de Descartes, como el uso de lenguas romances, cuestionar el principio de autoridad que en esta época pasará de estar por ejemplo en las grandes religiones a en la razón del hombre.
Como consecuencia del Renacimiento nace el Racionalismo, corriente de la que Descartes es considerado el fundador y, por ende, de la filosofía moderna. Estas son algunas de las características del Racionalismo: Ideal de ciencia deductiva, siguiendo el modelo matemático como modelo de saber riguroso alejado del dogmatismo. El influjo del modelo matemático introdujo, además: La convicción de que el ámbito de la razón y del pensamiento obedece a reglas estrictamente necesarias: unas cosas se deducen de otras, como en matemáticas o en lógica. La idea de libertad en un sistema tan rígido y riguroso también se vuelve problemática: Descartes, justificará la libertad del ser humano en la separación mente – cuerpo. El menosprecio de la experiencia. Esto explica la creencia en ideas y principios innatos. O argumentar como recurso último a Dios para garantizar la correspondencia entre el orden del pensamiento y el orden de la realidad.
El objetivo fundamental de Descartes es establecer orden en un mundo en el que todo se pone en duda. Para ello utiliza el cartesianismo, en un intento de solución de la crisis generada por la aparición de la nueva ciencia y el hundimiento de la Escolástica. Para ello, es necesaria una dura crítica hacia el saber del pasado, y luego, la construcción de una filosofía sobre bases completamente nuevas. Descartes busca la certeza en el conocimiento, y descubrirá que ésta sólo nos la garantiza la razón.
Cabe destacar en esta época la oposición entre Empiristas y racionalistas, que se basa en la cuestión sobre el origen del conocimiento. El empirismo sostiene que todos nuestros conocimientos proceden de los sentidos. Por su parte, el racionalismo defiende que nuestros conocimientos verdaderos proceden de la razón; de ideas innatas; además, para ellos, Dios es la garantía última del conocimiento de la realidad.
Toda la filosofía moderna se desenvuelve en este nuevo escenario al que nos forzó Descartes. Hasta los que no le secundan basan multitud de teorías o bien en alguna de las contraposiciones que distinguió Descartas: la de las dos substancias, en metafísica, o la de razón y experiencia sensible, en la Teoría del Conocimiento; o bien en el acuerdo con que intentó conciliarlas: la sustancia infinita o Dios, garante último de la verdad y el orden del mundo, la confluencia entre el orden geométrico de este y el Sujeto pensante, pilares desde los que iniciar el proyecto de una mathesis o ciencia universal progresiva. Hume, empirista, planteará que el conocimiento se basa en mayor medida en la experiencia que en la razón. Kant plantea la posibilidad de no poder alcanzar un conocimiento objetivo y Nietzsche duda de la posibilidad de confiar en modo alguno en el garante último del conocimiento. Tras Descartes se sucederán los escépticos y críticos con el optimismo racional que inició el paradigma moderno. Su obra refuerza la metafísica en nuevas bases pero supone casi también el inicio del largo canto del cisne de la metafísica.
"El canto del cisne" (1655) por Reinier van Persiin
Su legado y su papel en la Historia de la Filosofía son incuestionables. Se valora a Descartes como el padre de la filosofía moderna, además de un excelente físico y matemático que fue el creador de la geometría analítica.
Fulgencio Martínez López
Máster en Filosofía teórica y práctica
Máster en Filología Hispánica
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