NACIMIENTO SANTO DEL RELOJ
La exactitud es solo el delirio de los relojes.
Alejandro Jodorowsky
homenaje a Rabelais
La vieja carne del Tiempo
ha parido un campeón
en esta hora de la crisis.
Por ser parto de una virgen
nacimiento santo fue.
Los espejos dan la
alarma
porque nadie se ve en ellos,
sino en el niño neonato
al que llaman, ya, Reloj.
porque nadie se ve en ellos,
sino en el niño neonato
al que llaman, ya, Reloj.
El reloj de la
prudencia,
según reyes
principales,
para locos redomados
y aprendices de
campana.
Por ser parto de una
virgen
nacimiento santo
llaman.
Ese infante traerá
calzas
en invierno, cuando
nieva;
aliviará medio desnudo
las calores del verano.
Vestirá de seda
blanca;
de acero cubre su puño;
pudiendo haber sido
gallo
no dirá quiquiriquí.
Famosas serán sus
obras,
que historiadores las
cuenten,
pues su número supera
mi elemental
aritmética,
mi don de la profecía
y perezosa memoria.
Primera hazaña del
niño
será hacer, luego
decir
caca y ajo,
y mamón
ya subiendo a la
despensa,
ya pidiendo como un
cura,
apretará en boca teta.
Con cinco mayos apenas
será gigante muchacho,
en alas de vanidad
su cabezón bien
rapado.
"Va para escoba de
santo",
dirá, con muy mala
idea,
la flor de la
guardería:
los otros niños con
mocos
y aún en obras escasos
como en tamaño y
virtudes.
"Solo falta el
perejil,
y sacarlo del mortero;
¡qué buen ajo es este
niño,
envidia de cocineros!",
lo alaban madres y
padres.
"Será el reloj de
una iglesia
o el de un grande
ayuntamiento".
A. Acedo. Cancionero y rimas burlescas.
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