¿EL COVID-19 O LA COVID-19 DE SÁNCHEZ?
Los
cursis, con mal oído del castellano, le han dicho a Sánchez que hay que
decir "la" covid-19, y él no va a ser menos hortera que estos
sabihondos, porque el acrónimo tiene su d de "disease", y aunque
en inglés no hay
marca de género gramatical en el artículo que precede a esa palabra,
¿ah, no?, su traducción al
español, "enfermedad", sí la tiene: ¡y eso se llama filología!
Entonces, digamos, en español, la covie-19 o la ecovi-19; ¿cuál es la
correcta? La covid-19, concluye la asesoría lingüística sanchula.
"La cóvid-19": la Real Academia lo admite, es forma lingüística y
gramaticalmente mestiza y además malsonante a la española. Entonces, la
covid-19, dijo Sánchez.
Reconozcamos
a la RAE el derecho de dormitar a veces y de cansarse de limpiar, fijar
y dar esplendor; por eso la lengua sufre un rato a manos de los
traductores al español de la OMS que no saben bien español. Como se lee
en este artículo de La Nación, del 13 de Abril de 2020, que firma Daniel Gigena desde Argentina:
"En respuesta a dudas de usuarios, desde su cuenta de Twitter (@RAEinforma) la Real Academia Española dio su fallo: el acrónimo COVID-19 (Coronavirus Disease) se puede usar tanto en género femenino como masculino.
"COVID-19, que da nombre a la enfermedad, se usa
normalmente en masculino por influjo del género de coronavirus y de
otras enfermedades víricas como el zika o el ébola, que toman el nombre
del virus que las causa", informó la institución horas atrás. "Pero el
uso en femenino, tal como hace la OMS [Organización Mundial de la Salud]
en sus páginas en español, está justificado por ser enfermedad (
disease
en inglés) el núcleo del acrónimo («COronaVIrus Disease»). Ambos usos se
consideran válidos". El nombre de la plaga que azota el mundo es,
entonces, de género ambiguo."
¡Vaya!
¿Ambiguo? Muchos vocablos del inglés traducidos al español se
desambiguarían (descansa), con solo pensar, mientras los decimos, en su
traducción española. The river (y yo pienso el río), the rose (la rosa), the disease
(la enfermedad). Grande es el beneficio de la traducción y el hecho de
que un idioma, como el español, pueda aportar tanto al inglés en materia
de determinación de género es gran cosa, y novedosa cosa.
Pero
resuelta que el idioma español tiene sus propias leyes, su propio genio
o mal genio, y no le interesa nada de eso, sino crear desde sí mismo,
dice: el covid-19 ( y mañana, seguro borrará el guion, y dirá la lengua
viva covidiecinueve, aunque se escriba covid 19 con guión o sin).
La Real Academia no solo te deja que camines en el vacío, sino que te comprende un rato, hasta que acude con la red.
"En las publicaciones de la
OMS
en español (seguimos leyendo en el artículo de La Nación), como refiere la cuenta de Twitter de la RAE, no solo se usa
el femenino para designar la enfermedad sino que además se escribe ese
nombre en mayúsculas y con un guion antes de los dos dígitos, de acuerdo
con los códigos que figuran en la Clasificación Internacional de
Enfermedades (ICD, por sus siglas en inglés). Por ahora, la RAE ha
comunicado que será el tiempo el que dirá si el acrónimo se convertirá
en el nombre común de la enfermedad. No obstante, en los usos para la
prensa gráfica, que publica textos sobre la pandemia minuto a minuto, lo
adecuado es seguir las pautas académicas de la
Ortografía
de la RAE para estas denominaciones: conservar el guion y convertir el
acrónimo en una palabra común ("covid-19"). Algo similar había ocurrido
décadas atrás con el acrónimo SIDA, que pasó a ser una palabra más del
diccionario: "sida" (y en masculino, porque el referente es "síndrome"
de inmunodeficiencia adquirida).
Con "
coronavirus
", en cambio, no hubo dudas en la RAE. Se trata de un sustantivo de
género masculino, que se escribe en una sola palabra y con minúscula
inicial si se usa como nombre común del virus o, por extensión, de la
enfermedad. Es invariable en plural: se dice tanto "el coronavirus" como
"los coronavirus". Hasta aquí la cita del artículo de D. Gigena:
Heidegger
quiso inventar un idioma alemán filosófico libre de latinismos impuros y
extraños. Pero eran, precisamente, esos latines las palabras cultas de
la filosofía (casi siempre traducidas, en su día, del griego) que
pasaron a la lengua germana. El esfuerzo ímprobo, poético, de Heidegger
de pensar en alemán con términos puros alemanes le llevó de Wahrheit a
Lichtung, a interpretar la verdad como claridad en el bosque, emergiendo
en el bosque pero sin perderse la noción de ese marco del bosque,
que...etc... El traductor español pone "Veritas", o en su versión más
vulgarizada hoy: verdad. Y así se vuelve al principio, y todo ese
esfuerzo de pensar lo que las palabras en un idioma "ven" de lo real, se
pierde al traducirlas en una etiqueta ya acuñada en el idioma receptor:
verdad, y todos entendemos a Heidegger...en latín.
La
Real Academia no necesita hacer el gran esfuerzo de Heidegger, porque
la mayoría de los vocablos españoles proceden de una lengua de cultura
como el latín. Es a esa lengua latina a la que traducimos algo como
"disease", que a saber si será molestia, malestar, incomodidad, o en
efecto, como en la lengua latina, enfermedad. Y todos sabemos de lo que estamos
hablando. Pero, como lo sabemos, alguien no se contenta con eso y quiere
complicarlo por la cuestión de la ambigüedad de género gramatical -qué
obsesión de género- y Sánchez oye y dice "la covid-19" y la Academia le
deja autodeleitarse.
La
Real Academia lo único que no puede es lo políticamente prohibido por
desafiar lo politicamente correcto. Pero, dejando esto aparte, la Real
Academia puede y debe atajar la extensión del virus al idioma vivo, que
es el río que viene del propio idioma y pasa por nosotros los usuarios
más allá. Que haga lo que promete. Caesar non est supra grammaticos.¿O sí?
No
justifico al presidente Sánchez porque él mantiene bajo su halda a sus
asesores en todas las materias (incluidas las gramáticas), sin que
sepamos sus nombres. No lo justifico pero cualquiera no cede a la
tentación del estilo, y es verdad que la covid-19 suena más guay, más
flipante, no remite al páramo castellano como si se masculinizara, y
además en el covid-19 quién no vería un toro negro que se lleva las
vidas de muchos, y eso sería decir verdad (y tendríamos un hombre triste
en vez de un triste presidente).
Y después de todo, ¿es palabra aguda o llana?, ¿se dice la o el cóvid, o el o la covid? Vaya parto de palabra....
Fulgencio Martínez
15-5-2020
Revista Ágora digital
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