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sábado, 4 de enero de 2025

"SAGA NOSTRA", DE GASTÓN SEGURA. Comentario crítico de Fulgencio Martínez. Bibliotheca Grammatica /Novela / Avance de Ágora N. 30. Nueva Col.

 


 

SAGA NOSTRA, DE GASTÓN SEGURA 

 

Con remite de Bilbao he recibido en Murcia, como cada mes, la carta con la factura de la eléctrica. No ignoro que, tras el nombre catalanizado de algún presidente del equipo de fútbol culé, hay un holandés, un vasco o incluso, más recientemente, un exsimpatizante de Fuerza Nueva. Quiere esto decir, si lo miramos en plan positivo (aún estamos cerca de la pasada Navidad y a primeros de año sientan los disgustos especialmente mal) que nuestro país es mucho más complejo e interconectado de lo que quisieran los bloquistas de cada lar, y que Cataluña, en concreto, es mucho más mestiza (como debe ser) e impura racial y culturamente de lo que quisieran las cuatrocientas familias autoproclamadas "aborígenes". In illo tempore, según reza aún el mito (protocatalán, o protoeúsquero, para el caso valdría igual, mutatis mutandis) aquellos aborígenes, que nacían ya con la barretina como casco, debían tener la sangre con un RH distinto al resto de los semibárbaros ibéricos, luego devenidos, con el tiempo, y a pesar de varios Siglos de Oro (Velázquez, Cervantes, Quevedo), en barbáricos españoles. Ocurre que no pudo evitar ser también una tierra de mestizaje aquel idílico mundo purísimo al pie de los Pirineos orientales, más tarde extendido hacia el sur, hasta la desembocadura del Ebro (sus dos núcleos extremos y "fines", por arriba el mundo rural prepirenaico, y por abajo, el neocatalán tortosí, en el Bajo Ebro, o reusense, "cruce de caminos"). Y entonces, tras varias generaciones, los llamados "catalanes autóctonos", como dijo una diputada de Junts, ya no se pudieron distinguir por su aspecto físico ni su capacidad intelectual de aquellos otros advenedizos. Solo que seguían, mitológicamente, existiendo como raza pura, con su RH catalán pata negra. La misma diputada, Anna Erra, cuando en 2020 era alcaldesa de Vich, dijo más, durante una intervención en el Parlamento de la Autonomía de Cataluña: "Hay que poner fin a la costumbre de hablar en castellano a cualquier persona que por su aspecto físico o por su nombre no parezca catalana" (1)

 

Saga nostra (Drácena ediciones, 2024), la reciente novela de Gastón Segura, tiene la cualidad de laminar y desmenuzar ese rancia mitología de la "gens" catalana que nos recuerda, en clave de farsa, viejos mitos atenienses de autoctonía (aquellos hijos nacidos materialmente de la tierra ateniense y que constituían el permanente fondo patrio). La virtud del libro de Gastón Segura (nacido en Villena, Alicante, en 1961, y educado en Caudete, en la provincia de Albacete pero próximo a la Comunidad Valenciana, licenciado en la Universidad de Valencia y editor, escritor y periodista en Madrid y Barcelona) consiste en el tratamiento "literario" del tema, pues lo aborda con la sutileza y el don de la escritura que respeta y conserva lo poético y literario del mito y que, tras descomponer las piezas del mismo, nos lo vuelve más rico, estilísticamente vivo y humanamente más interesante. Ocurre como en Cien años de soledad (novela a cuya comparación con Saga nostra volveremos después), y esa magia de la literatura, que no cambia nada el mundo sino resalta lo que hay, en contacto con las narraciones míticas y las fábulas, no deja de suscitarnos cuestiones "teóricas" en las que no profundizamos aquí.

    Dos son los méritos fundamentales de Saga nostra, el primero, ya apuntado, es el tratamiento mítico de la materia que narra. Y el segundo, y no menos importante, el tratamiento del lenguaje: de las pocas novelas leídas por este comentarista últimamente donde se usa un español rico, complejo a veces, cuando está en uso de la palabra el narrador; y por otro lado, un español coloquial, estándar, cuando se narra directa o indirectamente; además del uso del catalán coloquial, tan bien acoplado en el texto (y del que unas discretas notas a pie de página dan cuenta para ayuda del lector). No solo es esa variedad de registros lingüísticos, sino el ritmo, la estructuración compleja del periodo prosístico, y la sutil combinación de descripción, narración y presentación progresiva de los caracteres de los personajes protagonistas, sin perder el hilo o trama básica, que no es otro que el reconocimiento o anagnórisis de la identidad del personaje principal, un hijo bastardo de un alto espécimen de la sociedad de la opulencia y la raza catalanas, quien, claro es, como los españoles que llegaron a América, casó bien con una princesa nativa, siendo él navarro-vasco y viniendo del ejército nacional franquista que tomó Barcelona y fue aclamado en esa ciudad y en el resto de Cataluña como liberador y protector de los intereses de la burguesía autóctona, los ricos y terratenientes de toda la vida que tanto padecieron la anarquía y eso que otros dicen afán de reparto, justicia e igualdad, de los "extremistas" republicanos; así que el dictador Franco vino a reponer a la Cataluña eterna.

    La novela se estructura en doce capítulos, y culmina con una página donde se nos da el "Árbol genealógico de los Arrate". (Esto evoca necesariamente la novela genial del colombiano).  Cuesta un poco arrancar en los dos primeros, donde la narración fluctúa del presente al remoto pasado de los orígenes familiares del protagonista, Agustín Cañizares, un retoño extraño al tronco principal; sin embargo, la novela te atrapa a partir del capítulo tercero, donde la narración se dinamiza y se afianzan los caracteres de los personajes (también los en apariencia secundarios, como la pareja del protagonista, y el outsider tío Guillem -homosexual y, en cierto modo, la memoria de la familia- y que evoca en su nombre al hijo adolescente de Agustín, llamado también Guille). La novela no la puedes soltar, ni esquivar ningún detalle de la misma (lo que es más meritorio que la simple expectación ante la intriga) una vez que te cercioras de lo que está en juego en la trama: la búsqueda del conocimiento del origen, la anagnórisis clásica y siempre moderna.

    Ocurre, decíamos antes, que la literatura no cambia el mundo, pero sí supone, cuando es tal, un redoble de conciencia. (Para que esto ocurra, el escritor ha de mantener el cuidado literario de no estropear lo que toca, aquello mismo que critica incluso fustiga. Ha de salir resaltada la realidad, en suma). Esto lo hace con maestría el autor de Saga nostra. Después de leer su libro, Cataluña nos parece mejor de lo que nos parecía y mucho mejor de lo que algunos de sus componentes pretenden hacer de ella. En realidad, Guille, el hijo, al que indirectamente se dirige la historia del protagonista Agustín, puede recibir un legado del que sentirse digno receptor.

 

 

 Fulgencio Martínez. Editor y director de Ágora-Papeles de Arte Gramático.

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(1) Nota:

 https://www.elespanol.com/espana/politica/20200213/anna-erra-rh-catalan-eslabon-historia-independentista/466954513_0.html

 

 

Más información editorial sobre Saga nostra, de Gastón Segura:

 http://editorialdracena.com/saga-notra/

jueves, 2 de enero de 2025

DOS POEMAS DE LUIS ALBERTO DE CUENCA DE SU LIBRO "DESPUÉS DEL PARAÍSO" (2021, Ed. Visor), TRADUCIDOS AL RUMANO POR DINU FLAMAND. En homenaje a Joaquín Garrigós Bueno. Avance de revista Ágora-Papeles de Arte Gramático (Abril 2025)



 

   Hemos solicitado a poetas, escritores y traductores (en diferentes lenguas, español, rumano, catalán, hebreo, etc) textos para conformar un homenaje a Joaquín Garrigós Bueno, in memoriam

 

 

                                     Joaquín Garrigós. Cortesía de Gema Benito.

 

Joaquín Garrigós ha sido un excelente traductor de la literatura rumana contemporánea, además de ejercer de continuo puente entre las culturas española y rumana; durante unos años por medio de la dirección del Instituto Cervantes en Bucarest y, tras su jubilación, con sus traducciones, actuaciones en diferentes foros, universidades, Instituto Cultural Rumano en Madrid, y colaboraciones en diversos medios y revistas, incluida esta revista Ágora

El  número de abril 2025 de nuestra publicación estará dedicado a Joaquín Garrigós y en su recuerdo a la traducción entre mundos literarios. 

Asimismo, junto a los textos las imágenes de artistas e ilustradores que enriquecen esta suma en honor a nuestro "traductor".

Para abrir ese espacio de homenaje al que fue, más que un traductor, un apasionado de las letras y los grandes escritores rumanos del siglo XX, y ante todo amigo y maestro para algunos de nosotros; y también para iniciar, con buen pie, el año 2025, hemos elegido dos poemas de la obra Después del paraíso, de Luis Alberto de Cuenca -uno de los mejores escritores actuales en español-, traducidos al rumano por otro magnífico poeta, Dinu Flamand. Disfruten.

 

 

DOS POEMAS DE LUIS ALBERTO DE CUENCA DE SU LIBRO DESPUÉS DEL PARAÍSO (2021, Ed. Visor), TRADUCIDOS AL RUMANO POR DINU FLAMAND

 

 

LA ESPINA QUE ME OFRECES

 

Una espina en lugar de una rosa me ofreces.

Un futuro que no contemple la esperanza.

Un mañana en que no haya lugar para mi cuerpo

tendido junto al tuyo. Un porvenir de hambre

y de sed permanentes. Un destino de sombras

que oscurezcan la luz dorada de tu piel.

Nada más. Solo eso. Me ofreces una espina

en lugar de la rosa que un día me ofreciste:

no dudo en aceptarla, pues viene de tus manos.

 

 

 

 

SPINUL PE CARE MI-L OFERI

 

În loc de trandafir un spin pe care tu mi-l oferi.

Un viitor ce nu include speranța.

Un mâine când nu mai este loc pentru corpul meu

întins lângă al tău. Un viitor de foame

și sete permanente. Un destin al umbrelor

care întunecă lumina aurie a pielii tale.

Nimic altceva. Asta e tot. Îmi oferi un spin

în locul trandafirului pe care mi l-ai oferit într-o zi:

nu ezit să-l accept, fiindcă mi-l dăruiesc mâinile tale.

 

 

 (Luis Alberto de Cuenca. Trad. al rumano: Dinu Flamand)

 

 

 

 


PARTIR DE OGIGIA

 

Nadie puede engañar a quien ama. Ella sabe

que él se irá alguna vez. Cuando un cielo brumal

amenace tormenta en el mar, por ejemplo.

Porque el mar que lo trajo a sus brazos será

también el que reclame su regreso a la patria,

y ya no volverá.

 

Tal vez tenga palabras brutales que decirle:

“Quiero volver a Ítaca. Me voy. No te soporto”.

(Se aburría hasta el fondo del abismo con ella,

hasta el fondo del tiempo y de la eternidad).

“Quédate dijo ella. Si te quedas, tus penas

desaparecerán”.

 

“El dolor me enriquece, la muerte me humaniza,

reconocer mis límites me alivia, me da paz”.

“Conmigo olvidarás tu nombre y serás Alguien

en lugar de ser Nadie, y resplandecerás

como un astro de fuego que inunda con su luz

la vasta oscuridad”.

 

Renunciando a la entrega y al amor de Calipso,

Ulises renunciaba a la inmortalidad.

La que Homero llamó “divina entre las diosas”

no supo convencerle de que, siendo mortal,

la existencia es un sueño que aboca en pesadilla,

y lo dejó marchar.

 

 

 

 

PLECÂND DE LA OGIGIA

 

Nimeni un-l poate înșela pe cineva  care iubește.

Ea stie că el va pleca într-o zi. Când un cer brumos

cu o furtună va amenința de pe mare, de pildă.

Întrucât marea care l-a adus pe brațele ei tot ea

 va fi  să ceară  întoarcerea lui în patrie,

iar el nu va mai reveni.

 

Poate cuvintele mele sunt prea brutale să spună:

„Vreau să mă întorc la Ithaca. Plec. Nu te mai suport.”

(Se plictisise de ea până în adâncul prăpastiei,

până în adâncul timpului și al eternității).

— Rămâi, spuse ea. Dacă rămâi, durerile tale

vor dispărea.”

 

„Durerea mă îmbogățește, moartea mă umanizează,

recunoașterea limitelor mă alină, îmi aduce în suflet pace.”

„Cu mine tu îți vei uita numele și vei fi Cineva

în loc să fii Nimeni, și vei străluci

ca o stea de foc ce inundă cu lumina ei

vastul întuneric”.

 

Renunțând la devotamentul și dragostea lui Calypso,

Ulise renunța la nemurire.

Cea pe care Homer a numit-o „divină între zeițe”

n-a putut să-l convingă că, muritor fiind,

existența e un vis ce sfârșește într-un coșmar,

și-l lăsă să se ducă.

 

 

  (Luis Alberto de Cuenca. Trad. al rumano: Dinu Flamand)

 

 

                                                Luis Alberto de Cuenca. Fuente: Real Academia de la Historia

 

Luis Alberto de Cuenca (Madrid, 1950) es poeta, filólogo, traductor. Premio Nacional de Traducción con Cantar de Valtario, y miembro de la Real Academia de Historia. Ha recibido el Premio "Federico García Lorca" a su obra poética. En los últimos años ha publicado los libros Después del paraíso (2021) y El secreto del mago (2023).  Con La caja de plata fue Premio de la Crítica en 1985 y con Cuaderno de vacaciones, Premio nacional de poesía en 2015. En Los mundos y los días (6 ediciones, la última en 2021, en la editorial Visor) recoge una amplia selección de su poesía, desde 1972.

 

 

                                                        Dinu Flamand. Fuente: HayFestival Global

 

Dinu Flămând nació en 1947, en Susenii Bârgaului, Transilvania, Rumanía. En 1989 recibió asilo político en Portugal hasta la caída del régimen comunista de Ceaucescu. Ha sido traducido al italiano, al español y al portugués, al griego, al francés y al alemán, entre otros idiomas; y como traductor, ha publicado traducciones de poetas en lengua española (Antonio Gamoneda, Quevedo, César Vallejo, etc) y portugueses (Fernando Pessoa, Sophia de Mello, etc). En 2022 recibió el Premio Mihai Eminescu. Su obra poética está traducida al español en los libros: El frío intermediario en 2016 (traducción de Omar Lara), En la cuerda de tender (Linteo, 2012), con traducción de Catalina Iliescu, y Primavera en Praga (Visor, 2021), antología bilingüe, también traducida al español por Catalina Iliescu.

 

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 Más información sobre Después del paraíso, 2ª ed. en col. Visor, tapa blanda, Madrid, 2022.

 https://www.visor-libros.com/products/despues-del-paraiso-1